El Festival de cine de Málaga merece mención especial, ues llega a su décimo segunda edición con el apellido del Festival de cine Español, algo que tiene su mérito al moverse en el dificil mercado español. Muchos son los festivales que tenemos en España, como Sitges, San Sebastián o más cerca de mi la Seminci, pero todos ellos dedican bastante hueco en sus secciones oficiales al cine europeo e internacional, pero en Málaga nos encontramos con todos los estrenos de las películas que se han producido entre octubre del año 2008 y marzo del año actual.
Desde aquí me gustaría aclarar algo, y es que allí nos dicen que apoyan a los nuevos directores, un acto elogiable, pero nos plantea una duda, y es si realmente las productoras se esfuerzan en mostrarnos sus películas de directores debutantes, o más bien es un fallo del cine español, donde son incapaces de dar continuidad al trabajo de nuevos directores, que en muchos casos tienen que realizar un gran esfuerzo por lograr a realizar una segunda o tercera película en su trayectoria, algo que queda constatado tras revisar las filmografías de muchos cineastas de nuestro país.
Siempre se ha caracterizado este Festival por contar con muchas operas primas, pero este año, además, no reciben a practicamente ningún nombre consagrado, pues los directores con más reputación ya se hacen sus huecos en los Festivales Internacionales. Al menos contamos con la presencia este año de David Planeli, que tras su corto ganador del Goya en el año 2004 nos presenta La vergüenza, y también contamos con Borja Cobeaga, que presenta su comedia Pagafantas, algo poco habitual en un Festival, que suelen resistirse a mostrar comedias entre sus apuestas cinematográficas. Y debemos destacar el día de la presentación la presencia, acaparando todos los flashes, de dos personajes con poca relación con el cine, Manuel Fraga Iribarne y Santiago Carrillo, que presentaban el documental Últimos Téstigos: Fraga y Carrillo, de José Luis López Linares y Manuel Martín Cuenca.