Las críticas de Laura Zurita:
Justicia artificial
El gobierno español anuncia un referéndum para aprobar un polémico sistema de Inteligencia Artificial que promete automatizar y despolitizar la justicia sustituyendo a los jueces y juezas en todo el país. Carmen Costa, una reconocida juez, es invitada a trabajar en el desarrollo del proyecto, pero la repentina desaparición de la creadora del sistema provoca una gran desconfianza en ella. Pronto entiende que está descubriendo una conspiración que pretende controlar, desde la justicia, a todo el país.
Justicia artificial está dirigida por Simón Casal sobre un guion de Simón Casal y Víctor Sierra, e interpretada por Verónica Echegui, Tamar Novas, Alba Galocha, Alberto Ammann, José Afonso Pimentel, Elea Petit, Monti Castiñeiras, Marco D’Almeida, Paula Morado, Melania Cruz, Ledicia Sola, Xabier Deive y Santi Prego. La película se estrena en España el 13 de septiembre de 2024 de la mano de A Contracorriente Films.
El mundo de pasado mañana
Justicia Artificial nos presenta un futuro lleno de posibilidades, inquietante pero también fascinante. La película nos invita a reflexionar sobre los límites de la tecnología y la importancia de preservar los valores humanos en un mundo cada vez más automatizado.
El filme está dentro del género de ciencia ficción social que se centra en el desarrollo de la sociedad frente al proceso tecnológico más que en la tecnología en sí misma. La película combina este enfoque con una trama de investigación policial de manera efectiva, lo que la hace entretenida además de inteligente.
Justicia Artificial transcurre en un futuro cercano, en el mundo de pasado mañana. En este momento la IA es omnipresente, gestionando desde los vehículos autónomos hasta los sistemas de diagnóstico médico, lo que indica que ya ponemos nuestra vida en manos de la inteligencia artificial. Los algoritmos también han llegado a los tribunales, ofreciendo análisis de casos y recomendaciones a los jueces, y se prepara un referéndum en el que se pregunta si se aceptará un sistema en el que la IA sustituya a los jueces.
Los defensores de la Justicia Artificial prometen juicios más rápidos, imparciales y eficientes, resolviendo el colapso en los tribunales, que vemos siempre cubiertos de legajos y ahogados en trabajo. Sin embargo, la trama de la película irá revelando que existen riesgos inherentes a esta tecnología. La IA es tan buena como los datos con los que se alimenta y los algoritmos en los que se basan y, por tanto, están basados en último término en decisiones humanas. Carmen Costa, la juez que tiene que valorar el sistema, representa en cierta forma a todos nosotros, que nos enfrentamos a una tecnología gigantesca y tenemos que usar nuestro buen juicio y nuestro sentido común para tomar decisiones con respecto a esta.
El cine lleva años planteando cuestiones sobre la IA, en películas como 2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968), Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995), Her (Spike Jonze, 2013 y Ex Machina (Alex Garland, 2014), por citar solo algunas. Lo que hace Justicia Artificial especialmente relevante es que presenta un escenario inquietante pero realista, planteando la viabilidad y la conveniencia del uso de IA para tomas decisiones cruciales para el funcionamiento sano de una sociedad. A medida que la IA continúa avanzando, es fundamental que reflexionemos sobre las posibilidades y los límites de esta tecnología.
Guion inteligente
El guion de Justicia Artificial es inteligente y presenta unos personajes creíbles, en especial el de la protagonista, Carmen Costa, interpretada de manera solvente por Verónica Echegui. La película tiene un desarrollo interesante como obra de suspense, si bien a veces pierde un poco de ritmo. El final es correcto y efectivo, aunque se pudiera desear que fuera algo menos abierto.
En el desarrollo de Justicia Artificial ayuda notablemente la banda sonora de Sofía Infante, que crea una atmósfera intensa y misteriosa con los picos dramáticos en los momentos de acción, e invita al espectador a zambullirse en la atmósfera adecuada.
Justicia Artificial ha sido rodada en Galicia, y utiliza con inteligencia el aspecto salvaje de los paisajes locales. Contrasta esto con los escenarios interiores, limpios y asépticos, como diseñados con máquinas, que aparecen iluminados con una luz fría y poco acogedora. La luz en sí misma cuenta una historia que le llega al espectador de forma clara, sin necesidad de más explicaciones.
En conclusión, Justicia Artificial es una película que nos obliga a cuestionar hasta dónde estamos dispuestos a delegar nuestras decisiones en manos de algoritmos. A través de una trama de suspenso y una atmósfera tensa, la cinta explora las consecuencias de un futuro donde la inteligencia artificial reemplaza la justicia humana
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