Y como suele ser habitual no hay dos sin tres. A pesar de un pequeño papel de Jeremy Renner, el actor no hace más que enamorar al público asistente. Al mencionar «pequeño papel», no significa que aparezca poco en la película, sino que se espera ver más de este actor porque hace un papel perfecto. Poco más que aportar a la participación del actor.
La historia en sí llama la atención desde el primer minuto, aunque como ya he mencionado, es bien llevada por la gran interpretación de estos actores que están envueltos en un marco muy bien ilustrado. La Nueva York del principio del siglo XX está representada de manera muy eficiente con todos esos detalles que llevan a que el espectador se introduzca de lleno en una película de época y que bien están mostradas por los vestuarios, temáticas y escenarios estampados a lo largo de toda la película.
Por ponerle un contra, es la lentitud a la hora de contar la historia y alargarla demasiado. Esto hay que sumarle el cambio de título, siendo The Immigrant el original y el que tenía que haberse mantenido, ya que El sueño de Ellis no es un título que llame precisamente la atención a la hora de ir al cine.
Curiosidades: Tuve la ocasión de ver esta película en el pasado SEFF de 2013 y esto hizo que me diese cuenta que era la película más deseada de ver por todo los asistentes, ya que al llegar a la sala y ver que todas las butacas están ocupadas, hacía pensar la gran curiosidad que había despertado el ver este film, a diferencia de otras películas mostradas en el SEFF. Sin embargo El sueño de Ellis, no solo ha llenado más de tres filas de asientos, sino que los asistentes se tuvieron que sentar en las escaleras e incluso, como en algunos casos, quedarse de pie durante las dos horas que duró la película.