Tras Guardianes del museo donde nos dio a conocer la increíble historia real de los gatos custodios del museo Hermitage de San Petersburgo, el cineasta ruso especializado en cine de animación Vassily Rovensky nos traslada en Guardianes en la Ópera a las Américas de principios de siglo XX, donde se erigía el primer y majestuoso Metropolitan de Nueva York: el viejo Met de la calle 39.
Guardianes en la Ópera tiene por protagonistas a una cuadrilla de perros con la misión de salvar la representación del ballet de Carmen, basado en la ópera de Georges Bizet. Una excusa perfecta para despertar la curiosidad por el mundo del ballet y la ópera entre los más pequeños, pero también para traer a la memoria el emblemático edificio de la Ópera Metropolitana de Nueva York que cerró en 1966 para llevar sus espectáculos al ahora famoso teatro del Lincoln Center.
Con motivo de su estreno el 8 de noviembre, y gracias a VerCine, tenemos un clip en exclusiva:
La Ópera Metropolitana de Nueva York, un lugar legendario y de renombre, y Carmen, la obra de ballet más famosa del mundo, son los escenarios de Guardianes en la Ópera, en la que Sansón, líder de un grupo de perros callejeros, salvará una mítica obra. Un día, huyendo de sus cazadores se esconde en el edificio Met. Allí conoce a la encantadora Margot, la mascota de Anastasia, la primera bailarina del teatro. La trama se complica cuando la única diadema que perteneció a la reina de Gran Bretaña y que Anastasia debe lucir en el cuarto acto, desaparece del camerino. Sin la diadema, el espectáculo no puede continuar y debe cancelarse. Ahora Margot y Sansón tienen que encontrar al ladrón y salvar la función al son de la música del gran Georges Bizet.
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