Aunque tengamos que soportar leer las críticas de medio mundo antes de ver Malditos Bastardos, podremos apagar los televisores y abstraernos hasta su estreno que, si Universal ha podido remediarlo, sufrirá ciertos arreglos de última hora, sobre todo para subsanar los errores que tenía la cinta estrenada en Cannes y recibida fríamente por el público allí presente. Y es que recordad que ya comentábamos hace un tiempo que desde Universal y Weinstein Company le habían pedido a Tarantino que redujera en 40 minutos la película, quitando diálogos y obteniendo una película más de acción pura y dura… una lástima, pues el cine de Tarantino no es lo mismo si nos quitan las reflexiones.

En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) organiza un grupo de soldados judíos para tomar brutales y rápidas represalias contra objetivos concretos. Conocidos por el enemigo como “The Basterds”, los hombres de Raine se unen a la actriz alemana Bridget Von Hammersmark (Diane Kruger), una agente secreta que trabaja para los aliados, con el fin de llevar a cabo una misión que hará caer a los líderes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse.