Las críticas de David Pérez «Davicine» en el AMFF 2024:
Birthday Girl
Una madre invita a su hija y su amiga a un crucero por el Caribe para celebrar su 18 cumpleaños, pero su sueño deviene pesadilla tras la primera noche de fiesta y alcohol. Birdthday Girl es la película idónea para los amantes de los thrillers claustrofóbicos, una vibrante película de cine nórdico firmada por el director de Prisoner, Michael Noer, que cuenta en su reparto con Trine Dyrholm, Herman Tømmeraas, Flora Ofelia Hofmann Lindahl, Maja Ida Thiele, Keith Eric Chappelle, Sebastian DeMots y Viktor Bjerke Hofgaard. La película se ha presentado dentro de la Sección Oficial del Atlàntida Mallorca Film Fest 2024 y se ha estrenado en Filmin.
Lo que pasa en un crucero, se queda en un crucero
Mucho se habla de las aguas internacionales y todo lo que se puede hacer ahí, siendo un ejemplo claro el recuerdo que me viene de Los Simpsons y las peleas de monos en medio del océano. Pero nunca me había parado a pensar en lo ilógico que es que se permitan realizar todo tipo de eventos dentro de un crucero en aguas internacionales sin ningún tipo de presencia policial, lo que implica que lo que suceda ahí puede tener difícil forma de manejarse en algunos casos.
Siempre se dice lo de «Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas», pero hay límites, y si cometes un delito tendrá consecuencias. Lo que pasa en un crucero, parece que también se queda en el crucero, y la imposibilidad de intervenir de inmediato la policía, y la falta de poderes de la seguridad del barco complica la investigación. Lo que la película nos cuenta es una cosa, y cierto es que investigando descubrimos que si un pasajero comete un delito en un crucero como puede ser un asesinato o una violación, no tiene donde escapar y, lógicamente, será juzgado por ello y deberá cumplir la ley en alta mar, y cuando un crucero atraca en un puerto, sus pasajeros están sujetos a las leyes del país en el que se encuentra el puerto. Otra cosa es lo que la seguridad y el personal del crucero no hagan lo imposible por evitar que lo que ahí suceda no salga a la luz.
Así, Birthday Girl nos lleva en un crucero rumbo al Caribe, en el que Nanna, de 42 años, ha invitado a su hija Cille y a su mejor amiga a celebrar el 18º cumpleaños de Cille. Las expectativas son altas y tienen grandes planes para los tres días a bordo del crucero. Pero en la primera noche, las vacaciones de ensueño se convierten en una pesadilla, y Nanna se da cuenta de que para obtener justicia, debe tomar las riendas del asunto por su cuenta.
Un viaje sin retorno
En los tiempos actuales, las borracheras y el desfase hacen que las denuncias más habituales en un crucero sean las peleas y las agresiones sexuales, y esa es la base de esta película en la que lo paradisíaco se convierte pronto en pesadilla, y una madre que lleva tiempo alejada de su hija debe hacer todo lo posible para conseguir que se haga justicia.
Nanna, interpretada por Trine Dyrholm, consigue dar vida a una madre en busca de justicia, no exactamente al estilo de Liam Neeson, pero resulta completamente convincente a pesar de ser un personaje protagonista de suspense poco convencional, no estando preparada para nada de lo que se la viene encima. No podemos juzgar sus decisiones por mucho que a veces nos resulten incoherentes, pues ponerse en esa situación es difícil, y no para de cometer fallo tras fallo, pero es algo lógico al intentar interpretar a una mujer que no sabe exactamente como afrontar los problemas con los que se encuentra paso tras paso. Es una heroína, pero no al uso, casi roza lo tedioso, y eso hace aún más realista la película, con un impecable trabajo de una actriz que quizás no es tan conocida dentro de nuestras fronteras, pero es de esas actrices que se meten de lleno en su papel, especialmente si son papeles de mujeres problemáticas y complejas.
Junto a ella destaca en el reparto Flora Ofelia Hofmann Lindahl, a quien muchos recordaremos con odio por su papel en Que viene el lobo, y consigue que empaticemos rápidamente con ella, su forma de afrontar sus problemas, y las reacciones que podría tener una joven de 18 años que tiene que enfrentarse al mayor de sus problemas hasta la fecha. El suspenso aumenta con cada paso, y los giros moralmente complicados que introducen hacia el final se sienten un poco exagerados, pero estas actrices son capaces de mantener la historia en su lugar para no sacarnos fuera de la misma, y seguir atrapados.
Más que la amiga que viaja con ellas -que casi cae en el olvida en algunas partes de la película-, un tercer personaje podría ser la fotografía, y es que el director de fotografía Adam Wallensten logra un gran trabajo para adentrarnos en el barco a través de los movimientos de la madre que busca justicia, con planos repletos de luces oníricas mientras nos llevan de las cubiertas a las salas de máquinas, pasando por discotecas repletas y estrechas escaleras.
Mucho más que una agresión
El tema de la agresión sexual en Birthday Girl, sus consecuencias en la víctima, y la reacción de su entorno, tanto en su familia como en los responsables del crucero, es el motor de toda la historia, pero la película trata muchos más temas que no siempre se verbalizan, con una clara alusión al clasismo y racismo de Nanna hacia quienes ella siente inferiores, mirando por encima del hombro a quienes trabajan en el barco «para ella», con grandes metáforas como cuando saca banderitas de Noruega y las pone en su camarote como colonizando esa zona. Todo este juego de sutilezas para tratar estos temas se consigue gracias a una delicada forma de plasmar imágenes que acompañan la narrativa de forma sutil, algo que los nórdicos saben manejar de maravilla y sería muy diferente si la película fuera realizada en Hollywood.
Las relaciones entre madre e hija, la joven y su amiga, y la madre con la amiga de su hija, sirven para tejer un entramado que sirve para mostrar los vínculos femeninos, tan vitales en esta historia, mientras retrata a muchos de los hombres de la película como tóxicos, desde el novio que no cesa de llamar y envía mensajes de texto constantemente, exigiendo respuestas y con malos modos, hasta el capitán que no se molesta en abordar el grave incidente que impulsa la película, sin olvidarnos de los jóvenes que cometen delitos y se sienten impunes al no darse cuenta que lo que hacen esta mal.
En resumen, Birthday Girl es un drama danés de suspense atípico, donde no hay una clara heroína, ni nadie es del todo malo ni bueno, pero nos da mucho en lo que pensar mientras nos pone de los nervios el personaje de Trine Dyrholm sobre el que recae el peso de toda la película. Podría haber tenido más tensión, o bien haber desarrollado más los personajes secundarios, y eso provoca que al final quede como un mero drama que se deja ver con toques de thriller sin exprimir del todo la base con la que trabaja.