Las críticas de David Pérez «Davicine»: La historia de Marie Heurtin
Jean-Pierre Améris acostumbra a presentarnos personajes distintos, apartados normalmente del primer plano de la pantalla, y en La historia de Marie Heurtin repite con una conmovedora historia real protagonizada por Isabelle Carré.
Basada en sucesos reales que acontecieron a finales del siglo XIX, la película cuenta la historia de una sordociega de catorce años que no puede comunicarse con el mundo exterior. Desoyendo los consejos de un doctor que dictamina su ingreso en un manicomio al considerar que la muchacha sufre idiocia, su padre, un humilde artesano, no puede pagar el ingreso de su hija en un asilo y la lleva al Instituto de Larnay, cerca de Poitiers, donde las monjas se ocupan de las mujeres sordas. A pesar del escepticismo de la madre superiora, la joven hermana Marguerite tutelará a Marie, haciendo todo lo posible por sacarla del mundo de tinieblas en el que vive.
A pesar de ser una trama manida, pues la historia real ha sido adaptada en forma de película en varias ocasiones, Améris logra emocionarnos en La historia de Marie Heurtin con la historia de esta «pequeña salvaje» que debe ser educada y sacada de la oscuridad en la que vive, adaptándola en esta ocasión con su punto de vista, centrándose en la educación, donde la hermana que se hace cargo de ella tiene por su parte más necesidad de sentir que tiene una hija que una alumna. Pero no sólo es una película de educación por tener que aprenderlo todo Marie, sino también por parte de Marguerite, pues ella aprenderá a ver el mundo de una forma nueva, como nunca se había imaginado.
Isabelle Carre interpretó anteriormente a una chocolatera de talento con trastorno de ansiedad social que quiere enamorarse en la película de Améris Tímidos anónimos, y aunque estas dos historias no podrían ser más diferentes, son en el fondo relatos similares pues el personaje de Carre tiene que luchar contra viento y marea para conseguir su objetivo, además de ambas alternar el realismo puro y duro con escenas juguetonas y agradables, acercando de manera menos dura a nuestra sensibilidad los trastornos de ansiedad o la educación de las personas sordas y ciegas.
Améris presenta los esfuerzos de la hermana por conseguir educar a Marie de forma seria pero con toques cómicos, siendo siempre respetuoso de las discapacidades y la personalidad de Marie, pero sin miedo de acercar con humor la dura tarea de enseñar a alguien que no puede ver ni oír, y que ha sido criado cual animal. La labor de interpretar a Marie es digna de mención, pues aunque Carre está impresionante como Marguerite, Ariana Rivoire, que interpreta a Marie, no es una actriz profesional, y fue seleccionada por el propio director a pesar de haberse olvidado la joven de acudir a los casting, pero llamó la atención del cineasta cuando la vio en el comedor donde se realizaba la selección, y fue todo un acierto, dotando a su personaje de gran fuerza y presencia.
Es curioso que la mayor emotividad no se busque en los problemas, sino en las soluciones y en los logros, siendo más que recordada la escena en la que por primera vez Marie capta el concepto de lenguaje de signos y cuando por fin se da cuenta de que Marguerite realmente sólo quiere ayudarla. Eso sí, en vez de recrearse con los logros, y mostrarnos, como muchas otras películas hubieran hecho, los avances a bombo y platillo, nos ofrece la parte más íntima y silenciosa, como la vida de Marie.
El diseño de vestuario remarca la rigidez y la naturaleza igualitaria de las hermanas y de sus cargos, lo que contrasta notablemente con la fotografía que resalta la belleza y el carácter poco disciplinado de la naturaleza. Todo ello apoyado con una banda sonora intimista, que repunta en los momentos más entretenidos, y se apacigua cual silencio en los más oscuros.
Con toques de El pequeño salvaje de François Truffaut, que se centró en un niño sordo y mudo encontrado abandonado en el bosque, la película de Jean-Pierre Améris también toma como base una historia real acerca de un niño con problemas, pero nos llena de esperanza y optimismo con una narración impecable de esta historia de enseñanza, siempre con su particular y alocado toque.
Nota: Crítica recuperada y editada de su primera publicación con motivo de la 59 SEMINCI.
No la conocía, me parece muy interesante.