Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Black Panther: Wakanda forever
En Black Panther: Wakanda forever, Reina Ramonda (Angela Bassett), Shuri (Letitia Wright), M’Baku (Winston Duke), Okoye (Danai Gurira) y las Dora Milaje (incluida Florence Kasumba) luchan para proteger a su nación de las potencias mundiales que intervienen tras la muerte del Rey T’Challa. Mientras los wakandianos se esfuerzan por afrontar su próximo capítulo, los héroes deben unirse con la ayuda del Perro de la Guerra Nakia (Lupita Nyong’o) y Everett Ross (Martin Freeman) y crear un nuevo camino para el reino de Wakanda. Dirigida por Ryan Coogler, presenta a Tenoch Huerta como Namor, rey de Talokan, y está también protagonizada por Dominique Thorne, Michaela Coel, Mabel Cadena y Alex Livinalli. La película se estrena en cines el 11 de noviembre de 2022 de la mano de Marvel España.
Un final de Fase descafeinado
Llevar el sello de Marvel Studios delante de los créditos ya sirve para que una película no necesite de promoción para que acudan en masa todos los fans del Universo Cinematográfico de Marvel. Prácticamente todas las películas de superhéroes de Marvel que hemos visto desde 2008 han tenido un gran éxito en taquilla, y pocas veces los fans nos hemos quejado de las películas que llevamos viendo Fase tras Fase… hasta ahora.
Tras 3 fases maravillosas, y con la salida de grandes actores que dejaban de formar parte de los Vengadores, por abarcar de una manera al conjunto de héroes con los que disfrutamos en los cines, la Fase 4 nos ha ido dejando descolocados con esa mezcla de películas con poca relación entre ellas y muchas series que en ocasiones no han tenido la repercusión que se esperaba de ellas. Como colofón a una descafeinada Fase 4 llegaba Black Panther: Wakanda forever, pero ha sido incapaz de lograr el impacto de otras películas que concluían su pertinente fase, y nos ha dejado frios y con pocas ganas de más fases, pareciendo que este Universo necesita nuevos héroes que empaticen con los espectadores o, al menos, recuperar a los que hicieron que brillaran los superhéroes por méritos propios (lo que parece sí que sucederá en la Fase 5).
¿Homenaje o buscando la lágrima fácil?
Black Panther no solo supuso un soplo de aire fresco ante tantos superhéroes que conocíamos al dedillo, sino que supuso también incorporar al catálogo de Marvel a un superhéroe que simbolizase mucho más para la población afroamericana, convirtiéndose en un personaje con el que al fin pudieran identificarse millones de personas que pedían a un héroe como el protagonizado por Chadwick Boseman. Por desgracia, este héroe ha tenido un amargo final dado que su protagonista nos tuvo que dejar muy pronto, no solo siendo un duro golpe para la familia directa del actor, sino también para Marvel y los fans que perdieron un nuevo héroe al que seguir.
Black Panther: Wakanda Forever ha tenido que replantearse completa tras la pérdida del actor, adoptando un enfoque diferente y comenzando directamente con la historia donde nos cuentan la repentina muerte de T’Challa, pero en ocasiones superan el límite del homenaje y durante la película rozan ya la vergüenza con el abuso de recursos emotivos para que el espectador se emocione (o al menos eso intentan). Ryan Coogler, quien nuevamente dirige y escribe la película, ha sido capaz de integrar la muerte de Boseman, y por tanto de T’Challa, a la película, y lo ha hecho contando una historia de dolor familiar ante una pérdida tan grande (la pérdida de un hijo, un hermano,… un rey), pero también de superación y de honrar el nombre de quien nos ha dejado. Una historia de dolor que también está en Namor y el sufrimiento que ha acompañado a este personaje y a su nación desde el origen de sus días, donde España no sale bien parada.
Un nuevo mundo, pero con demasiadas similitudes
La idea de incorporar a esta entrega Talokan, un reino submarino gobernado por Namor y habitado por los Talokaniles, suponía abrir las puertas a nuevos personajes para seguir ampliando el Universo Cinematográfico de Marvel, pero también reflejar como el mundo siempre está alerta para atacar a naciones con ricos recursos naturales con los que poder lucrarse. Si bien no era tan necesario incorporar Talokan para ello, dado que desde hace años los países quieren apropiarse de los recursos de Wakanda, sí que es muy coherente poner de relieve como reaccionan diferentes naciones amenazadas de formas similares.
El conflicto entre Wakanda y Talokan en todo momento está bien presentado y desarrollado, aunque los motivos por los que Namor quiere enfrentarse y destruir el mundo exterior son un tanto excesivos y forzados, llegando por momentos a parecer excesivamente pesado su plan de secuestrar a una joven superdotada que ha creado una máquina, cuando claramente Estados Unidos ya puede haber replicado esa máquina sin necesidad de la ayuda de la joven Riri, pero había que presentarla de alguna manera como protagonista para poder vender su propia y futura serie en Disney+.
Más larga que un día sin pan
A nivel visual, salvo algún pésimo croma que desentona con el nivel habitual de Marvel, poco se puede decir que no se haya dicho ya de estas películas, que son todo un alarde de espectacularidad tanto a nivel gráfico como de acción, luciendo increíbles tanto Wakanda como Talokan. Pero Black Panther: Wakanda forever también quería ponerse melancólica, y para ello han prolongado la duración hasta los 160 minutos, que parecen muchos más, haciéndose aún más larga de lo que es en realidad, jugando el ritmo y la narrativa en su contra, algo que no se salva ni con las escenas de acción.
Tener que presentar personajes que valgan la pena, algo que apenas se logra, ha jugado en contra de la película, que ya tenía un gran lastre por el hecho de no estar ya Boseman, pero aún empeoran las cosas ante la ausencia de otro gran protagonista como era Michael B. Jordan. Sin estos dos referentes, Black Pather: Wakanda forever ha optado por dar mayor relevancia al elenco femenino, y han podido tener un tiempo adicional para desarrollar sus personajes, especialmente Angela Bassett como la reina con un gran dilema por delante. Lástima que estos personajes no tengan el carisma que tenía el Panther original (ni su némesis), y aunque lo intentan no logran elevar el nivel de la producción.
Black Panther: Wakanda forever se enfrentaba al difícil reto de superar la pérdida de Chadwick Boseman, y ha salido mal parada, manteniendo tan sólo la espectacularidad que se pide a una película de Marvel pero con un exceso de metraje y una historia bastante floja de la que tan sólo nos deja para el recuerdo la presentación de Namor en este Universo Cinematográfico de Marvel.
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ni un pero