Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Porco Rosso
Porco Rosso (en japonés Kurenai no buta) es la quinta producción de Hayao Miyazaki con el Studio Ghibli realizada en 1992, siendo el séptimo largometraje del estudio, y que dio pie a un manga de seis volúmenes escrito por el propio Miyazaki.
La película relata la historia de Porco Rosso, quien no es un aviador corriente. De hecho, su nombre le viene por una maldición que sufrió años atrás y que transformó su cuerpo humano en el de un cerdo gigante. Desde entonces, Porco trabaja como caza-recompensas y protector de los barcos que sufren el ataque de los piratas del Adriático.
Porco Rosso fue todo un éxito de crítica y público en su estreno mundial. Fue elegida por la revista Time Out como una de las mejores películas de animación de la historia, quedando en el puesto número 30 y, aunque cosechó numerosos reconocimientos internacionales como el Premio Cristal al Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine de Annecy (Francia) en España se editó directamente en DVD, por lo que su llegada a las salas de cine en nuestro país es todo un hito. La película se estrena en cines el 18 de julio de 2025 de la mano de Vértigo Films, con versión remasterizada y proyección en 4k, una ocasión única para disfrutar de esta joya de la animación japonesa en pantalla grande.

Una película de altos vuelos
Curiosamente, la idea de este proyecto era un cortometraje para mostrar en los vuelos de Japan Airlines, basado libremente en el manga de Miyazaki «The Age of the flying Boat» («La Era de las Hidrocanoas»), pero la guerra en Yugoslavia ensombreció la película y acabó adquiriendo el toque serio que muestra, reivindicando uno de los mensajes primarios del estudio, el pacifismo, y Miyazaki decidió que este «corto» acabara siendo un largometraje para cines. Eso sí, la aerolínea confió en el proyecto y decidió ser uno de los productores del largometraje.
Porco Rosso consiguió ser número uno de la taquilla japonesa en su primer fin de semana en cartelera, y el estreno más taquillero del año 1992 recaudando 2.8 mil millones de yenes. El éxito hizo que no sólo Porco Rosso apareciera a modo de cameos en videojuegos, sino que hiciera breves apariciones en futuros proyectos del estudio como Susurros del corazón o Puedo escuchar el mar. En España se estrenó en septiembre de 1994, siendo el primer país occidental en estrenarla, además de ser doblada en español, lo que hizo que nuestro país fuera el primero en doblar la película a un idioma extranjero. Cuando Aurum se hizo con los derechos de distribución quiso reestrenarla en cines pero se decidió simplemente por lanzarla directamente en DVD.
En lo que respecta a la película en sí, Miyazaki no evitó mostrar la situación política y social vivida en Europa en esa época, y se muestra a los militares fascistas con el uniforme que llevaban ya que el objetivo del cineasta no era una crítica hacia el fascismo, sino a los totalitarismos que se vivieron y se siguen viviendo a nivel internacional, todo ello teniendo como telón de fondo Italia y Croacia, donde tienen lugar las escenas de las islas del mar Adriático.

Drama y humor para una experiencia maravillosa
Porco Rosso es una película que habla por sí misma. Es una divertida aventura salpicada de drama que nunca se toma demasiado en serio, pero muy bien desarrollada. Es animación hecha con algo más que tinta, papel y celuloide, tiene aventura, imaginación y mucho humor, pero también es tranquila y reflexiva, con un romanticismo nostálgico, y crea una experiencia realmente maravillosa.
Arranca con una pantalla en negro ocupada por una docena de pequeños cerditos que se mueven cual escritura de máquina de escribir, y cada uno escribe, en diferentes idiomas, la misma introducción, en la que se nos aclara que esta película nos traslada al Mediterráneo, en una época en la que los hidroaviones gobernaron las olas, y cuenta la historia de un cerdo valiente, que luchó contra los piratas voladores, por su orgullo, por su amante, y por su fortuna.
Miyazaki siente pasión por los aviones y lo muestra en toda la película, con multitud de diseños mecánicos, con su habitual cuidado y atención al detalle. Pero a pesar de las elegantes maniobras de combate aéreo o la frenética actividad de construcción de aviones, la película emana alegría, como no puede ser de otra forma en una película que deleita a adultos y niños, pues las historias de Ghibli tienden a apelar a audiencias más amplias, con fantasía, con un idílico diseño de personajes y limitando las blasfemias y la violencia, aunque el escenario aquí cambia de las habituales producciones y nos traslada a la Primera Guerra Mundial.
La película no sólo muestra la belleza innata de los países a los que nos traslada, pues también interiores preciosos como el popular café de Gina o su tranquilo jardín en contraste con su bullicioso local.

El sello Miyazaki a la altura de Ford o Kurosawa
Algo que destaca en la película es que abandona su costumbre de tener una protagonista femenina, teniendo en esta ocasión a un varón (o cerdo varón) al frente de la misma. El nombre real del protagonista, como humano, es Marco Pagot, en claro homenaje a los hermanos Pagot, famosos dibujantes italianos, creadores de la serie Calimero y con los que Miyazaki colaboró en la producción de la serie animada Sherlock Holmes. También hay un giro en el prototipo de protagonista, pues cambia la tendencia habitual de Ghibli de protagonistas muy jóvenes. Él es un adulto en todos los sentidos: bebe, fuma mucho y es un playboy. Si Porco Rosso fuera una película de imagen real, Marco sería interpretado por un actor como Humphrey Bogart en Casablanca.
En casi todas las películas del estudio encontramos el amor por la naturaleza, y también la duda, el cansancio de la vida y el realismo. Con frecuencia estos rasgos se encarnan en protagonistas femeninas, que podríamos generalizar como una joven idealista y una mujer mayor realista. En Porco Rosso, dado que el protagonista absoluto es masculino, encontramos esa mujer mayor en Gina, dueña de un restaurante y que ha conocido a Marco desde la infancia. Segura de sí mismo, independiente pero también conoce el sufrimiento y la tristeza. La mujer joven en esta ocasión es una pelirroja de 17 años de edad llamado Fio, nieta de un mecánico amigo de Marco que trabaja en arreglar el avión del protagonista. Fiel a su estilo, ella es impetuosa pero una mecánica experta, que reconstruye el avión mientras soporta bromas de Marco.
Miyazaki ciertamente es un maestro de la acción comparable a Ford o Kurosawa, pero también tiene poca paciencia con los melodramas y a menudo representa la violencia de los chicos como infantil y tonta. La colección de piratas del aire son más rivales que villanos y sus payasadas disparatadas nos llevan a la comedia. El culminante duelo aéreo entre Marco y el villano Curtis es tan destacable porque es la única escena de acción relevante de toda la película, y es que toda la historia se construye hasta este momento, convirtiéndose en una recompensa increíble.
En cuanto a la banda sonora, destacar que la canción inicial de la película cantada por Gina, «Les temps de cérises», fue originalmente escrita en Francia en 1866, con texto de Jean Baptiste Clément y música de Antoine Renard, siendo himno de la Comuna de París, convertido posteriormente en una canción popular.
Puede que Porco Rosso no tenga la calidad épica de Nausicaä o La princesa Mononoke, o la encantadora fantasía de Mi vecino Totoro, pero salda una cuenta pendiente con los días en que los pilotos eran celebridades. Tanto si se es fan de Miyazaki, como si se es fan de los aviones, o de la buena animación, Porco Rosso es imprescindible.
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