
El COMBATE con mayúsculas, es el que enfrenta a Jackie Chan y Jet Li. Una auténtica exhibición de artes marciales. Es muy larga, pero, a la vez, sin llegar a ser cansina. En definitiva, el auténtico leit motiv de esta película, a mi entender.
Junto a estos dos monstruos de la patada, Michael Angarano, en su papel de americano que aprende Kung-Fu en 15 días, para no variar. Es inaguantable. Punto. Si el director (Rob Minkoff) quería transmitir la idea de que es un pardillo americano (redneck), lo consigue. Es un personaje ridículo. Junto a ellos, Yifei Liu completa el elenco de protagonistas con un papel bastante decente.
La película puede haberse concebido como una gran superproducción, sin duda, pero hay cosas que no pueden mezclarse dentro de un mismo trabajo: Un guión infantil es válido para una película infantil, pero usar ese guión para abrirte paso a golpe limpio en mitad de China, hace que el espectador tenga en todo momento sentimientos encontrados: ¿Es una historia para niños que se resuelve a golpes?
Aun con todo, si eres aficionado a las peliculas de kung-fu, peleas, o similares, y sabes lo que hay, te la recomiendo encarecidamente. Solo disfrutarás en algunos momentos de la película, pero merecerán la pena.
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