Cobertura realizada por Daniel Farriol:
72 Festival de San Sebastián
No es cine todo lo que reluce se ha desplazado hasta el 72 Festival de San Sebastián, y os iremos contando nuestras primeras impresiones de todas las películas que tengamos la oportunidad de ver, así como otras cosas interesantes que sucedan en estos días tan señalados y dedicados al mejor cine nacional e internacional que se estrenará en los próximos meses. Hoy os hablamos de las películas: On Falling, Dormir de Olhos Abertos y El llanto.
ON FALLING
Dirigida por: Laura Carreira
Intérpretes: Joana Santos
País: Reino Unido – Portugal
Sección Oficial
Sinopsis: On Falling cuenta la historia de Aurora, una mujer portuguesa que trabaja en un gran almacén de Escocia. Atrapada entre los muros de su centro de trabajo y la soledad de su piso compartido, Aurora trata de resistir al aislamiento, la alienación y la charla trivial que comienzan a amenazar su consciencia de sí misma. En un entorno dominado por una economía basada en algoritmos y diseñada para mantenernos separados, On Falling explora la lucha silenciosa y vital por encontrar sentido y conectar.
Nuestra opinión: On Falling, una de las películas que más ha gustado a la prensa acreditada en el festival, es un drama social deudor del cine de Ken Loach y los hermanos Dardenne, en el que la debutante Laura Carreira encuentra su propia voz mediante un retrato tan desolador como aterrador sobre como el capitalismo feroz se ha instaurado en nuestra sociedad para devorar la identidad individual de los ciudadanos. Un claro ejemplo de esto es el clímax de la película que sucede durante una entrevista de trabajo donde la protagonista es incapaz de contestar a la sencilla pregunta de qué cosas le gusta hacer en su tiempo libre, no sabe qué decir porque debido a las circunstancias su vida se ha reducido al hecho de sobrevivir y se le ha olvidado lo que es vivir.
Aurora (Joana Santos), es una inmigrante portuguesa afincada en un pueblo de Escocia que trabaja en un gran almacén como picker (los encargados de verificar mediante un lector de código de barras los artículos pedidos por los clientes), un empleo rutinario que apenas le da para comer y pagar el alquiler de un piso compartido. Eso sí, si consigue ser la empleada más rápida del día en realizar la tarea puede obtener como premio una chocolatina,
La directora, portuguesa como su personaje, muestra la cotidianidad diaria de la mujer como un descenso a los infiernos del aislamiento social, sin oportunidades, sin ilusiones, sin futuro. La fotografía de tonos grises y lo claustrofóbicos que resultan los espacios cerrados, ayudan a conseguir esa sensación opresiva que atrapa en un bucle de soledad a la protagonista. El peligro de acometer una narrativa basada en la repetición es caer en el aburrimiento para el espectador, así que resulta loable que consiga eludirlo la mayor parte del tiempo, sin embargo, el desenlace no está a la altura de lo esperado al no ofrecer una resolución real al conflicto principal. On Falling es un interesante ejercicio de cine social que tanto gustan a la mayoría de programadores de festivales de cine.
DORMIR DE OLHOS ABERTOS
Dirigida por: Nele Wohlatz
Intérpretes: Chen Xiao Xin, Wang Shin-Hong, Liao Kai Ro, Nahuel Pérez Biscayart
País: Brasil – Argentina – Taiwán – Alemania
Horizontes Latinos
Sinopsis: Una ciudad costera de Brasil. Kai llega de Taiwán de vacaciones con el corazón roto. Un aire acondicionado estropeado la envía a la tienda de paraguas de Fu Ang. Podrían haberse convertido en amigos, pero la temporada de lluvias no llega y la tienda desaparece. Mientras busca a Fu Ang, Kai descubre la historia de Xiaoxin y un grupo de trabajadores chinos en un lujoso rascacielos. Kai se encuentra extrañamente reflejada en el relato de Xiaoxin.
Nuestra opinión: Dormir de Olhos Abertos es una comedia dramática que busca su esencia en un tono naturalista casi documental, pero que acaba perjudicada por un errático uso temporal de la elipsis que impide la conjunción de las distintas líneas narrativas. El punto de partida es bastante extraño y a la vez coherente, Nele Wohlatz es una directora alemana rodando en Brasil acerca de la desafectación identitaria de la comunidad asiática en el país sudamericano, temática que ya retrató en su aclamada anterior película El futuro perfecto (2016), y es que ella misma estuvo viviendo en Argentina durante bastantes años.
Así que la llegada de la protagonista de Dormir de Olhos Abertos a una ciudad costera brasileña, en soledad tras una reciente ruptura sentimental, probablemente tenga otras conexiones con la propia vida de la directora que refleja con acierto y bastante humor ese aislamiento emocional que siente alguien que llega a otra cultura, con otro lenguaje y costumbres distintas. El inicio y la parte final, centradas en el personaje de Kai, son estupendas, divertidas y amargas, con un perfilado minimalista de situaciones cotidianas nos hace empatizar con la protagonista. Por desgracia, la parte central no funciona igual de bien pese a que la idea era muy interesante sobre el papel.
Kai tendrá un encuentro fortuito en una tienda de paraguas con otros asiáticos que se sientes igual de desplazados que ella. Allí recibirá un regalo en forma de caja repleta de cartas que acompañarán a Kai en su estancia y cuya lectura trasladará la acción al tiempo en que fueron escritas. Esa transición resulta demasiado confusa, el tono de la película se vuelve más plomizo y la película parece no tener un rumbo claro de a dónde quiere dirigirse. Al final volveremos a retomar el hilo que nos hará reflexionar sobre la (in)comunicación entre las personas, sobre la compleja adaptación a un entorno al que no pertenecemos y sobre la búsqueda de uno mismo a través de aquello que hacemos. Un filme demasiado irregular, pero con algunas secuencias y personajes entrañables.
EL LLANTO
Dirigida por: Pedro Martín-Calero
Intérpretes: Ester Expósito, Mathilde Ollivier, Malena Villa
País: España – Argentina – Francia
Sección Oficial
Sinopsis: Algo acecha a Andrea, pero nadie, ni siquiera ella misma, puede verlo a simple vista. Hace veinte años, a diez mil kilómetros, la misma presencia aterrorizaba a Marie. Camila fue la única persona que pudo entender lo que le ocurría, pero nadie las creyó. Al enfrentarse a esa amenaza opresiva, las tres escuchan el mismo sonido sobrecogedor. Un llanto.
Nuestra opinión: Siempre es de agradecer la inclusión de películas de género en festivales de cine generalistas, así que aplaudimos la decisión de que El llanto estuviese en la Sección Oficial, además sumando el Premio a la Mejor Dirección, pero finalmente fue una de las decepciones de esta edición del festival. Concebida como una película capitular que divide sus episodios por el nombre de las mujeres que los protagonizan, el terror de El llanto acaba siendo una excusa para la reflexión social acerca de la violencia ejercida contra las mujeres.
El prólogo de El llanto es bastante potente y la concepción visual de la secuencia en la discoteca es una muestra de lo que podría haber hecho grande este filme. Sin embargo, el guion de Isabel Peña firmado junto al propio director, acaba cayendo en algunos lugares comunes con una resolución final donde la idea acaba estando por encima de la propia coherencia de la historia. Tras el prólogo tenemos la trama de Andrea (Ester Expósito), la parte menos interesante del filme, en la que una chica que mantiene una relación sentimental a distancia es acosada por una presencia maligna que solo puede verse a través de las cámaras y móviles (esto no es muy original).
La incorporación de lo tecnológico y de la transmisión vírica de la maldición recuerda en demasía al J-horror, pero sorprendentemente el director de El llanto a una pregunta que le hicieron en la rueda de prensa aseguró no saber lo que era eso… Si en otra crónica nos quejábamos que se realizase un remake de Emmanuelle por parte de una directora y una protagonista que negaban haber visto el filme original, me parece igualmente absurdo afrontar un filme de terror de estas características sin tener un bagaje previo de conocimientos en el género.
La conexión de ese fragmento rodado en España con el siguiente en Argentina se hace a través de un edificio de aspecto simétrico que misteriosamente aparecen en ambos lugares y que donde se concentra la génesis de la maldición (no esperes que te expliquen mucho más). El terror asociado a un lugar, adquiriendo el paisaje urbano el protagonismo de un personaje más, también me recordó al terror de maldiciones que se está haciendo en Indonesia, por ejemplo, Satan’s Slaves: Communion (Joko Anwar, 2022) o sus sucedáneos, como la camboyana Tenement (Sokyou Chea, Inrasothythep Neth, 2024), pero también a terror clásico como La centinela (Michael Winner, 1977), aunque no termine por explotarse esta vertiente más allá de una intrigante incursión en el apartamento de las chicas durante el primer segmento. Ahí dentro había otra película de terror distinta.
En definitiva, El llanto es un filme de género, más sugerente que aterrador, cuyo interesante planteamiento busca desmarcarse conscientemente del propio género añadiendo un trasfondo social que fluye como metáfora feminista. La parte de Argentina es muy superior a la rodada en España al incorporar nuevos temas que hacen más rica la acción, por ejemplo, la obsesión del artista o el cine como herramienta social para contar lo que sucede (la protagonista de este segmento es estudiante de dirección de cine), pero aun así, el conjunto carece de la consistencia necesaria para hacer trascender su discurso.