sábado, febrero 24, 2024

Crítica de ‘True Things’: No es fácil encajar en tus zapatos

Las críticas de Daniel Farriol:
True Things

True Things es un drama psicológico dirigido por Harry Wootliff (Only You, Deep Water) que también coescribe el guion junto a Molly Davies, adaptando la novela «True Things About Me» de Deborah Kay Davies. La historia sigue a Kate, una mujer de mediana edad, soltera, con un trabajo y vida rutinarios, que se embarca en una relación sexual clandestina con un hombre que acaba de salir de la cárcel. Está protagonizada por Ruth Wilson (Mrs. Wilson, Luther), Tom Burke (Furiosa, The Show), Hayley Squires (Adult Material, La serpiente de Essex), Tom Weston-Jones, Elizabeth Rider, Melissa Neal, Robert Goodman y Chris Brazier. La película se ha estrenado en España en Filmin el día 24 de Junio de 2022.

Un retrato psicológico femenino bajo las últimas tendencias estéticas del cine indie

True Things es una de esas películas que me produce una fuerte dicotomía como espectador. Por un lado, me parece un filme que trata temas interesantes y que encuentro bien realizado e interpretado, pero por otro lado, me molesta bastante ese tono autoral impostado y la sensación de una solemnidad que está muy por encima de la profundidad real que posee la propuesta. Me refiero, por ejemplo, a la sempiterna elección del formato de pantalla en 3/4 que se ha convertido en una seña de identidad del cine independiente, sea cuál sea la historia que se quiera contar, o algunos desenfoques de cámara no siempre narrativos que proliferan desde la instauración del cine digital en los rodajes-grabaciones. Son signos de presunta qualité que me desesperan e inducen a pensar en la falta de personalidad de la mayoría de realizadores actuales.

Pero más allá de estas consideraciones puramente estéticas, el filme de la británica Harry Wootliff es un poderoso retrato psicológico con prisma femenino que rezuma pasión en su adaptación de la novela «True Things About Me» de Deborah Kay Davies. La trama se centra en Kate Perkin (Ruth Wilson), una oficinista que en su (in)madurez vive una etapa de incertidumbre y profundo aburrimiento. Soltera y solitaria, sin expectativas ni grandes sueños, tiene un trabajo rutinario al que siempre llega tarde, unos padres que la tratan como a una niña y un entorno donde lo normal sería haber escogido el camino predispuesto socialmente de formar una familia como fin en sí mismo. Es el caso de su única amiga, Alison (Hayley Squires), una mujer con carácter que debe conciliar el trabajo en la oficina con la exigencia que supone el cuidado de sus hijos. Pero esa no es la vida que Kate desea, nunca lo ha hecho, así que como forma de evasión o, tal vez, rebeldía de espíritu adolescente, inicia una relación sexual clandestina con uno de sus clientes, Blonde (Tom Burke), un hombre de aspecto rudo que acaba de salir de prisión.

Una relación tóxica 

El núcleo central de la historia de True Things lo ocupa esa extraña relación de dependencia emocional que pasa por distintas fases, desde el deseo carnal hasta el enamoramiento romántico, pero que casi siempre es una relación tóxica donde Kate sufre la manipulación de Blonde. Wootliff hace uso casi siempre de una cámara en mano nerviosa e inmersiva que sigue en primer plano a la mujer durante su periplo emocional, por cierto, una fantástica y generosa Ruth Wilson. La fotografía de Ashley Connor, se edulcora en exceso, pero podríamos considerarla deudora de la tradición del realismo sucio y de la crónica social británica para enmarcar a un personaje tratado con cariño pese a sus imperfecciones y contradicciones.

De hecho, por un momento, el guion escrito por Molly Davies parece querer derivar un trabajo de tono introspectivo sobre la desazón generacional ante las expectativas no cumplidas hacia un tratado abstracto sobre la esquizofrenia. Eso sucede cuando a base de actitudes incoherentes por parte de la protagonista se nos hace dudar de la propia existencia de Blonde que podría ser fruto de su imaginación (en un diálogo se hace referencia incluso a un amigo imaginario en la infancia), pero finalmente la historia no va por ahí. Es una muestra de la falta de control narrativo existente en la parte central de la película en la que no sabemos muy bien hacia donde nos dirigimos.

Viaje de autodescubrimiento

Es durante un viaje a España, rodada en Málaga, cuando Kate encaja, por fin, en sus zapatos (una metáfora que se repite varias veces en el guion), incluso aunque sea con unas deportivas que no combinan bien con su vestido de boda. Sin duda, es un cierre luminoso para una road movie emocional en la que Kate asume que su verdadera necesidad afectiva es quererse a sí misma, liberándose de cualquier atadura social o sentimental que le impida desarrollarse como persona y hallar su propio camino. El clímax final del filme acontece en una discoteca con Kate bailando desbocada bajo el influjo de la desgarradora y enrabietada voz de P.J. Harvey cantando el «Rid of Me». En un momento dado, toda la gente que baila a su alrededor desaparece y se queda ella sola en cuadro, es la poética manera que tiene Wootliff de visualizarnos ese viaje de autodescubrimiento.

True Things es un drama psicológico intenso que explora la sensualidad femenina y, especialmente, las barreras mentales que deben superar las mujeres en una sociedad patriarcal que les exige unos comportamientos cíclicos (estabilidad, complaciencia, tener pareja, ser madre…). El resultado es tan imperfecto como sugestivo, donde los bajones de ritmo se compensan con creces a través de imágenes arrebatadoras que reflejan a la perfección la angustia contemporánea derivada de las decepciones sobrevenidas al llegar a la edad adulta.


¿Qué te ha parecido la película?

True Things

7

Puntuación

7.0/10

Deja un comentario (si estás conforme con nuestra Política de Privacidad)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Síguenos

9,670FansMe gusta
2,070SeguidoresSeguir
500SeguidoresSeguir
23,108SeguidoresSeguir
5,210SuscriptoresSuscribirte
- Publicidad-

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Crítica de ‘Guardianes del museo‘: Una película de gatos con mucho arte en su interior

Las críticas de Ignacio Mittenhoff: Guardianes del museo En el museo Hermitage hay un escuadrón de felinos que protegen las obras de los roedores desde hace...