Las críticas de Laura Zurita:
Until Dawn
Un año después de la desaparición de su hermana Melanie, Clover (Ella Rubin) regresa al remoto valle donde ocurrió el suceso, acompañada por sus amigas. Allí, el grupo es acechado por un asesino enmascarado que las elimina brutalmente, una a una. Sin embargo, tras cada muerte, despiertan al inicio de la misma noche, atrapadas en un bucle temporal. Con cada repetición, la amenaza se transforma, volviéndose más intensa y aterradora. Descubren entonces que solo cuentan con un número limitado de intentos para sobrevivir hasta el amanecer y romper el ciclo.
Until Dawn está dirigida por David F. Sandberg y sobre un guion de Blair Butler y Gary Dauberman. El reparto principal incluye a Ella Rubin, Michael Cimino, Ji-young Yoo, Odessa A’zion, Maia Mitchell, Belmont Cameli y Peter Stormare. La película llegará a los cines españoles el 25 de abril de 2025, distribuida por Sony Pictures Releasing de España.

Reinterpretación desigual del clásico interactivo
Inspirada libremente en el aclamado videojuego Until Dawn de Supermassive Games (2015), la película homónima dirigida por David F. Sandberg se distancia desde sus primeros compases de la lógica de adaptación tradicional. En lugar de trasladar con fidelidad la narrativa interactiva del juego, Sandberg —conocido por Annabelle: Creation (2017) y Shazam! (2019)— elige construir un relato original que, si bien preserva ciertos elementos del material de base, introduce bucles temporales y una fusión deliberada de subgéneros del terror que la convierten en una experiencia distinta de la del videojuego.
Esta arriesgada decisión en Until Dawn se aleja del espíritu de toma de decisiones y consecuencias morales que definía la esencia lúdica del videojuego. Al prescindir de esa interactividad emocional, se pierde un elemento de tensión dramática. Sin embargo, la película compensa en parte esa pérdida apostando por una puesta en escena enriquecida por referencias a sólidas películas de género, tales como La cabaña en el bosque (Drew Goddard, 2011) y Feliz día de tu muerte (Christopher Landon, 2017). El recurso de repetir muertes con espantosas variaciones, lejos de convertirse en un juego de ingenio, va transformando el miedo inicial en una angustia progresiva, casi agotadora, que genera una atmósfera de resignación y asfixia.
En ese clima opresivo de Until Dawn juega un papel fundamental la dirección de arte. Se crean interiores, cuidadosamente compuestos, que se transforman gradualmente desde lo meramente anticuado hacia lo decididamente inquietante, acompañando sutilmente la evolución psicológica de los protagonistas. Esta metamorfosis espacial refuerza una sensación de inevitabilidad que se instala en el espectador casi sin darse cuenta.
Textura y corporeidad en los efectos prácticos
El director demuestra oficio a la hora de generar tensión, sobre todo en un primer acto de Until Dawn, donde el terror se manifiesta de forma física y directa, y en un tramo final que destaca por un montaje cruzado bien ejecutado, que logra mantener el pulso narrativo a pesar del caos que se cierne sobre los personajes. Los efectos prácticos, por su parte, porta textura y corporeidad a las secuencias más brutales, evocando un imaginario de serie B.
No obstante, Until Dawn se resiente por no concentrarse en un solo foco del terror. Al querer abarcar múltiples registros —del slasher clásico al horror psicológico, pasando por lo sobrenatural y lo metafísico— el relato pierde cohesión y se diluye su potencial. Until Dawn se dispersa, y lo que comienza como una propuesta intrigante se convierte en un espectáculo más entretenido que sustancioso. Cuando finalmente llega la explicación de lo que está ocurriendo, ésta se revela como superficial, poco articulada y narrativamente insatisfactoria.
El joven elenco de Until Dawn, aunque competente en lo técnico, no logra conmover ni generar verdadero vínculo emocional. Las motivaciones de los personajes son demasiado esquemáticas, y las relaciones entre ellos carecen del desarrollo necesario como para que sus destinos importen de verdad. En un film que pone en juego la vida y la muerte, se echa en falta una conexión más humana, más visceral.
Until Dawn es, en última instancia, una relectura ambiciosa pero irregular. Tiene destellos de talento y momentos de tensión bien construidos, pero su estructura narrativa carece de solidez. El resultado es irregular, lo que probablemente divida a los fans del juego original y a los espectadores ávidos de una experiencia de terror más cohesionada.
En resumen, Until Dawn es una adaptación osada que se desvía del camino trazado por el videojuego para ofrecer una experiencia cinematográfica distinta. Su propuesta visual y su premisa de bucle temporal aportan originalidad, pero las deficiencias en la cohesión narrativa y el desarrollo de personajes limitan su alcance. Para los fanáticos del videojuego, puede ser una experiencia agridulce; para el público general, es una cinta de terror entretenida con destellos interesantes.
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