Las críticas de Daniel Farriol:
Black Phone 2
Black Phone 2 es un filme estadounidense de terror que está dirigido por Scott Derrickson (El exorcismo de Emily Rose, Sinister), que también coescribe el guion junto a C. Robert Cargill, basándose en los personajes creados por Joe Hill. El Raptor quiere vengarse de Finn desde la tumba y escoge como objetivo a Gwen, su hermana pequeña. Gwen, una adolescente de 15 años con mucho carácter, empieza a recibir llamadas de un teléfono negro en sueños, acompañadas de inquietantes visiones de algo o alguien acechando a tres chicos en el campamento de invierno de Alpine Lake. Decidida a resolver el misterio y a acabar con el tormento de su hermano, Gwen convence a Finn para ir al campamento durante una tormenta de nieve. Juntos, los dos hermanos deberán enfrentarse a un asesino aún más poderoso desde la muerte.
Está protagonizada por Mason Thames, Madeleine McGraw, Ethan Hawke, Miguel Cazarez Mora, Demian Bichir, Jeremy Davies y Arianna Rivas. La película se estrenó en España en la sección Sitges Collection del Festival de Sitges 2025 y en salas comerciales el día 24 de octubre de 2025 de la mano de Universal Pictures Spain.

El Captor regresa del más allá
Black Phone 2 es una excelente secuela que, en muchos aspectos, supera a la primera entrega, pese haber sido acogida con cierta frialdad por algunos sectores en el Festival de Sitges y en su estreno posterior. Los hechos de la película nos trasladan hasta 4 años después de la muerte de El Captor a manos de uno de los niños que secuestró, Finn (Mason Thames). El chico, ya adolescente (17 años si los cálculos no me fallan), sigue traumatizado por lo que ocurrió en aquel sótano mugriento y se ha convertido en un tipo bastante asocial que se pelea constantemente con otros compañeros de instituto que le retan al ser vox populi en el pueblo ese macabro suceso. El teléfono negro sigue sonando en su cabeza, pero él ya no quiere atender las llamadas de ultratumba en la que otros niños le solicitan ayuda.
La única que le apoya y entiende de verdad su sufrimiento es su hermana menor Gwen (Madeleine McGraw), quien vivió de primera mano todos aquellos acontecimiento cuando contaba sólo con 11 años. La chica comienza a experimentar unos sueños oníricos que la conectan al trágico pasado familiar (la madre aparentemente se suicidó), además de contactar con otras víctimas de El Captor cuyos cadáveres siguen desaparecidos. Ambas cuestiones acaban relacionándose de manera misteriosa, ya que la madre en su juventud estuvo trabajando como monitora en el mismo campamento cristiano donde los niños fueron asesinados. El teléfono negro también suena para Gwen, pero a diferencia de su hermano, ella sí quiere descolgarlo para iniciar una investigación sobre ese pasado oscuro y poder entender lo que realmente ocurrió con su madre y los niños.

Alpine Lake, un escenario perfecto
Black Phone 2 se transforma, entonces, en una especie de precuela que en realidad no lo es, pero que nos invita a descubrir el origen de El Captor y cuándo comenzó a matar. Al mismo tiempo, también será una forma de enfrentarse a recuerdos dolorosos y sanar las heridas aún abiertas en la familia Blake para descubrir la verdad que hay detrás del suicidio de la madre de Finn y Gwen.
Tras una breve introducción de los personajes que nos pone en contexto para saber en qué punto se encuentran los chicos tras esos 4 años, la acción nos traslada rápidamente hasta el campamento cristiano Alpine Lake al que los hermanos acuden con la esperanza de descubrir el significado de los sueños de Gwen (sufre de sonambulismo). Nada más llegar allí quedan atrapados por una violenta tormenta de nieve que les impedirá salir de allí durante varios días. Sin duda, el escenario helado resulta perfecto para el desarrollo de una atmósfera opresiva donde indefectiblemente volverá a aparecer El Captor, un villano ya mítico dentro del cine de terror actual que no puede ni debe morir nunca porque al igual que Michael Myers es una representación del mal en sí mismo.

‘Black Phone 2’ es terror comercial con trasfondo de cine de autor
Black Phone 2 no es perfecta. Como buen blockbuster de la vertiente comercial del género tiene algunas concesiones para el gran público que chirrían en diálogos sobreexplicativos, coletillas presuntamente graciosas en busca de la complicidad del público cuando los chavales se dirigen con palabrotas al asesino o mediante la introducción de personajes secundarios que caen en el estereotipo más obvio, por ejemplo, la pareja cristiana del campamento. También se echa en falta más terror, es lo que tienen estos productos para «todos los públicos», mientras que El Captor tiene menos presencia en pantalla de la que nos gustaría, eso sí, las máscaras que usa a lo largo de la película y que van cambiando según sea su estado de ánimo, siguen siendo un hallazgo absolutamente aterrador.
La película aburrirá a los que sólo busquen sangre y sustos porque el guión también se detiene para retratar el trauma de los protagonistas y su lucha por superar sus miedos, además de lanzar algunas reflexiones espirituales. El personaje de Gwen está bien construido, ya que su búsqueda es múltiple: encontrar los cadáveres de los niños asesinados, entender las motivaciones del suicidio de su madre, superar sus propias debilidades en una época como la adolescencia donde se magnifican… Y todo confluye resolviéndose de manera natural durante su enfrentamiento final con El Captor.
Pero más allá de estas consideraciones, Scott Derrickson demuestra un apabullante manejo de la puesta en escena y del concepto atmosférico del terror puro. En ese sentido, destacan sobremanera los sueños de Gwen (fantástica Madeleine McGraw) que están filmados con texturas de Súper-8 para recuperar una idea ya existente en Sinister (2012), es decir, conectar lo sobrenatural y fantasmagórico con nuestros miedos reales a través del celuloide y lo analógico como si fueran vasos comunicantes en nuestra memoria individual y/o colectiva.

Un universo propio más allá de Elm Street
No sólo eso, el mismo concepto se amplía cuando la historia de Black Phone se conecta con el cortometraje Dreamkill, incluido en la película antológica V/H/S 85 (2023), a través del personaje de Gunther (interpretado por Dashiell Derrickson, hijo del director), que en Black Phone 2 hace un cameo apareciendo en un videoclip de TV mientras que en el corto citado es un tipo que tiene premoniciones en sueños sobre asesinatos que quedan grabados en cintas VHS. Gunther es el primo hermano de Gwen y Finn. Como vemos, no hay nada al azar y la estructura de la película forma parte de un universo mucho más rico y complejo que augura nuevas ramificaciones en el futuro.
El Captor se convierte entonces en el Freddy Kruger de las nuevas generaciones. Muchos lo han visto como una imitación o copia de Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984), pero no es cierto. La franquicia Black Phone tiene personalidad propia y los sueños en Súper-8 ofrecen nuevas posibilidades narrativas que entroncan a la perfección con el imaginario de Scott Derrickson, donde se absorbe la esencia del terror que se realizaba en los años 80 para darle un enfoque más actual. Eso queda demostrado mediante el uso de la canción «Subways of Your Mind» de FEX que durante décadas fue considerada la canción más misteriosa de internet sin conocer cuándo ni quién la compuso, o, sin ir más lejos, con la curiosa escena de El Captor patinando sobre el hielo que es un guiño a Curtains (Richard Ciupka, 1983).
Black Phone 2 es una secuela fantástica que, pese a sus concesiones al gran público, toca reivindicar como uno de los grandes títulos del cine de terror de este año.

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