Las críticas de Ignacio Mittenhoff:
Dragonkeeper: Guardiana de dragones
Tiempos oscuros en el antiguo imperio chino. Los dragones, antaño amigos y sabios aliados de los hombres, llevan años perseguidos y enjaulados. En una lejana fortaleza, una joven ayuda al último dragón vivo a escapar de su cautiverio y se une a él en una trepidante aventura para recuperar su tesoro más preciado: el último huevo de dragón, robado por un malvado hechicero que desea el poder que en él reside para alcanzar la inmortalidad. Perseguida por los ejércitos del Emperador, esta extraña pareja se embarca en un apasionante viaje a través de China, en el que ambos aprenderán a crecer juntos y a confiar el uno en el otro para derrotar a sus enemigos y garantizar la supervivencia del linaje de los dragones.
La película, destinada al público familiar, es una gran coproducción española-china y está basada en la primera de las seis novelas de la popular y multipremiada saga literaria homónima de Carole Wilkinson. Dragonkeeper: Guardiana de dragones, el nuevo largometraje de animación dirigido por Salvador Simó (Buñuel en el laberinto de las tortugas) y Li Jianping, se estrenó en cines de nuestro país el 19 de abril de la mano de A Contracorriente Films, y ha llegado a Movistar Plus+ el 23 de agosto de 2024.
No esperes una película de acción ni de comedia
Si llegas a Dragonkeeper: Guardiana de dragones pensando que vas a ver una película de acción, de aventuras, de luchas entre humanos y dragones con momentos de tensión y momentos cómicos, ésta, sin duda, no es tu película. A pesar de que la edad recomendada es para todos los públicos, Dragonkeeper: Guardiana de dragones no es una película destinada al público más infantil, más por su ritmo pausado que por su argumento o belleza visual.
Es inevitable hacer referencia a Raya y el último dragón a la hora de hablar de Dragonkeeper: Guardiana de dragones. La similitud entre ambas películas es significativa, y, a la vez, son muy diferentes entre ellas. Mientras que en la película de Disney nos encontramos con situaciones muy variopintas, momentos de mucho humor y otros más calmados, en Dragonkeeper: Guardiana de dragones es todo lo contrario. Tenemos ante nosotros una película que nos cuenta la historia de una manera pausada, tranquila. No tiene prisa en que sucedan las cosas. Y es aquí donde los mas pequeños (y algún que otro adulto) se pueden quedar en el camino.
Visualmente la película es maravillosa. Todos los escenarios que aparecen en el film se han cuidado hasta el más mínimo detalle. Lugares y símbolos muy reconocibles para todos los amantes de la cultura china tienen cabida en el film: grandes paisajes, monumentos y edificios muy característicos, enormes ciudades con amplias calles y templos con una iluminación interior realmente bellos.
Una pequeña heroína que lleva todo el peso de la película
La protagonista de la película es Ping, una niña que, desde muy pequeñita, desarrolla un poder que la haca ser la próximo guardiana de dragones. Es un personaje al que se le coge cariño. No hace nada sin ningún motivo, y todas sus acciones tienen un fin lógico, que todos llegamos a entender y a compartir. Es un niña muy madura, a pesar de su corta edad, y de que no ha conocido más mundo que el que le rodea junto a la persona que la adopta, una anciana sirvienta del gran amo. Un rol que tiene muy asumido, y que intenta transmitir a la pequeña Ping.
Del otro lado tenemos a los villanos de la película, comandados por un malvado hechicero que, aunque al principio puede parecer que tiene buenas intenciones, la muerte de su madre le hace ansiar el poder y la vida eterna por encima de cualquier cosa. Es un personaje sin escrúpulos, que no duda en apartar de su camino a todo aquel que quiera hacerle frente, incluida la pequeña Ping.
Entre medias tenemos a los dragones, unos seres mitológicos muy bien recreados. En este aspecto la película es bastante realista, en el sentido de que los dragones pueden comunicarse con Ping, pero no la forma coloquial como vimos en Raya y el último dragón. Aquí el uso de ese poder místico que tiene Ping hace que pueda hablar con ellos y que pueda entenderles sin que los dragones tengan que articular una sola palabra. El diseño de los dragones es bello, aunque con cierto parecido a los dragones vistos en la película de Disney (algo lógico, ya que un dragón es como es, no podemos inventar un personaje que sea un dragón sin que se parezca a un dragón).
Una película con un ritmo pausado incluso en las voces de los personajes
Como hemos comentado, la película es lenta. Desde el comienzo notamos que podemos relajarnos en la butaca de la sala de cine, ya que no nos vamos a encontrar con situaciones que nos hagan saltar del asiento. Hay momentos donde el diálogo es pausado, largo, tranquilo. Incluso en el doblaje se han molestado en coger unas voces que transmiten mucha tranquilidad. Pero no toda la película es así. La última batalla es realmente épica, con momentos de acción que nos hacen despertar, acompañados de una banda sonora que acompaña muy bien durante toda la batalla final.
En definitiva, Dragonkeeper: Guardiana de dragones es una película bella visualmente, que todo amante de la cultura china disfrutará, y que no será entendida o apreciada por buena parte del público que la vea. Lo que está claro es que el cine de animación no está reñido con el cine lento y pausado característico de otros géneros.