Las críticas de Laura Zurita en Another Way Film Festival 2022:
Tabu: A Story Of The South Seas
El festival de cine sobre progreso sostenible Another Way Film Festival se celebra en la ciudad de Madrid de forma presencial, y en España en formato online, del 5 al 11 de octubre de 2022. El festival busca escépticos; mentes inquietas que no se conformen con un solo punto de vista, que busquen la verdad con persistencia aunque a veces tengan que cambiar de opinión para alcanzarla. Dentro de la programación del festival se proyecta la maravillosa Tabú (F.W. Murnau, 1931).
La última película de F.W. Murnau antes de su precoz muerte empezó como una colaboración con el famoso documentalista Robert J. Flaherty, aunque por diversos razones acabó dirigiéndola Murnau en solitario. Una docuficción que se divide en dos capítulos: el primero, llamado Paraíso, describe la vida de dos amantes en una isla de los Mares del Sur hasta que se ven obligados a escapar de la isla cuando la niña es elegida como doncella sagrada de los dioses. El segundo capítulo, Paraíso perdido, describe la vida de la pareja en una isla colonizada y cómo se adaptan y son explotados por la civilización occidental. Tabú está interpretada por Matahi, Anne Chevalier, Bill Bambridge, Hitu, y Ah Fong.
Narrativa en imágenes
El cine es el arte de las imágenes en movimiento. F.W. Murnau pertenece a la escuela de cineastas que aprendieron a crear con el uso puro de la imagen. Posiblemente por ello, aunque Tabú es de 1931, fecha en la que ya existía el cine sonoro, la película no lo es. De hecho, carece de intertítulos. La mayor parte de la historia se cuenta exclusivamente con imágenes, con el montaje y la interpretación de los actores. El director utiliza el elegante recurso de introducir los pocos textos explicativos que se engarzan en la narración en documentos que se intercambian entre los personajes.
Tabú empieza con una descripción del estilo de vida de la época en la isla de Bora Bora con personas que se integran perfectamente en su ambiente. Juegan, viven y trabajan con pocos medios materiales, y se adaptan a su medio, estando tan cómodos en tierra como en el agua. En Tabú, hecha antes del puritano código de autocensura, el código Hays, hay escenas en las que los isleños están semidesnudos, lo que hubiera sido imposible algunos años más tarde.
El primer capítulo se llama Paraíso, y eso es lo que parece la vida en las islas. En cierto sentido, nuestros protagonistas son Adán y Eva, y, como ellos comenten el pecado original al enfrentarse con la prohibición del tabú. Su crimen, sin embargo, no está destinado a quedar impune y en Paraíso perdido. vemos su huida y su lucha por la libertad
Obra maestra atemporal
El director eligió trabajar con actores no profesionales, la mayoría de ellos nativos de Polinesia. Posiblemente por ello, su forma de actuación está muy alejada del estilo propio de la época, que ahora nos parece tan exagerado. Los actores están muy bien dirigidos y son convincentes, y al mismo tiempo tienen una frescura y una naturalidad desarmantes.
La topografía está muy cuidada, así como la puesta en escena. El lenguaje cinematográfico ya estaba muy maduro, y el paso del tiempo no ha quitado nada de encanto a Tabú. De hecho, tiene unos momentos maravillosos que han pasado a la historia del cine, como la danza del cortejo, llena de sensualidad y complicidad: la secuencia de la fiesta y la pista de baile; y, por supuesto, la escena final, bella e impactante, que sigue siendo una de las mejores y más valoradas del séptimo arte.
Tabú es una obra maestra del cine mudo, una historia universal de amor y destino, y es todo un acierto que Another Way Film Festival la rescate y la proyecte en la gran pantalla.
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Tabu: A Story Of The South Seas
