Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Un día y medio
En un intento desesperado por volver a ver a su hija, un hombre armado irrumpe en el centro médico donde trabaja su exesposa y la secuestra. Fares Fares protagoniza y se estrena como director en Un día y medio, intenso thriller con Alexej Manvelov y Alma Pöysti, cuyo reparto completan Stina Ekblad, Bengt C.W. Carlsson, Johni Tadi, Annica Liljeblad, Linda Hellström, Annika Hallin, Lisa Forslund, Lukas Orwin y Erik Holmström. La película se estrena el 1 de septiembre de 2023 en Netflix.
Un sólido debut que augura un gran futuro
Un día y media es el debut en la dirección de Fares Fares y realmente demuestra que tiene potencial en estas funciones, consiguiendo llevar de forma intensa unos hechos reales en los que se ha inspirado para escribir el guion junto con Peter Smirnakos.
En la película, con el objetivo de volver a ver a su hija, Artan (Alexej Manvelov) secuestra a su exmujer, Louise (Alma Pöysti), y emprende un viaje por carretera repleto muy emocionante con ella y Lukas (Fares Fares), un agente de policía. El trayecto los llevará por la Suecia rural en un verano muy caluroso, siempre con la policía pisándoles los talones.
Un thriller a fuego lento
A pesar del inicio pausado de Un día y medio, sin ninguna sensación de peligro ni aparente tensión, rápidamente todo gira de forma natural para que comience esta huida por carretera con secuestro incluido. Fares Fares no solo logra un buen debut sino que también consigue equilibrar la parte dramática y tensa de la película en este particular trío protagonista en el que un hombre secuestra a su esposa y es el personaje de Fares quien los lleva en su coche como un oficial de policía amable y bondadoso, preocupado por la seguridad de la rehén.
Poco tiene que demostrar Fares Fares con su impecable filmografía y los buenos papeles que elige de forma perfectamente interpretada, destacando El Cairo confidencial, y a quien se puede ver en la segunda temporada de La rueda del tiempo. En Un día y medio se rodea de actores que saben sacar lo mejor de los personajes para que incluso dudemos de quién es el culpable del drama, pues no todo es blanco o negro, entre los que destaca Alexej Manvelov con una sólida y convincente interpretación como el padre desesperado, y Alma Pöysti, quien pasa por muchos altibajos en este viaje por carretera desvelando un pasado oscuro mientras debe lidiar con la presión de tener un arma apuntando a su cabeza pero también intentando calmar todo sin ceder en esta conflictiva relación.
Mucho drama tras la tensión
Lo que se vende como un thriller se convierte en un tenso drama a medida que las relaciones entre los personajes comienzan a desvelar los entresijos de sus vidas y los problemas del pasado. Obviamente, dado el arranque de la película, es fácil pensar que el hombre está enfurecido por haber sido separado de su hija y que su esposa se ha marchado por los celos y la presión de su pareja. Pero a medida que avanza la trama nos hacen preguntarnos si ella es realmente la víctima o si él también es víctima de la situación injusta en la que se ha visto involucrado. O incluso ambas personas pueden ser victimas.
Un día y medio plantea algunos temas interesantes más allá de los conflictos de la pareja, como la discriminación contra los inmigrantes y la injustificada mala imagen que se tiene de ellos, sin olvidarse del defectuoso sistema judicial. Igualmente, incluye algunas escenas impecables como una con los padres de ella en la que se nos revela mucho sobre el matrimonio fallido de ambos, sin desmerecer algunas escenas con diálogos sorprendentes como cuando el policía le pide al secuestrador que libere a todos los rehenes excepto a su esposa.
Un día y medio es un gran debut como director de Fares Fares, pero también una película que consigue destacar por la gran química entre sus personajes y la tensión que se palpa en cada momento y se mantiene hasta el final.
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Un día y medio
