Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Megalodón 2: La fosa
En Megalodón 2: La fosa nos sumergimos en aguas desconocidas junto a un equipo de investigación en una misión que va a explorar las profundidades más abismales del mar. Pero su viaje se convierte en caos cuando un malévolo operativo minero amenaza su misión y los obliga a librar una batalla de alto riesgo por la supervivencia. Enfrentados a colosales Megalodones y a implacables saqueadores medioambientales, nuestros héroes deben correr más rápido, ser más astutos y nadar a mayor velocidad que sus despiadados depredadores en una trepidante carrera contra el tiempo.
Dirigida por Ben Wheatley (In The Earth), a partir de un guion de Jon Hoeber & Erich Hoeber y Dean Georgaris, basada en la novela «Meg: La fosa» de Steve Alten, su reparto está formado por Jason Statham (Operación Fortune: El gran engaño), Wu Jing (Wolf Warrior), Sienna Guillory (El portal del guerrero), Sophia Cai, Page Kennedy (Megalodón), Sergio Peris-Mencheta (Sin límites), Skyler Samuels (Mi madre contra todos) y Cliff Curtis (Avatar: El sentido del agua). La película se estrena en cines el 4 de agosto de la mano de Warner Bros. España.
Dando el salto a Hollywood
El director británico Ben Wheatley ha ido haciéndose una más que interesante filmografía con títulos como Kill List, High-Rise o Free Fire, entre otros, y sorprende que se ponga al frente de la dirección de la secuela de Megalodón, pero está claro que esto le permitirá tener abiertas las puertas de Hollywood siguiendo los pasos de otros cineastas independientes a lo largo de la historia del cine.
Desde hace unos años ha estado intentando dar ese salto, y tras haberse caído la secuela de Tomb Raider para la que estaba ya listo para asumir la dirección, Wheatley optó por otra secuela de un éxito de taquilla, teniendo un buen presupuesto con el que trabajar y un reparto conocido. El resultado es una película que bien podría equiparar su presupuesto al de toda su filmografía anterior, y de la que nadie dirá que bien merecerá un Oscar pero al menos da lo que promete, y lo hace con creces, siendo claro su público objetivo, aunque poco importase quien dirigiese esta aventura.
Acción entre megalodones y otros seres
Megalodón 2: La fosa es por tanto una secuela de un éxito en taquilla que recluta en sus filas a un cineasta con algo interesante que aportar, aunque luego no tiene margen de maniobra pues todo el esfuerzo de la película se orienta en escenas cada vez más grandes de acción con dosis de humor, apoteosis de efectos especiales y momentos para dejar al espectador boquiabierto a pesar de saber que lo que se ve es imposible que pueda ser real. Prueba de ser un producto hecho para el entretenimiento es que cuenta con Jason Statham en plan James Bond enfrentándose a tiburones gigantes. ¿Veracidad? Innecesaria para su finalidad, y es que todo lo que vemos es prácticamente imposible pues, por mucho que nos lo vendan, nadie puede estar en esas profundidades marinas sin traje protector por mucho que ventile sus senos paranasales como Jason Statham.
Esta secuela apuesta todo a la acción, una acción que cumple con lo que exigimos al saber lo que estamos viendo, sin llegar a ser en ningún momento memorable, pero que más de una vez nos saca una risa tonta por lo irreal que es todo. Y viendo cuál era su predecesora, tenía la difícil misión de llevar aún más al límite al espectador y sus personajes, por lo que hay más megalodones, más grandes y más seres salidos de las profundidades marinas. Por si eso no fuera suficiente, tenemos villanos humanos (ahí entra en acción, y nunca mejor dicho, Sergio Peris-Mencheta) y todo tipo de artilugios futuristas que nos adentran más en una secuela de Aliens que de Megalodón. Tan sólo se puede objetar que, a pesar de dar lo que buscamos, podría tener algunos diálogos más interesantes y no meras frases para salir del paso entre explosión y explosión, lo que hace que solo nos acordemos de Statham al final de la película y eso por saber que es él, obviando casi al resto de secundarios.
Entre Aliens y The Abyss
La puesta en escena, que como comento bien podría ser de una película con aliens intentando quitar de en medio a un operativo militar que se adentra en una misión espacial, no solo está presente por los exotrajes a modo de trajes espaciales, los submarinos a modo de naves o lo oscuro y lúgubre que es todo en el fondo marino como si fuera un planeta desconocido, sino que también sigue ciertos patrones como la búsqueda de una sensación claustrofóbica que incremente el temor en los personajes, algo visto efectivamente en Aliens aunque también en aventuras bajo el agua como The Abyss y Underwater.
Sin duda, lo mejor de la película son las escenas submarinas donde el temor invade a sus protagonistas, aunque el entretenimiento llegue de la mano de las luchas a pie de playa, y a pesar de lo inverosímil de lo que vemos, nunca se vuelve tan alocada como la franquicia Sharknado, que no deja de ser un placer culpable con menos presupuesto, e incluso se acerca más a Pacific Rim a falta de megarobots, aunque tarde o temprano acabaremos viéndolos si siguen adelante con nuevas entregas.
En resumen, Megalodón 2: La fosa no busca ser más de lo que es, y consigue entretener y sorprender a base de acción sin límites, animales cada vez más grandes y un Statham camino de ser el nuevo Chuck Norris, capaz de vencer a todo y a todos solo con sus habilidades e ingenio.