Las críticas de David Pérez «Davicine»:
El año de la furia
La nueva película como director de Rafa Russo (Amor en defensa propia), El año de la furia, es una una coproducción hispano-uruguaya ambientada en el año que precedió al golpe de estado militar en el Uruguay de 1973. Protagonizan el film Alberto Amman, Joaquín Furriel, Daniel Grao, Martina Gusman, Sara Sálamo, Paula Cancio, Miguel Ángel Sola y cuenta también con la colaboración especial de Maribel Verdú. La película se estrena en cines de España el 28 de mayo de 2021 de la mano de Filmax.
Un pasado que no se debe olvidar
En el convulso Montevideo de 1972, mientras el país se despeña irremisiblemente hacia el precipicio de la dictadura, Diego y Leonardo, dos guionistas de un conocido programa de humor de televisión, luchan por mantener su integridad ante las presiones de sus superiores para que rebajen el tono de sus mordaces sátiras políticas y eviten ofender a los altos militares que se están apoderando del control del país.
Paralelamente, del lado de los opresores, Rojas, un teniente del ejército que ha sido presionado para torturar a militantes o simpatizantes de la guerrilla de los Tupamaros, exorciza sus demonios con Susana, una prostituta con la que encuentra una suerte de refugio emocional ante su fuerte sentimiento de culpabilidad.
Anhelando amor y libertad
Que ningún posible espectador rechace ver esta película por pensar que se trata de una película histórica centrada en un golpe de estado militar, pues realmente esa parte de la historia sirve de base para una película que mezcla drama, romance e intriga, pero sobre todo una historia de personas marcada por la época que les tocó vivir y su búsqueda de libertad.
Para quienes no conocieran el hecho acontecido en 1973, la película es una auténtico curso intensivo para ubicarnos en el año previo al golpe de estado, y vivimos con los protagonistas ese año que da título a la película mostrado con un corazón y emoción impactante.
Una historia de personajes
El año de la furia se centra en dos guionistas de un programa de televisión en Uruguay, ambos afectados por las presiones del gobierno por el tipo de gags que realizan, pues deben alejarse de polémicas políticas. Interpretados por Alberto Amman y Joaquín Furriel, ellos destacan en un reparto del que no se puede objetar nada y funcionan como un reloj, pero claramente ambos son los que más desarrollan sus personajes junto a Martina Gusman.
Amman nos muestra el cambio que el país sufre a través de su personaje Diego, viendo reflejada la forma de cómo alguien que no estaba verdaderamente comprometido políticamente puede acabar queriendo plantar cara estando disconforme con todo lo que le rodea y el trato que recibe. Diego es el nexo de todas las historias superpuestas, siendo en el fondo una historia de madurez de un joven ambicioso.
Por su parte, Furriel interpreta a Leonardo, un escritor que ha pasado de grandes éxitos literarios a escribir guiones para televisión, pero haber tenido que pasar por los calabozos y el sufrimiento que ha padecido han marcado su vida. Teniendo el miedo en su cabeza, se ha convertido en un hombre pensativo y atormentado, alguien misterioso que poco a poco se va enrareciendo según continúa escribiendo el programa de variedades con su compañero Diego. Leonardo está locamente enamorado de Raquel, una joven que trabaja en una zapatería y está casada con un desafortunado zapatero, una historia de amor de gran relevancia en la película, pues nos muestra lo sacrificios personales que muchas personas han debido realizar para poder proteger a sus seres queridos aunque para ello deban perderlos.
Daniel Grao intepreta a Rojas, un atormentado interrogador y oficial que tiene una de las historias más poderosas de toda la película, entrenado para torturar a la insurgencia mientras reprime sus sentimientos al ser presionado por sus superiores. Rojas es un personaje complejo y condenado que vive al límite con sus problemas morales pero también sufre a nivel personal encontrando consuelo en Susana, personaje impactante y muy potente interpretado por Martina Gusman, otro ejemplo de lo que se debe sacrificar para sobrevivir en una época tan compleja. Susana es una prostituta que vive en la misma casa de huéspedes que Diego, y que satisface los deseos más oscuros de libertad de sus clientes, una libertad que muchos anhelan pero que en el fondo se encuentra en el amor.
El año de la furia es una historia conmovedora en medio de una dictadura en ascenso que nos ofrece historias personales de superación, libertad y amor. Como un preciso reloj, la película funciona en todas sus subtramas y nos deja conocer un poco más todo lo sucedido en esta año de furia mientras nos emocionamos con el sufrimiento y los sueños de sus protagonistas.
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El año de la furia
