El gran hotel Budapest es una película detallista hasta el exceso, calculada hasta la obsesión, milimetrada hasta las extenuación, estudiada y planificada para que todo sea perfecto y que el espectador disfrute de su visionado como si estuviera leyendo un poema, quizás un soneto perfecto, con cada sílaba numerada y con cada rima estudiada, con su apertura y cierre clásico.
La película juega con el argumento narrando adelante y atrás la historia (dando saltos temporales que tienen su explicación), con la relación de aspecto (de 16:9 a 4:3), con el color, con la historia del cine, con los personajes, abriendo las líneas argumentales y presentado los personajes al inicio para ir cerrando las tramas poco a poco según se acaba el metraje, como un soneto perfecto.
A pesar de que
El gran hotel Budapest es irremediablemente clásica al estilo propio de
Anderson es, quizás, su película más comercial, siendo más accesible para los no seguidores acérrimos que
Viaje a Darjeeling o
Life aquatic (condenadas a ser minoritarias por su temática) y con una trama menos críptica y más fácil de seguir, pero no por ello
Anderson ha perdido ni una mota de polvo de su personal estilo (las escenas iniciales no tienen su conclusión hasta el final), ni de su humor (por suerte).
El gran hotel Budapest está llena de detalles que la hacen especial y dejan una sonrisa tonta (de haber pasado un buen rato) y un dulce sabor de boca (casi se podrían paladear los pasteles de Mendl), y que, aunque algunos lo nieguen, influirá a otros directores y a otras películas. Puede que no sea una película para el gran público, pero será apreciada y memorable para el buen público.
Además, el DVD y Blu-ray de El gran hotel Budapest contiene contenidos adicionales nunca vistos, como anécdotas, galería fotográfica y un tour por la ciudad con Bill Murray.
El gran hotel Budapest narra las aventuras de Gustave H., un legendario conserje de un famoso hotel de Europa en el período de entreguerras. Zero Moustafa, el chico del vestíbulo, se convertirá en su fiel aprendiz y su amigo más leal.La historia se desarrolla en torno al robo de un cuadro renacentista de un valor incalculable y la guerra de una familia por una herencia. El telón de fondo será un país en constante cambio, lo que aporta un gran dramatismo a la película.