Las críticas de Laura Zurita:
Girasoles silvestres
Julia, una joven de 22 años y madre de dos niños, se enamora de Óscar, un chico conflictivo con el que comienza una relación. A medida que pasan tiempo juntos, Julia empezará a plantearse si Óscar es la persona que realmente necesita a su lado, lo que la llevará a iniciar un viaje personal en busca de su felicidad y la de su familia.
Girasoles silvestres está dirigida por Jaime Rosales e interpretada por Anna Castillo, Oriol Pla, Quim Àvila Conde, Lluís Marqués, Manolo Solo y Carolina Yuste. La película se estrena en España el 14 de octubre de 2022 de la mano de A Contracorriente Films.
Reflexiones sobre la juventud y las relaciones
Julia tiene veintidós años y está sola con dos hijos: un niño y una niña. Eso ya nos dice mucho de ella, que haya tenido hijos tan joven, en el siglo XXI. Los jóvenes de esa edad se divierten, se emparejan, se labran un futuro, se buscan a sí mismos, y Julia intenta hacer todo eso, compaginándolo son el cuidado de los niños. Y no es fácil.
También es cierto que Julia toma malas decisiones en el amor. Óscar es encantador al principio, dedicado, enamoradísimo, pero va descubriendo poco a poco otras facetas de sí mismo. Tampoco es fácil con el ex-marido legionario y padre de los niños, que cambia entre el papel de padrazo que juega y disfruta de sus hijos, y el de padre distante que quiere mantener a sus hijos y que estén económicamente bien, pero a distancia.
Así, la obra contiene reflexiones sobre la masculinidad, la maternidad y la paternidad, el significado del amor y las relaciones tóxicas. El tono es realista y las situaciones son muy reconocibles. Es cierto que a veces puede parecer que en la película hay muchos tópicos y que es difícil creer que Julia tropiece varias veces con la misma piedra, pero es que es humano hacerlo, y todos conocemos casos en los que el aprendizaje requiere procesos largos. Es evidente que Julia recorre un proceso prolongado y difícil, pero también que el personaje madura y que hay alguna esperanza para ella.
Realismo muy trabajado
Jaime Rosales elige un tono más realista en esta película que en anteriores obras, y Girasoles silvestres tiene un tono certero de verdad. Eso no quiere decir en absoluto que su trabajo sea trivial o invisible. Su uso de las elipsis, de los primeros planos, de los fuera de campo, están muy medidos y consiguen exactamente lo que busca, una narración creíble y ágil que hace absorbente una historia cotidiana.
No es nada fácil plasmar la realidad en una película, y Rosales lo consigue con creces. Sus diálogos están vivos, y parecen venir del fondo del corazón. Réplicas tan aparentemente simples, como “Yo lo que quiero es que los niños estén bien” son tan oportunas y sinceras que te cuentan toda una historia de lucha, conflicto y frustración con muy pocas palabras.
Estupenda Anna Castillo
Las interpretaciones son buenas en general. Destaca Oriol Pla como Óscar, un hombre conflictivo, encantador cuando quiere, egoísta siempre, terriblemente humano y falible. Y, sobre todo, una estupenda Anna Castillo como Julia, en estado de gracia, que lleva el peso de la película con su personaje fuerte, frágil y herido, con el que es difícil no simpatizar a pesar de sus errores. La actriz también ha mejorado su técnica de voz, y consigue el tono adecuado para su personaje en todo momento.
Por último, destacar la excelente banda sonora de Triana, que con su voz desgarrada y sus letras entre la alegría, la emoción y la desesperanza, son el marco perfecto para una historia de luces y sombras.
Girasoles silvestres es una película realista con un personaje central con el que es fácil empatizar, encarnado por una estupenda Anna Castillo y una genial banda sonora con el inolvidable sonido de Triana.
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