La secuela de la película más gamberra de las adaptaciones cinematográficas de Marvel, titulada (sin mucho esfuerzo) Guardianes de la Galaxia Vol. 2, recupera al grupo de héroes más variopinto que ha pisado el borde exterior de la galaxia en una nueva (aunque algo predecible y excesivamente melancólica) aventura.
El equipo liderado por Peter Quill (también conocido como Star-Lord) se enfrenta en esta ocasión a un desafío más allá de lo esperado: el propio padre de Peter. A partir de este punto, la historia flojea a nivel argumental, tiene demasiados altibajos (intentando mantener la acción en todos los hilos argumentales) y, puestos a sacarle defectos a la secuela, el mayor problema es que repite la historia de la primera película de manera casi esquemática.
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