Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Sangre y oro (Blood & Gold)
Al final de la Segunda Guerra Mundial, un desertor alemán desesperado por volver a casa, donde lo espera su hija, se ve envuelto en una batalla contra miembros de las SS que buscan oro escondido. Sangre y oro (Blood & Gold) es un drama bélico dirigido por Peter Thorwarth (Cielo rojo sangre), con Robert Maaser, Marie Hacke y Alexander Scheer, junto a Florian Schmidtke, Jördis Triebel, Stephan Grossmann, Simon Rupp, Jochen Nickel, Petra Zieser, Gisela Aderhold, Steffen Wink y Christian Kahrmann. La película se estrena en Netflix el 26 de mayo de 2023.
En busca del oro perdido
Sangre y oro nos lleva hasta la primavera de 1945, estando ambientada en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, y cuenta la historia del desertor alemán Heinrich (Robert Maaser), la joven y valiente granjera Elsa (Marie Hacke) y un puñado de nazis. Cuando Heinrich emprende el viaje del frente a casa para volver con su hija, cae en las garras de unos saqueadores de las SS cuyo líder (Alexander Scheer) lo deja colgando de un árbol para que muera ahorcado. Pero, en el último momento, Elsa lo salva y lo oculta en su granja. Entretanto, las SS buscan un tesoro judío escondido en un pueblo cercano, pero sus habitantes, que ya están hartos y quieren el oro para ellos, oponen una tenaz resistencia. Heinrich y Elsa se ven pronto arrastrados a esa caza del tesoro que culmina en un combate sangriento en la iglesia del pueblo.
Por la trama bien parece que tiene ecos de la película finlandesa Sisu, especialmente por la ambientación, la época en la que se presentan los acontecimientos, los nazis sedientos de oro y la violencia que rodea a los personajes. Pero Sisu era más una especie de spaghetti western, mientras que Sangre y oro se acerca al western clásico adaptado a nuestro tiempo. Curiosamente, para quienes piensen que pueden haber aprovechado el tirón de Sisu (si es que lo tuvo, dada la escasa repercusión mediática, aunque aquí tenéis nuestra crítica), realmente el guion de Sangre y Oro tiene ya sus años, y no ha visto la luz hasta que Netflix se ha puesto manos a la obra y Peter Thorwarth se ha lanzado a dirigirlo. De esta forma, es una satisfacción que acabase viendo la luz esta sorprendente producción repleta de nazis al más puro estilo de Malditos bastardos de Quentin Tarantino, en la que reciben el merecido final que muchos esperan ver en pantalla.
Venganza sangrienta
Sangre y oro no escatima en su objetivo de hacer sentir al espectador cierta satisfacción a la hora de llevar a cabo la venganza sobre los nazis en lo que parece una misión sin escrúpulos de saqueo. Aunque, a diferencia del estilo de Malditos Bastardos de Tarantino que ralentizaba el tempo, esta película se desarrolla de forma acelerada, con un trepidante ritmo, sin pausa para monólogos o exceso de diálogos.
Puede sonar como un drama oscuro, y efectivamente no evita este tipo de momentos, pero en general es un thriller de acción con toques de comedia negra para hacer más ameno su visionado. Los amantes de las películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial disfrutarán con este deleite visual, pero para quienes ansíen acción y emociones, Sangre y oro asegura con su estilo occidental una trepidante película de venganza nazi que no escatima en sangre. No hace falta tomarse demasiado en serio la película pues, a pesar de ser una película de temática tan dura, deja espacio para el humor negro, consiguiendo ser una venganza tan sangrienta como divertida con una partitura digna de los mejores spaghetti western occidentalizados.
Un reparto al servicio del entretenimiento
Sangre y oro sustenta el entretenimiento en su trama, humor negro y su ritmo, pero nada de esto sería posible sin un reparto sabiamente elegido, encabezado por Robert Maaser, que interpreta al desertor alemán Heinrich, consiguiendo no solo mostrarse como alguien repleto de fuerza exterior sino también interior, teniendo cabida la bondad en su alma oscura y marcada por la violencia. Ser alguien tan duro y aguerrido no evita que pueda ser rescatado por la joven y valiente granjera Elsa (Marie Hacke) al comienzo de la película, demostrando que también hay hueco para la solidaridad en sus personajes.
Hacke da vida a una mujer dispuesta a luchar por su hermano Paule (Simon Rupp), y a pesar de la importancia que tiene en la película, no se puede dejar de destacar a otro personaje, Von Starnfeld, interpretado brillantemente por Alexander Scheer, siendo un villano a la altura de lo que se merece la película, el típico matón nazi que caricaturiza lo despreciable de la Segunda Guerra Mundial y ofrece algunas de las mejores escenas de humor negro rozando lo siniestro. Junto a este villano, tenemos una amplia variedad de secuaces gloriosamente malvados que responden a la perfección con las exigencias de sus papeles.
En resumen, Sangre y oro saca provecho a un guion que parecía que jamás vería la luz, siendo un thriller bélico de acción y venganza repleto de sangre y humor alrededor de los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, con impecables e impactantes escenas de violencia.
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Sangre y Oro
Además de ser un wéstern, lo hacen con un tema aún difícil y doloroso como es la WWII y los judios exterminados. A esto se agregan inexactitudes históricas! 1)Los soldados americanos no llegaron a liberar una zona cercana 100km de Dresde, donde presumiblemente se callaría este pueblo. Los SS en un momento miran un resplandor lejano y hablan de Dresden, ciudad que fue destruida por dos dias de bombardeos! Y liberada en Mayo 45 por los rusos! La película transcurre en primavera y el bombardeo fue un fines del invierno! No hay coincidencia ni en fechas ni en lugares! Los rusos liberaron toda la región de Dresden.
2)Los SS tenían tatuado en brazo izquierdo su grupo sanguíneo, le hacen una transfusión.para mantenerlo vivo al soldado de la Wermacht ( ejército regular) para que les diga dónde está el oro y el SS le dice:’ suerte que pudimos saber qué grupo de sangre tenías” . Eso no podía ser posible por qué sólo la SS se grababa el grupo. Bueno hay más pero me cansé! No me gustó!
Es normal hacer un western negro de temas serios. Hoy en dia se hizo con Django o Malditos Bastardos pero en los 70 era normal.
Y sobre el resto pues acabas de definir lo que es y ha sido siempre el cine. Una realidad paralela a la nuestra donde fechas,eventos importantes leyes fisicas ect.. ect.. y ECT:.. siempre han sido diferentes y mas en una comedia negra pero tambien en las serias.
No hace falta que recapitules errores cuando son intencionados como en este caso y en la mayoria. El cine no pretende ser una clase de historia ni respetarla como no se respeta en las de ciencia ficcion que el fuego y sonido en el espacio sea como si fuese en la tierra.
El cine es un universo alternativo al nuestro , no tiene sentido enumerar eso pues ya se sabe y da igual. En un documental es diferente o deberia pero en una pelicula si a un director le gusta un tema musical de 1986 y su pelicula esta ambientada en 1980 pues pone el tema igual porque en SU mundo se estreno antes y listo. No son errores historicos son nuevos mundos creados por el cine , reflejo del nuestro.
ESE es el espiritu del cine y de como en la historia desde que se hicieron los primeros cortos siempre fue asi. Cambiar eso es matarlo, la rigurisidad que pides lo mataria, por suerte nunca pasara.
No me gusto, es poco creíble la historia, parece una pelicula de Rambo, el tema de la guerra tratado con poca seriedad, si bien las actuaciones son buenas, está bien ambientada
no soy critico de cine ni nada parecido, pero si hay varias cosas que no me gustaron del guion diálogos que nada que ver o solo por querer aparentar genialidad que a final de cuentas en mi opinión no es algo que le aporte a la película si no todo lo contrario.
Solo unos pocos actores de la película se destacan. El resto salva su intervención por la magia del director, que sabe muy bien su oficio La.pelicula, a pesar de las inexactitudes históricas, es impecable como entretenimiento. Una aclaración: El incendio de Dresde, a pesar de la distancia, se notaba de muy lejos, por su magnitud. Dije que se notaba, no dije que se veia. En general, me satisfizo mucho.