martes, noviembre 5, 2024

69 SEMINCI. Retrospectiva Cine Alemán. Crítica ‘Montag kommen die Fenster (Windows on Monday)’ (2006)

Las críticas de Daniel Farriol:
Ciclo-Retrospectiva – Espejo de pasiones. El cine alemán, los años 70 y el siglo XXI: Moderno/contemporáneo.
Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) (2006)

Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) es un drama alemán que está escrito y dirigido por Ulrich Köhler (El mal del sueño (La enfermedad del sueño), In My Room). La historia sigue a una mujer joven, su marido y su hija pequeña que acaban de mudarse desde Berlín a Kassel, una ciudad mucho más pequeña, donde ella trabaja de enfermera. De repente, comienza a sentirse incómoda y extraña con su vida y con los seres que la rodean.

Está protagonizada por Isabelle Menke, Hans-Jochen Wagner, Amber Bongard, Trystan Pütter, Elisa Seydel, Ilie Nastase, Ursula Renecke y Devid Striesow. La película ha podido verse en Seminci 2024 dentro de la Retrospectiva de Cine Alemán.

La crisis de la mediana edad

Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) es un relato intimista sobre el vacío existencial por el que transita una mujer y que puede extrapolarse a la propia incertidumbre vital de toda una generación. Ulrich Köhler es otro de los cineastas adscritos a la «Escuela de Berlín» y su breve filmografía es un compendio de soledades y ausencias en el mundo contemporáneo que retrata de manera distante y con una puesta en escena minimalista.

En esta ocasión, con Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) nos presenta a una familia aparentemente feliz formada por una enfermera de cuidados paliativos que se muda a una pequeña ciudad junto a su marido e hija pequeña. Al mismo tiempo que acometen las reformas de su nueva casa su vida conyugal se desmorona, de manera que el espacio se convierte en un aspecto narrativo fundamental para entender la evolución emocional de los personajes.

Un día cualquiera y sin motivo aparente, la mujer abandona a su marido e hija y emprende una huida hacia ninguna parte que le lleva hasta un hotel en medio de las montañas donde encontrará más preguntas que respuestas.

La fugacidad de la vida

Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) se centra principalmente en ese aislamiento voluntario que el director escenifica mediante elegantes planos de seguimiento a su protagonista, a la que a menudo enmarca en espacios engullidos por el vacío. El propio título resulta irónico para explicar la situación de la pareja. Por un problema de entendimiento con los trabajadores que realizan la reforma, la nueva casa no tiene ventanas, es una manera de explicar cómo la calidez del hogar se escapa dejando entrar el frío de la incertidumbre.

La «Escuela de Berlín» y, por extensión, el cine de Ulrich Köhler, son un reflejo de aquella sociedad alemana de principios de los años 90 que, tras la caída del muro de Berlín, asumió un tránsito histórico que contrastaba con la sensación de estancamiento en toda una generación llena de incertezas acerca de su futuro. Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) conserva esa mirada apesadumbrada sobre una cotidianidad convertida en lápida para las aspiraciones y sueños cuando llega la madurez. No es casualidad que la profesión de la protagonista sea el cuidado de enfermos terminales, es algo que nos hace abrazar con ahínco toda la fragilidad y fugacidad de los seres humanos en este tránsito que llamamos vida. Por ejemplo, una de las escenas finales transcurre con el escenario de un cementerio de fondo.

No se dan demasiadas explicaciones, los silencios pesan más que los diálogos, por eso la protagonista toma una decisión tan drástica sin avisar y sin explicar los motivos. Es la crisis de la mediana edad, la sensación interna de insatisfacción constante ante una vida sobrevenida que no es la que se pensaba vivir siendo más joven.

Sin rumbo

Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) es un filme tan interesante como exigente con el espectador. Casi todo sucede fuera de campo o en el pensamiento de los personajes, pocas cosas se verbalizan. Para ello, Ulrich Köhler realiza un ejercicio de estilo no exento de humor negro mediante el uso de evidentes metáforas (cuando la chica coge una sierra mecánica como gesto de las ganas que tiene de destruirlo todo) o enmarcando a los personajes en interiores que resaltan los estados anímicos mediante el encuadre y/o el color (la escena del porche o la del cuarto de baño).

El filme es un trabajo naturalista donde cuentan los detalles mínimos para acompañar a esa mujer durante un viaje de autodescubrimiento y al marido en ese sentimiento de abandono que no alcanza a comprender. Todo suma para amplificar la bajada a los infiernos de la soledad, el ritmo mortecino o eso exteriores que se llenan de nieve, pero en verdad el refugio interior no deja de ser una mentira cobarde que hace aumentar la sensación de insatisfacción como demuestra el encuentro en el hotel de la chica con el tenista o la forzada relación del hombre con la profesora, parches emocionales que no curan sus heridas.

Montag kommen die Fenster (Windows on Monday) es una película existencialista y pesimista que se sirve disfrazada de pequeño drama familiar, a veces incluso resulta incómoda en su frontalidad de la aflicción de personajes antipáticos. Ulrich Köhler cuestiona las relaciones y las convenciones sociales a través de la crisis de una pareja donde, en realidad, se busca reflexionar sobre la decepción de una generación impotente que había perdido su rumbo identitario.


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Montag kommen die Fenster (Windows on Monday)

6.7

Puntuación

6.7/10

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