Crítica de ‘Entre reja y reja‘: Un falso documental sin la gracia que esperábamos

Esta comedia de estilo documental está ambientada en el centro penitenciario de S. M. HMP Woldsley, una cárcel para mujeres ficticia. La guionista y creadora Catherine Tate interpreta varios personajes: desde Laura Willis, la directora que cree que la creatividad es la clave de la rehabilitación, hasta Viv la Grande, una psicópata que cumple cadena perpetua. La historia de esta serie abarca seis semanas, durante las que las reclusas ensayan para un musical dirigido por Cheryl Fergison, exprotagonista de la serie ‘EastEnders’. Los ensayos reúnen a un montón de mujeres tan excéntricas como distintas que van encontrando su identidad, ganando confianza en sí mismas y fortaleciendo sus lazos de amistad.

Se trata de un gran cambio con respecto al tono de trabajos anteriores de la creadora y protagonista, pero está claro que las dotes cómicas de Tate y su capacidad para interpretar múltiples papeles a lo Eddie Murphy han sido cruciales para la buena acogida de la serie. Hasta la fecha no hemos visto nada que podamos encajar exactamente con Entre reja y reja, pero sí que podríamos decir que es una idea bastante original que mezcla The Office y Orange Is The New Black convirtiendo la serie en algo diferente.

Diversión y drama bien compensados

Entre reja y reja es una serie divertida, y hará especialmente gracia a los fans de Catherine Tate, pues tiene todo lo que ha hecho que esta actriz que tenga éxito, abarcando en la serie no solo muchas escenas cómicas, sino que hay espacio para la tragedia y el drama real, compensando la comedia y alejándose de la tonalidad que cabría esperar.

Cuando a alguien se le da vía libre para crear una serie propia, con su propio tono y estilo, está claro que algo bueno puede surgir de ahí, pero en esta ocasión puede que su escasa duración sea un lastre a la hora de explorar algo más las tramas que incluye y poder desarrollar personajes, quedando algo coja incluso para una serie de este estilo.

Los primeros episodios pueden echar atrás a algunos espectadores que no toleren ciertas bromas, pero la serie al menos mejora a medida que avanza su trama, desarrollando algo más (que no mucho) los personajes y la comedia pasando a un segundo plano. Pero para llegar ahí hay que ser capaces de ver esos primeros episodios que rozan la vergüenza ajena.

Un espacio cerrado y cómodo en el que hablar

Entre reja y reja comienza estableciendo el escenario donde sucederá todo: una prisión de mujeres. Aquí nos contarán las historias de los reclusas a través de sus personajes, y con mucha naturalidad vemos como cada personaje se siente cómodo en este espacio cerrado en el que pueden hablar libremente de sus problemas.

Catherine Tate tiene un complejo trabajo para sacar adelante todos los personajes, y el principal es el de una una mujer fuerte y segura de sí misma, aunque con algo de fragilidad bajo la apariencia que quiere mostrar, y acorde avanza la serie vemos como interactúa con todas las reclusas, haciendo lo posible por comprender sus problemas, estando atrapada entre su parte más humana y la profesional, pero por desgracia cuesta empatizar con los personajes al estar tan poco desarrollados.

No hay duda que Tate se compromete por completo con todos sus personajes y ofrece actuaciones sólidas con cada uno, pero no en todos funciona la comedia de la misma manera, aunque usa bien el drama pero es la culpable de algunos momentos vergonzosos en los que la broma no acaba encajando. La idea de un falso documental ha funcionado bien en otras series como The Office, pero dista mucho del resultado final al quedarse a medio camino tanto del desarrollo de sus personajes como de su narrativa, quedando algo desvirtuada con todo lo que parecía prometer esta idea.

Entre reja y reja es una serie que parecía atractiva, pero no consigue captar nuestra atención como para mantenernos enganchados incluso al sobrevivir a los primeros episodios. Catherine Tate logra demostrar su versatilidad, pero sin un buen guion es difícil destacar en el complicado mundo de las plataformas, aunque encontrará sus fans.