Feige dijo: «Es casi como estrés post-traumático: se ha retirado a su taller después de los acontecimientos de Los Vengadores, donde está construyendo versiones avanzadas de sus trajes. Él ha [diseñado] una versión del traje que puede colocarse en piezas individuales … en cualquier momento y en cualquier lugar. Empieza a darse cuenta de [que] él no quiere estar fuera del traje. Él ha visto una gran cantidad de cosas en Los Vengadores y se ha encontrado con un montón de gente poderosa, mucho más poderosa de lo que es él».
Y agregó: «Gran parte de la película se centra en Tony en la mitad del país sin sus herramientas y un traje bastante roto para ayudarle. Pero ese es su superpoder: su poder es su cerebro. Es divertido poner a Tony Stark en un rincón sin nada y ver cómo puede salir de ahí».
En relación a Mandarín, Feige dijo: «Sentimos que había margen para explorar a Mandarín de una manera que no ha sido explorada antes. Nos dimos cuenta de que no podía apuntar a cualquier tipo de historia definitiva de Mandarín en los cómics, así que hicimos un amalgama. Mandarín es implacable: él es una amenaza sin parar».
Durante esta búsqueda, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto de proteger a las personas más cercanas y, durante este camino, encontrará respuesta a una pregunta que lleva tiempo atormentándole: ¿Es el traje el que hace al hombre o el hombre el que hacer al traje?.