
A pesar de un argumento sencillo, la trama va dando giros muchas veces, lo que demuestra el buen trabajo de los guionistas. No hay nada que ya no hayamos visto, pero mantiene un nivel bastante bueno, enlazando la trama principal con pequeñas historias de personajes secundarios que van moviendo la película a buen ritmo. De la dirección, bueno, poco vamos a decir, salvo que es magnífica. Para ser una película poco conocida, esta soberbiamente rodada, tal y como se espera de un director de la fama que tuvo, y conserva, Raoul Walsh.
Un clásico del cine de vaqueros, que merece la pena redescubrir.
La edición es bastante sencilla, pero el trabajo de remasterizado se nota, ofreciendo una calidad de imagen muy elevada. El «blanco y negro» se convierte en una gama de grises, que le dan un toque mucho más limpio a la película, lo que evidencia el buen trabajo realizado.
Que aproveche
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