Lo que en principio se presentaba como la visualización de una película más para pasar el rato (y evitar la cola de
Speed Racer) se convirtió en una hora y media de humor inteligente y ácido donde se busca la complicidad con el espectador, aunque de casual no tenía nada. El director
Max Lemcke nos presenta situaciones que todos hemos vivido o compartido con amigos, que son clásicas anécdotas surgidas en la mayoría de las empresas grandes de este país. De esta forma, entre el reparto nos encontramos a los jefes de la empresa interpretados de forma impecable por
Juan Diego y
Luis Tosar, donde hay que remarcar que Juan Diego se come la película, reflejando perfectamente el carisma y la mala leche que nos hacen verle auténticamente como el jefe de nuestra empresa, con un papel lleno de matices y sutilezas. Destacar la aparición de
Arturo Valls, que sigue con su personaje de Camera Café.
Alex Angulo aportando su clásico humor, y siendo el pelota de la empresa. No falta el pringado de toda empresa, interpretado a la perfección por
Secun de la Rosa, y otros muchos personajes perfectamente reflejados en esta película.
En conclusión, película que merece la pena verla con los compañeros de trabajo (para realizar miradas furtivas a los que veáis plasmados en la pantalla) o con los amigos para pasar un buen rato, pues es una película brillante, que puede llegar a recordar a Smooking Room por la naturalidad con la que nos presenta la historia, con toques de humor ácido y esencia coral. Una pequeña perla del cine español que deja un gran sabor de boca.