miércoles, octubre 29, 2025

70 SEMINCI. Sección oficial. Crítica de ‘Recién nacidas’: Los Dardenne muestran la luz al final del túnel

Las críticas de José F. Pérez Pertejo en la 70 SEMINCI:
Recién nacidas

Para quienes estén familiarizados con el cine de los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne, no será ninguna sorpresa encontrar en Recién nacidas las claves de una manera de entender y hacer cine que alcanza, con este, su decimotercer largometraje desde su ya lejano debut hace casi cuarenta años con Falsch (1987). Desde entonces, con una regularidad casi matemática, han ido presentando un film cada tres años constituyendo una de las filmografías más sólidas del cine contemporáneo que incluye títulos como La promesa (1996) con la que obtuvieron la Espiga de Oro en la SEMINCI de 1996, Rosetta (1999), El niño (2005), ambas galardonadas con la Palma de Oro del Festival de Cannes, El niño de la bicicleta (2011) o Dos días, una noche (2014).

En Recién nacidas vuelven a situarse en Lieja, escenario de muchas de sus películas para mostrarnos uno de sus temas recurrentes, la maternidad, pero abordada desde el realismo social de base humanista desde el que han construido su carrera cinematográfica. Aquí el relato se construye a través de las circunstancias de cinco adolescentes que han sido madres de forma muy prematura y conviven en un centro social de apoyo maternal en el que se les ayuda, se les enseña a cuidar a sus bebés y se les facilita, en caso de no querer quedarse con sus hijos, contacto con familias de adopción. Resuenan ciertos ecos de La maternal, la película de Pilar Palomero, en el contexto temático, pero son más las diferencias que las similitudes entre ambos films.

Las cinco chicas están interpretadas, como suele ser habitual en el cine de los Dardenne, por actrices no profesionales o debutantes: Jessica (Babette Verbeek), Julie (Elsa Houben), Ariane (Janaina Halloy Fokan), Perla (Lucie Laruelle) y Naïma (Samia Hilmi). Entre ellas hay algunas diferencias, pero comparten un origen humilde, rozando en algunos casos la marginalidad y, fundamentalmente una historia familiar difícil, de una abusó su padre, otra tiene una madre ex alcohólica que está empeñada en ejercer de abuela pero en cuanto se le lleva la contraria suelta bofetadas con una facilidad pasmosa, otra, por el contrario, tiene una madre que no quiere saber nada de ella a pesar de que lo que más necesita en el mundo es el amor de su propia madre, otra tiene un novio convicto que en los permisos penitenciarios lo único que le importa es fumar porros… todo muy idílico, como pueden ver.

En este contexto, los Dardenne van engarzando las historias de las cinco jóvenes centrándose más en sus realidades individualidades que en la convivencia en el centro (quizá estribe aquí la principal diferencia con La maternal), y filman, como siempre, con su estilo austero, con la cámara en mano muy próxima a sus personajes, casi siempre a la altura de los hombros y huyendo de todo artificio (no hay efectos técnicos, encuadres complejos ni música no diegética) para conseguir ese tono cuasi documental tan característico.

La construcción del film parte del guion, el relato de Recién Nacidas se va componiendo a base de capas en las que lo fundamental es la mirada humanista, la compasión ética sin juzgar a los personajes (a pesar de sus muchos errores) y sin manipular a los espectadores con sentimentalismos o sensiblerías. La emoción, que la hay, surge de la observación empática a estas jóvenes y sus contextos, de la comprensión ante la dificultad de tomar decisiones y de la naturalidad de las situaciones que sitúan al espectador dentro de lo que ocurre hasta el punto de que resulta (casi) imposible mantenerse al margen racional y emocionalmente de lo que está ocurriendo.

Quizá la mayor diferencia entre esta película y las anteriores de los hermanos Dardenne es una mirada un poco más luminosa, no me atrevería a hablar de optimismo ni por supuesto de «final feliz», pero así como en otras películas los directores belgas no tienen reparos en golpear el estómago (o dónde le duela a cada uno) del espectador, aquí plantean vías de salida a sus personajes que dejan al espectador con cierta sensación de alivio, de esperanza, de que hay una redención posible y un futuro no necesariamente trágico o sórdido.

En Recién nacidas nos ofrecen, una vez más, una película sólida a pesar de su austeridad, realista, de sencillez argumental, conmovedora y profundamente humana. Larga vida a los Dardenne.

Recién nacidas

7.5

Puntuación

7.5/10

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