Las críticas de Daniel Farriol:
El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro
El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro (Guillermo del Toro’s Cabinet of Curiosities) es una serie antológica de terror y fantástico que está compuesta por 8 episodios independientes que ha sido creada por Guillermo del Toro (El callejón de las almas perdidas, La forma del agua).
Esta primera temporada cuenta en la dirección con Guillermo Navarro (Griselda: La reina de la cocaína, Hannibal), Vincenzo Natali (En la hierba alta, Splice: Experimento mortal), David Prior (The Empty Man, AM1200), Ana Lily Amirpour (Una chica vuelve a casa sola de noche, Mona Lisa and the Blood Moon), Keith Thomas (The Vigil, Ojos de fuego), Catherine Hardwicke (Miss Bala, Prisoner’s Daughter), Panos Cosmatos (Mandy, Beyond the Black Rainbow) y Jennifer Kent (Babadook, The Nightingale).
El maestro del terror Guillermo del Toro nos presenta ocho cuentos de terror espeluznantes que incluyen fantasmas, brujas, extraterrestres, demonios y otros miedos más terrenales. Para ello, a lo largo de esta antología de historias macabras, se cuenta con algunos de los creadores del cine de terror más prestigiosos del momento que aportarán una visión caleidoscópica del género. La serie se ha estrenado en Netflix entre el 25 y el 28 de Octubre de 2022, ofreciendo dos capítulos diarios.
Introducción a ‘El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro‘
El punto de partida de El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro es el mismo que tenían los seriales televisivos de antaño como Historias de la cripta (William Gaines y Steven Dodd, 1989-1996) o Alfred Hitchcock presenta (Alfred Hitchcock, 1955-1965), en la que se reunían una serie de relatos individuales e independientes, con vínculos al terror o el fantástico, para sorprender a los espectadores con historias inusuales y finales impactantes. Antes de cada capítulo aparecía como maestro de ceremonias «El Guardián de la Cripta» o el propio Hitchcock para apostillar anticipadamente lo que íbamos a ver, siendo aquí sustituidos por el cineasta mexicano Guillermo del Toro que aparece junto al gabinete del título, una antigüedad llena de cajones y compartimentos secretos de los que el director saca algún elemento o figurita para ilustrar el contenido del capítulo que veremos a posteriori anunciando cuál es su título y director. Son presentaciones breves de menos que duran menos de un minuto.
En esta primera temporada, ojalá haya más, la serie nos sorprende con ocho historias independientes que pueden verse en cualquier orden y cuyo único nexo común es la temática fantástica. Directores de primer nivel como Vincenzo Natali, David Prior, Ana Lily Amirpour, Panos Cosmatos o Jennifer Kent, se alternan con otros realizadores menos conocidos, todos ellos con plena libertad creativa, lo que convierte el visionado de cada capítulo en una experiencia tan distinta como sorprendente donde los directores dejan su huella personal a través de la puesta en escena.
No es una serie cualquiera
Me ha sorprendido mucho leer algunas opiniones por redes que «despachan» El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro como si fuera el típico estreno semanal de «terror de plataformas». Sin duda, muchos espectadores actuales no están preparados para asistir a un festín de estas características que se olvida del terror juvenil para adentrarse con valentía en lo sobrenatural y la oscuridad del horror cósmico mediante un enfoque mucho más adulto del género. Hay momentos impactantes que no esperaba encontrarme en un producto de la factoría Netflix, más que una serie es un evento con el que congraturlarnos.
Como todo proyecto formado por episodios individuales el resultado no es del todo uniforme, pero es fascinante comprobar la disparidad de opiniones existentes en las listas que circulan por redes calificando de mejor a peor los ocho episodios. Sí que parece existir un consenso generalizado al considerar entre los mejores episodios los realizados por David Prior, Keith Thomas o Panos Cosmatos, pero hay otros peor valorados como son los de Catherine Hardwick o Jennifer Kent que a mí me han parecido igualmente soberbios, eso sí, cada uno en su estilo. Tan solo desentona (en mi «ranking» personal») el capítulo de Ana Lily Amirpour que no consigue atraparme, pero el nivel global es altísimo y harías bien en prestarle atención a esta serie que supone un soplo de aire fresco para el cine de género estrenado directamente en plataformas.
Podemos considerar a El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro como la nueva Masters of Horror (Mick Garris, 2005-2007), un disfrute extático para todos los amantes del terror sin cortapisas. ¡Bravo, Guillermo del Toro!
Capítulo 1: El trastero 36 (Lot 36)
Dirigido por Guillermo Navarro
Escrito por Regina Corrado y Guillermo del Toro (Historia: Guillermo del Toro)
Intérpretes: Tim Blake Nelson, Demetrius Grosse, Sebastian Roché, Elpidia Carrillo, Martha Burns, Lize Johnston.
Sinopsis: Un hombre cree que un trastero lleno de trastos misteriosos pondrá fin a sus problemas de deudas. Pero pronto se ve envuelto en una situación mortal y desesperada.
El primer episodio es un buen arranque para la serie, trayéndonos un relato de terror arquetípico que funciona a la perfección en lo que quiere ser. Tomando como referencia los adictivos programas de subastas de trasteros como ¿Quién da más? (Storage Wars), el director Guillermo Navarro se mira en el espejo del Sam Raimi más juguetón con una maldición que parece sacada de Arrástrame al infierno (2009). A través de un suspense que juega con elementos básicos del terror (la lluvia, las luces que se apagan, una localización laberíntica…), la emoción se va incrementando en su acercamiento progresivo a lo sobrenatural que culmina cuando el antipático protagonista, un estupendo Tim Blake Nelson, encuentra una mesa de espiritismo como objeto más preciado entre los objetos de un trastero que esconde muchos secretos oscuros.
El suspense da un vuelco al terror físico y sobrenatural, no exento de humor negro, en unos últimos minutos de verdadero infarto. El trastero 36 (Lot 36) es un buen capítulo, más impersonal que otros en lo visual, aunque acaba siendo uno de los que más nos recordará al espíritu que tenían los seriales televisivos antes referenciados, es un terror festivo con moraleja incluida que castiga la falta de empatía hacia el dolor ajeno.
Capítulo 2: Ratas de cementerio (Graveyard Rats)
Dirigido por Vincenzo Natali
Escrito por Vincenzo Natali (Historia: Henry Kuttner)
Intérpretes: David Hewlett, Alexander Eling, Ish Morris, Cory Bertrand, Brigitte Robinson, Sean Sansom.
Sinopsis: Un ladrón de tumbas le echa el ojo a las riquezas del recién llegado al cementerio. Pero para conseguirlas deberá vérselas con un laberinto de túneles (y con las ratas).
Ratas de cementerio (Graveyard Rats) posee una ambientación tremendamente dickensiana para un relato no apto para claustrofóbicos ni para musofóbicos (que tengan miedo a las ratas). Vincenzo Natali ya había demostrado que se manejaba bien en los espacios reducidos con Cube (1997) y aquí sustituye el surrealismo sobrenatural de una pre escape room mortal por la inmundicia de las alcantarillas y las tumbas profanadas atestadas de roedores hambrientos. Así pues, las ratas del título hacen mención tanto a los desagradables animalejos como a las personas sin valores éticos que son capaces de robar hasta a los muertos.
La historia combina terror mugriento con humor negro en un episodio que no se anda por las ramas (es uno de los más cortos) y que contiene unos 20 minutos finales de ritmo frenético que te lo harán pasar muy mal, incluyendo un sorprendente giro final hacia lo sobrenatural. Lo podríamos colocar entre un capítulo de La Dimensión Desconocida y un relato de Ray Bradbury, con un sufrido protagonista encarnado de forma brillante por David Hewlett, tan despreciable como carismático, en esta infecta revivificación del codicioso Scrooge de los cuentos navideños, aunque aquí la lección fantasmagórica que reciba acabe a dentelladas.
Capítulo 3: La autopsia (The Autopsy)
Dirigido por David Prior
Escrito por David S. Goyer (Historia: Michael Shea)
Intérpretes: F. Murray Abraham, Glynn Turman, Luke Roberts, Agata Waclawska, Kim Horsman.
Sinopsis: Un sheriff veterano que investiga un cadáver aparecido en el bosque recurre a un viejo amigo para que le ayude a encontrarle sentido a unos sucesos terroríficos.
Uno de los episodios clave de esta primera temporada de El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro es, sin duda, La autopsia (The Autopsy), y lo es por varios motivos. Por un lado demuestra la capacidad para el género que tiene un director (aún) poco conocido como es David Prior que ya nos cautivó con la sugestiva The Empty Man (2020). Este capítulo tiene muchos puntos en común con esa película en referencia, por ejemplo, a la elaboración de una atmósfera de carácter policíaco que bebiendo del mejor David Fincher luego integra a su relato por recovecos cada vez más cercanos al terror cósmico del mismísimo Lovecraft. En el tramo final hay momentos de WTF que te dejarán con la boca abierta.
Por otro lado, nos asombra la gallardía de afrontar un relato de estas características en el adormecido panorama televisivo actual con un imaginario visual tan alucinante que no renuncia a la casquería o al gore más bestial. El argumento nos muestra a un viejo forense que sufre cáncer y al que le quedan pocos meses de vida, magnífico F. Murray Abraham, el cual acude a la llamada de un amigo para realizarle la autopsia a unos mineros que han fallecido en extrañas circunstancias debido a una explosión causada por una esfera de origen desconocido.
Tras un inicio de ritmo pausado ligado al policíaco puro, la historia se torna más siniestra cuando el forense se queda solo en una morgue improvisada cuya ambientación será aderezada con la inevitable tormenta ambiental que hay fuera. Son secuencias absolutamente terroríficas que recuerdan a aquella joya titulada La autopsia de Jane Doe (André Øvredal, 2016) que también tenía un giro final hacia lo sobrenatural. En La autopsia (The Autopsy) hay varios giros inesperados, a cuál más demencial, pero David Prior logra sostener con maestría la credibilidad de un relato tan malsano como escalofriante. Imperdible.
Capítulo 4: La apariencia (The Outside)
Dirigido por Ana Lily Amirpour
Escrito por Haley Z. Boston (Historia: Emily Carroll)
Intérpretes: Kate Micucci, Martin Starr, Kylee Evans, Lize Johnston, Shauna MacDonald, Diana Bentley.
Sinopsis: La introvertida Stacey, ansiosa por caer bien en el trabajo, empieza a usar una loción que provoca una reacción alarmante… y una transformación perturbadora.
Y (desde mi punto de vista) pasamos de uno de los mejores capítulos de la antología de El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro al peor de todos… La apariencia de Ana Lily Amirpour que adolece de los mismos errores egomaníacos de los últimos trabajos de su autora. Tirando de un humor zafio, constantes planos angulares para afear la imagen y una crítica social más pueril que incisiva, la directora estadounidense traza con evidente ausencia de ritmo la típica metamorfosis del «patito feo», en esta ocasión, con la ayuda de una loción facial revolucionaria que venden por televisión.
En este capítulo el body horror se combina con la influencia ochentera del humor ligado al fantástico de autores como Zemeckis o Gilliam, así como algunas referencias estéticas a la cultura pop y el cómic. Sin embargo, la historia se queda en la superficie en su análisis de la vanidad humana, el culto a la belleza o la autoestima femenina bajos los parámetros impuestos por una sociedad patriarcal. Todo está tan sobreactuado y subrayado que parece una versión teen de algunas ideas planteadas en The Neon Demon (Nicolas Winding Refn, 2016) o Réquiem por un sueño (Darren Aronofsky, 2000). A mi parecer, el globo de Ana Lily Amirpour cada vez se está desinflando más tras su prometedor debut con la vampírica Una chica vuelve a casa sola de noche (2014).
Capítulo 5: El modelo de Pickman (Pickman’s Model)
Dirigido por Keith Thomas
Escrito por Lee Patterson (Historia: H.P. Lovecraft)
Intérpretes: Ben Barnes, Crispin Glover, Oriana Leman, Seamus Patterson, Remy Flint, Thom Nyhuus.
Sinopsis: El aspirante a pintor Will conoce al introvertido Richard, cuyas aterradoras obras de arte empiezan a afectar de forma inquietante su percepción de la realidad.
Hasta ahora no era yo muy fan del trabajo realizado por Keith Thomas en el cine. Sus películas The Vigil (2019) y el remake de Ojos de fuego (2022) me dejaron frío, sin embargo, el capítulo El modelo de Pickman me ha sorprendido gratamente y me ha dejado con el culo torcido (en el buen sentido). La historia aúna lo mejor de los universos literarios de Edgar Allan Poe y de H.P. Lovecraft, siendo de éste último el relato corto de igual título que da origen a esta historia sobre la conexión del arte con el subconsciente humano. El cuento ya tuvo una adaptación previa en 1971 por parte de Jack Laird en la segunda temporada de la serie creada por Rod Sterling para la NBC Night Gallery, aunque no puedo comparar los resultados al no haberlo visto.
El guion del episodio amplifica los temas que trata el relato corto de Lovecraft para integrar otros elementos de la obra del autor más relacionados con el horror cósmico, de hecho, el personaje del pintor loco Richard Upton Pickman, interpretado con vehemencia por Crispin Glover, también aparecía en otra historia del escritor «La búsqueda onírica de la desconocida Kadath». Así pues, estamos ante un episodio que utiliza el terror de ambientación victoriana para adentrarse en algo más onírico donde los demonios de la mente cobran forma corpórea para convertirse en amenazas reales. Las pinturas tenebristas de Pickman parecen inspiradas por cuadros de Johann Heinrich Füssli, Gustave Doré o nuestro Francisco Goya, en su periodo oscuro y ofrecen un marco incomparable al desarrollo de la historia.
Es una forma de asociar la dimensión de lo desconocido a la propia imaginación del hombre o de vincular la creación artística al sacrificio sacramental más literal, tal y como hacía Bliss (Joe Begos, 2019) con aquella pintora que necesitaba asesinar para saciar su creatividad y completar su obra maestra. En El modelo de Pickman un pintor trae el infierno a nuestro mundo a través de sus cuadros, trastornando la existencia de aquellos incautos que los observan como si fueran obras de arte normales. Es un episodio perturbador que se aleja mucho del terror habitual de plataformas.
Capítulo 6: Sueños en la casa de la bruja (Dreams in the Witch House)
Dirigido por Catherine Hardwicke
Escrito por Mika Watkins (Historia: H.P. Lovecraft)
Intérpretes: Rupert Grint, Ismael Cruz Cordova, DJ Qualls, Nia Vardalos, Tenika Davis, Jhene Erwin.
Sinopsis: Años después de la muerte de su hermana gemela, un investigador intenta traerla de vuelta sumergiéndose en un mundo siniestro y misterioso con la ayuda de una droga.
No estoy de acuerdo con tratar a Sueños en la casa de la bruja como un capítulo menor de esta antología, es más, es uno de mis favoritos. Supongo que no ha ayudado para las opiniones destructivas el tener detrás de las cámaras a Catherine Hardwicke, directora de Crepúsculo (Twilight) (2008), o como protagonista a Rupert Grint, el Ron Weasley de la saga de Harry Potter, aspectos que nos pueden dar una idea equivocada de lo que vamos a ver. Este episodio es la adaptación de otro relato corto de H.P. Lovecraft que ya fue llevada a la pequeña pantalla por Stuart Gordon en 2005, como parte de la antología de Masters of Horror, además de ser la base para otras versiones cinematográficas más libres como Curse of the Crimson Altar (Vernon Sewell, 1968).
En el episodio de Sueños en la casa de la bruja se transforma el cuento original en un relato apegado a la tradición británica del terror gótico sobre brujería y fantasmas ambientado en casas encantadas de pasado ignoto. Se simplifican los elementos científicos y más cósmicos que había en el texto original para crear una historia más accesible a todo tipo de público, pero sin caer en lo obvio ni esquemático. De esa manera, se mantienen los «viajes» que realiza el protagonista, droga mediante, a la dimensión paralela donde se encuentra su hermana muerta, un limbo para almas perdidas que no han superado el miedo a la muerte. También se mantiene en el relato a la rata con rostro humano que aporta inicialmente un elemento de humor algo turbador, pero que tiene reservada para el final una de las escenas más salvajes que veremos en la serie.
En definitiva, Sueños en la casa de la bruja es un episodio repleto de ideas, a veces inconexas y a veces simplemente majaderas, pero que siempre resultan gratificantes en un conjunto que apuesta por el terror clásico sin renunciar a lo puramente lovecraftiano.
Capítulo 7: La visita (The Viewing)
Dirigido por Panos Cosmatos
Escrito por Panos Cosmatos y Aaron Stewart-Ahn
Intérpretes: Peter Weller, Eric André, Sofia Boutella, Charlyne Yi, Steve Agee, Michael Therriault.
Sinopsis: Un hombre rico y solitario recibe a cuatro invitados en su lujosa mansión para vivir una experiencia única. Pero pronto su curiosidad se convierte en horror.
A muchos les parecerá el mejor y a otros el peor, lo que es seguro es que La visita de Panos Cosmatos no dejará indiferente a nadie porque el director rompe el molde del aspecto visual general que predomina en El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro. La historia es bien sencilla y sigue los parámetros de ese subgénero no escrito de películas en las que un grupo de desconocidos es reunido en un mismo lugar, ya sea forzados a ello o invitados como es en este caso. De antemano, ya sabemos que la cosa no acabará bien y que las razones ocultas de ese encuentro tendrán que ver con las capacidades de los integrantes del grupo, todas ellas relacionadas con el poder de la mente.
Durante una larga primera mitad donde el ritmo se cuece a fuego lento, el episodio nos muestra al grupo de desconocidos interactuando entre sí y, también, descubriendo quién es su misterioso anfitrión, un recuperado para la causa Peter Weller. Ambientada en los 80, el director italo-canadiense saca a relucir todo su arsenal de soluciones estéticas ya utilizadas en la asombrosa Mandy (2018), con una fotografía de tonos rojizos que envuelve a sus personajes hasta convertir la estancia en una ensoñación alucinógena que comparte la inclinación por el placer lisérgico de unos protagonistas seducidos por todo tipo de sustancias que utilizan para relajar la psique. Ninguno de ellos se espera lo que está por venir, pero os aseguro que nosotros tampoco lo haremos.
Cosmatos nos tiene absortos por el poder de las imágenes y casi tan extasiados como una Sofia Boutella en constante postura orgásmica, y es ahí cuando llega la segunda parte del episodio que se convierte en una auténtica locura de terror cósmico con tintes cronenbergianos que te hará explotar la cabeza. Lo que menos importa de La visita es la historia o su coherencia interna, lo que cuenta aquí es el poder que tiene un director para atraparte en su peculiar universo de fantasía psicotrópica y el diseño de un ser simplemente aterrador que se colará en tus peores pesadillas.
Capítulo 8: El murmullo (The Murmuring)
Dirigido por Jennifer Kent
Escrito por Jennifer Kent (Historia: Guillermo del Toro)
Intérpretes: Essie Davis, Andrew Lincoln, Hannah Galway.
Sinopsis: Después de una trágica pérdida, los ornitólogos Nancy y Edgar llegan a una casa aislada para estudiar pájaros. Pero la historia del lugar revela dolor y terror.
La antología El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro se cierra con el episodio más lírico y de temática adulta de todos. El murmullo es un drama sobre el duelo y la pérdida que se oculta bajo la apariencia de un cuento de fantasmas con algunos lugares comunes en la resolución de la parte fantástica. Sin embargo, la directora Jennifer Kent trata con tal maestría un material sensible que podía haber caído en saco roto que nos dejará absolutamente fascinados. La planificación que hace de cada encuadre, la gestión de los tiempos en las partes más contemplativas o el uso de las metáforas aviares para desentrañar la relación de una pareja asolada por el trauma, son los mimbres con los que conforma un maravilloso relato que utiliza el género como excusa para hablar de muchas otras cosas más humanas.
Essie Davis realiza una interpretación magistral, posiblemente la mejor de todo el elenco de esta tremenda antología, la cual está muy bien secundada por Andrew Lincoln, actor acostumbrado a lidiar con zombis que aquí deberá tratar con fantasmas del pasado más emocionales que terroríficos. El título de El murmullo hace referencia al vuelo sincronizado de algunas aves como los estorninos o los correlimos, un comportamiento que el matrimonio protagonista se encarga de estudiar haciendo fotografías y, también, mediante la grabación del sonido que emiten durante el vuelo. Ya se sabe que grabar sonido en una casa donde habitan los fantasmas no es buena idea sino quieres llevarte un buen susto, aunque a mi esas escenas me han traído a la memoria la investigación auditiva de Impacto (Blow Out) (Brian De Palma, 1981) como forma de ir descubriendo paulatinamente un misterio.
El murmullo es un episodio modélico que demuestra el nivelazo que tiene esta serie y las pocas concesiones que se hacen para agradar al público mayoritario de plataformas. Hace una fuerte apuesta por recuperar el cine de género para un público adulto poco presente en televisión, con la mirada puesta en los años 70-80, y cubriendo un gran espectro de ideas que van desde lo humorístico al terror cósmico o de lo más sangriento a lo puramente poético. Un disfrute inesperado que deseamos tenga continuidad en nuevas temporadas.
¿Qué te ha parecido la serie?
No me estan gistando para nada excepto el rpimero lote 36…se repite la misma formula en la mayoria de los cuentos,. No se pierden nada si no los ven.
La verdad es que no entiendo la urgencia de desaconsejar algo sin verlo por completo, más siendo una antología donde cada capítulo tiene un estilo distinto al anterior. Para mi es claramente una de las series más importantes del año y reivindico darle una oportunidad a todos los episodios.