Las críticas de Laura Zurita:
Pinocho de Guillermo del Toro
Adaptación en stop motion del clásico cuento infantil escrito por Carlo Collodi. En esta versión, Pinocho sigue al anciano carpintero Geppetto, quien ha creado un muñeco que asemeja a un niño, Pinocho. Anhelando tener el hijo que perdió, el anciano desea que la marioneta de madera que ha creado cobre vida. Una noche, los deseos de Geppetto se hacen realidad y Pinocho cobra vida. Anda, come y habla, pero Pinocho sabe muy poco de los peligros que esconde el mundo real.
Pinocho esta dirigida por Guillermo del Toro, y está hecha con la tecnología de stop motion. En la versión original tiene un elenco de intérpretes de altura que dan voz a los personajes clásicos, como Ewan McGregor, Finn Wolfhard, Tilda Swinton, Christoph Waltz o Cate Blanchett, entre otros. La película se estrena en España el 25 de noviembre de 2022 de la mano de Netflix.
Guillermo del Toro, un maestro del fantástico
Guillermo del Toro es un director de referencia en el terreno de lo fantástico, y dirige películas con historias llenas de inventiva, manejando una riquísima imaginería visual propia. También tiene una elocuencia fuera de serie, lo que probablemente haya influido en que haya conseguido financiación para esos proyectos suyos, tan propios y singulares.
En esta ocasión, el maestro del Toro ha conseguido llevar adelante un proyecto en el que ya había estado trabajando varios años, el de hacer una versión de Pinocho y estrenarla el mismo año en el que Disney saca un Pinocho con personas de carne y hueso. Es conocida la pasión de del Toro por el stop motion, y esa es la tecnología que ha usado en esta película. El stop motion es muy exigente y requiere maestría para hacerla funcionar, pero sus resultados son inigualables: al tiempo que mantiene la solidez de los objetos y les da corporeidad, sigue manteniendo al capacidad imaginativa de la animación plana, y crea una calidez difícil de alcanzar con los efectos especiales computerizados, ahora tan extendidos.
De hecho, llama mucho la atención la manera de la que se ha planteado el stop motion en Pinocho de Guillermo del Toro. Los fondos y los objetos están primorosamente plasmados, con una maravillosa paleta de colores y una prodigiosa variedad de texturas, extremadamente realista. Los personajes de carne y hueso (o de madera), en cambio, son mucho más esquemáticas, en sus miembros, sus rasgos, su pelo. Esto evidentemente es una elección del director, que quiere utilizar esa estética de marionetas para contar un cuento, su cuento.
Una obra de fuerte personalidad
Del Toro ha basado su película en la historia inicial del Pinocho de Carlo Collodi, alejándose del producto de Disney, que la dulcificaba y acortaba. Pinocho de Guillermo del Toro es una obra muy personal, teñida del tono propio del autor. Tiene un principio oscuro y triste, ya que empieza con un padre destrozado por la muerte de su hijo. Gepeto hace a Pinocho en un momento muy emocional, a raíz de lo cual el muñeco queda tosco, como sin terminar. Pinocho, nacido ya grande y sin haber tenido oportunidad de aprender ética ni modales, carece absolutamente de moral o principios, y no puede saber las consecuencias de sus actos, con lo que Pepito Grillo tiene un papel profundo e indispensable en su crecimiento. El hada de la historia es una figura poderosa e inquietante, más misteriosa que bella. Y así todo, con lo que del Toro, se apropia de la historia, la reinterpreta y la enriquece. Hay mucho de del Toro en la película, lo que justifica el uso del apellido en el título, tan poco corriente.
De hecho, retazos de otras películas del universo de del Toro se van asomando en distintos momentos de Pinocho de Guillermo del Toro. Cuando Pinocho visita un circo, hay claras resonancias del circo triste y decadente de El callejón de las almas perdidas, y el espíritu del bosque, tanto por su estética como por su personalidad, podría perfectamente enmarcarse en en los recovecos de El laberinto del fauno.
Animación para adultos
Pinocho de Guillermo del Toro se sitúa en un territorio que puede comprometer su carrera comercial, es animación para adultos. Esta redactora es una gran amante de este tipo de películas, y ha disfrutado con los animes japonesas, con la estupenda Al revés o esa maravilla que nos ha regalado Alberto Vázquez este año, Unicorn Wars. Los aficionados a este tipo de obra van, sin duda, a gozar sobremanera con Pinocho de Guillermo del Toro.
Y para los que no lo sean, la manera de contar es tan potente, los personajes tan entrañables y la esencia de la narración es tan sabia, que pronto se nos olvida que estamos viendo muñecos, ya Que estos tienen tanta personalidad y simpatía como cualquier actor de carne y hueso. Y al terminar la película con un final precioso y bien medido, realista, matizado y reconfortante, tenemos la sensación de haber visto un trozo de vida.
Pinocho de Guillermo del Toro es una obra muy personal de un director en plena madurez creativa, pero que aun se permite jugar con las convenciones y el lenguaje cinematográfico, y sale muy bien parado de ello.
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