Las críticas de Daniel Farriol en el 77 Festival de Locarno:
La Mort viendra
La Mort viendra es un thriller dramático coproducido por Alemania, Luxemburgo y Bélgica, rodado en francés, que está dirigido por Christoph Hochhäusler (Till the End of the Night, Las mentiras de los vencedores), quien también coescribe el guion junto a Ulrich Peltzer. La historia sigue los pasos de una asesina a sueldo que es contratada por un legendario gángster para vengarse del asesinato de uno de sus hombres. Tras aceptar el encargo se verá envuelta en la maraña de una intriga en la que ella misma se convierte en presa.
Está protagonizada por Sophie Verbeeck (El collar rojo, À trois, on y va), Louis-Do de Lencquesaing (Retorno a Seúl, Limonov: The Ballad of Eddie), Marc Limpach, Mourade Zeguendi, Hilde Van Mieghem, Nassim Rachi y Laura Sepul. La película ha podido verse en la sección Concorso Internazionale de Locarno Film Festival 2024.
Mafiosos troyanos
La Mort viendra es un thriller existencialista con influencias del polar francés que busca desarrollar una trama enrevesada con múltiples personajes que se entrecruzan para caer finalmente en los lugares comunes del género y un giro final del todo previsible. La historia principal nos presenta a un viejo gángster con una enfermedad terminal que contrata a un asesina a sueldo para vengar el asesinato de uno de sus «correos» mientras transportaba dinero en el reverso del cuadro «Hécuba ciega a Poliméstor» (1728) del pintor italiano Giuseppe Maria Crespi.
La pintura escenifica la venganza de la troyana Hécuba que, tras descubrir que Poliméstor mató a su hijo, le arranca los ojos. La inclusión de este elemento de la mitología griega no tiene mayor alcance que ponernos sobre la pista de lo ocurrido y exhibir la fuerza de las mujeres en un contexto de masculinidad salvaje como es el submundo criminal. También, tal vez, puede verse como la ceguera de la vieja guardia ante el avance de los nuevos tiempos, ya que en la película hay un planteamiento que confronta lo viejo y lo nuevo en el mundo criminal.
La Mort viendra es cine negro de manual ambientado en una Bruselas subterránea e industrial con bandas criminales enfrentadas y locales nocturnos donde se ejerce impunemente la prostitución, todo bastante reconocible dentro del género. Se intenta dotar de mayor profundidad a los personajes al estilo de los franceses Jean-Pierre Melville o Jacques Becker, pero se cae en los habituales trompos del cine estadounidense reciente con la inclusión como protagonista de una asesina a sueldo que se verá envuelta en la doble posición de cazadora y presa.
Un guion que se dispersa demasiado
El director alemán Christoph Hochhäusler es un ferviente amante del género y ya coqueteó en sus anteriores películas con la estética noir como ejercicio de estilo, pero en La Mort viendra da un paso más allá al sumergirse en una historia de gángsters que está llena de recovecos oscuros, venganzas, ajustes de cuentas y engaños. Lo único que ha evolucionado en esos personajes respecto a los que poblaban las cintas de los años 50 es que ahora los mafiosos son casi ejecutivos de despacho con preocupaciones financieras que están por encima de otros conceptos como el honor o la lealtad.
La compleja trama se inicia cuando un poderoso gángster, Charles Mahr, es invitado por un excéntrico rival, Patric De Boer, para invertir en un negocio de prostitución en el que se utilizarán muñecas sexuales y tecnología de realidad virtual. Algo demasiado moderno para él. Esta subtrama es una mera excusa que no se desarrolla. Al tiempo, el propio Mahr contrata a su Nikita particular, Tez, para buscar al asesino de su esbirro sospechando que puede haber un topo en su equipo. La red de mentiras y argucias se irá extendiendo al resto de personajes implicados hasta atrapar a la propia Tez mientras busca a un fantasma en una ciudad fantasmagórica.
Aparecen demasiados personajes que no adquieren el protagonismo esperado y el argumento se complica como si quisieran revivir Chinatown (Roman Polanski, 1974), por desgracia, no estamos ante un guion bien urdido para desplegar un discurso unitario sino que acaba siendo una maniobra de despiste para el espectador debido a la falta de concreción en los temas que subyacen bajo la historia principal.
Mortalidad, finanzas y el posible ocaso del patriarcado en el mundo criminal
La Mort viendra reflexiona sin suerte sobre la mortalidad en el ámbito del poder y en cómo afecta la cercanía de la muerte en la toma de decisiones. Se plantea igualmente un ocaso del patriarcado en el mundo criminal con mujeres que escalan posiciones en la toma de decisiones, pero también cae en saco roto al centrarse en la explotación sexual como fuente económica del negocio. Es como si Christoph Hochhäusler quisiera identificarse con rasgos distintos del cine negro de toda la vida y acabase cayendo en los tópicos más manidos.
Encontramos personajes secundarios más interesantes que los propios protagonistas como la prostituta de cuerpo amoratado que comparte cama con el gángster De Boer y su mujer Julie y que, a la vez, arriesga su vida sirviendo de espía para una mafiosa ciega, o la presencia testimonial de Denise, la ex de Mahr. Sin embargo, Tez, la asesina a sueldo, pese al correcto desempeño de la actriz belga Sophie Verbeeck que lleva un corte de pelo andrógino a lo Anne Parillaud, se convierte en una gélida imitación de otros roles parecidos que ya han dejado de ser una novedad en el género. Algo parecido le sucede al resto de mafiosos que renuncian a su propia personalidad en pos del estereotipo.
En definitiva, La Mort viendra es un thriller convencional filmado con eficacia que bebe del polar francés y del cine negro clásico estadounidense, dejándose ver sin dificultad, pero sin poseer la capacidad necesaria para hacer trascender sus reflexiones ni impresionar en las pocas secuencias de acción que contiene.
¿Qué te ha parecido la película?
Descubre más desde No es cine todo lo que reluce
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.