Las críticas de Daniel Farriol en el 26 Festival de Málaga 2023:
Tregua(s)
Tregua(s) es una comedia dramática española que está escrita y dirigida por el debutante Mario Hernández. La historia nos presenta a una mujer y un hombre que llevan siendo amantes desde hace más de una década, desde cuando eran una actriz y un guionista novatos. Esos encuentros fugaces suponen un oasis en sus vidas para dar respiro a las que son sus relaciones «oficiales», pero ambos están atravesando una etapa en la que sus respectivas relaciones parecen ser más serias de lo habitual, lo que pone en riesgo la suya propia.
Está protagonizada por Salva Reina (Isósceles, Con quién viajas), Bruna Cusí (Mía y Moi, La reina de los lagartos), Abril Montilla, Jose Fernandez y Marta Méndez. La película ha podido verse en Marzo de 2023 dentro de la Sección Oficial de la programación del 26 Festival de Málaga 2023.
Un antihistoria de amor protagonizada por dos amantes fugaces
Tregua(s) es la ópera prima del joven dramaturgo albacetense Mario Hernández al que le gusta presentar su película como una antihistoria de amor. En realidad se trata de una historia romántica protagonizada por dos amantes recurrentes que llevan 10 años y pico viéndose a escondidas de sus respectivas parejas. Ara (Bruna Cusí) y Edu (Salva Reina), trabajan en el mundo del cine y allí se conocieron siendo ella una actriz primeriza y él un guionista inexperto que coincidieron en una serie de infausto recuerdo para ellos titulada «Cachorros».
Sin embargo, desde entonces, iniciaron una relación de encuentros esporádicos que va mucho más allá del sexo, lo suyo es coger «lo mejor de la relación sin lo peor de la relación», es decir, un oasis de piel que les aleja de la rutina diaria o de las discusiones. Cada uno ha tenido diversas parejas, pero esta vez su encuentro tiene un mayor poso trascendental al pasar ambos por una etapa de su vida más madura en sus relaciones «oficiales» en las que se están planteando cuestiones serias como casarse o tener hijos, algo que podría distanciarlos de manera definitiva.
Esta tregua, pues, no será como las demás y la noche de pasión dará para muchas confesiones íntimas, recuerdos y viejos anhelos a lo largo de un trayecto emocional por la ciudad de Málaga que les hará transitar desde el amor hasta los celos en busca de reconocerse el uno en el otro y, tal vez, tomar una decisión definitiva que podría marcar sus respectivos futuros.
El engaño de la vida
Tregua(s) es también la historia de dos mentirosos, dos personas que viven en el engaño continuo hacia los demás (sus parejas) y hacia sí mismos. No es baladí, entonces, que ambos trabajen en la industria del cine y estén acostumbrados a la mentira, a fingir ser otras personas o a inventarse personajes que te permitan ser alguien distinto. Según decía Godard «el cine es realidad a 24 fotogramas por segundo», mientras que Haneke le replicó asegurando que «el cine son 24 mentiras por segundo, al servicio de la verdad o de la búsqueda de ella». Ambos tienen razón. El cine es mentira y verdad al mismo tiempo, la magia surge cuando no sabemos distinguirlas.
Ese desdoblamiento de Ara y Edu se nos presenta mediante una puesta en escena austera que utiliza de forma constante los reflejos en espejos y cristales. ¿Quiénes son ellos en realidad? ¿Qué imagen suya es la verdadera? El antiromanticismo que practica Mario Hernández está trufado de diálogos deudores de la parte más amarga de la trilogía de Linklater, al igual que la decisión de trasladar el encuentro de los amantes a un hotel indefectiblemente nos traerá a la memoria otros filmes de soledades compartidas que ya forman parte del imaginario cinéfilo colectivo.
Más allá de su relación, los dos amantes atraviesan también por una crisis existencial de (in)madurez que nos llevará a reflexionar acerca de otras cuestiones generacionales como son el incumplimiento de las expectativas o del paso del tiempo, de pronto, se dan cuenta de que «los años les han pasado por encima» casi sin enterarse y que ya no son los que eran.
Conmigo/Sinmigo
Los que hayan visitado Málaga, especialmente durante las fechas de su Festival de Cine, fácilmente reconocerán algunos de los escenarios y calles donde está rodada Tregua(s). La acción de la película queda dividida en tres grandes bloques dramáticos que nos llevarán en un misma noche al dormitorio de un hotel, a un karaoke y a la terraza chill-out del mismo hotel. Una de las escenas cumbres del filme es precisamente cuando Bruna Cusí accede a subir obligada al escenario del karaoke para cantar «Sinmigo» de Mr. Kilombo y Rozalén, la música vuelve a ser aquí una eficaz transmisora de emociones.
Por eso es curioso comprobar que la actriz, siempre un portento de naturalidad, no fuera la primera opción del director ya que inicialmente estaba prevista María León para el papel, pero problemas de agenda impidieron que pudiera estar en el proyecto. El tándem Cusí-Reina me parece un acierto inesperado para la película donde los intérpretes se complementan a la perfección en sus contrastes para alcanzar una química asombrosa en la desnudez de sus confesiones. Sin duda, son ellos dos los que sostienen el interés de unos personajes que a veces parecen perder el rumbo entre disertaciones.
En definitiva, Tregua(s) es un drama romántico sencillo y elegante que cuenta con la cuidada fotografía de Alex Bokhari para resaltar la belleza de la noche malagueña, y en cuya historia se nos plantea una agridulce reflexión sobre la vida convertida en un compendio de momentos de felicidad efímera y sobre cómo el engaño es el verdadero motor que hace funcionar las relaciones humanas. Por algo el cine es un reflejo de la vida, o viceversa.
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