Las críticas de David Pérez «Davicine» en el AMFF 2024:
Calor brutal
Un enorme segmento del Sol se ha desprendido y se dirige hacia la Tierra, cuya superficie se calienta lentamente hasta un nivel insoportable. Un extraño estado de ánimo invade un mundo debilitado: cualquier cosa puede ocurrir, prácticamente en cualquier lugar, sin previo aviso. Incluso en un pueblo tranquilo, donde un joven de 18 años se queda varado de camino a casa. Una serie de extrañas aventuras le obligan a enfrentarse a sus mayores temores.
Calor brutal es definido en Filmin como un cruce entre el melodrama apocalíptico de Melancolía y el disparate de Jo, ¡qué noche! en la que un enorme segmento del Sol se dirige a la Tierra, cuya superficie se calienta hasta un nivel insoportable y provoca que la gente se comporte de forma extraña. Dirigida por Albert Hospodarsky, está protagonizada por Tereza Dockalova, Vaclav Kopelec, Milan Mikulcík, Ivana Uhlírová, Vojtech Kunc y Zdenka Petrová. La película se ha presentado en la Sección Oficial del Atlàntida Mallorca Film Fest 2024 y ha podido verse en Filmin dentro de la programación del AMFF 2024.
Un viaje al fin del mundo
A pesar de parecer que podríamos estar ante una película sobre el fin del mundo, el debut en el largometraje de Albert Hospodářský opta por poner en el centro de la historia un viaje, el de un viaje dentro de un mundo que va camino de su final, tal y como lo conocemos, sin llegar a las escenas postapocalípticas de otras películas desérticas como Mad Max, pero en la que el calor comienza a hacer estragos, especialmente en los comportamientos humanos. De esta forma, Calor brutal es una road movie de manual con detalles sobre hacia donde se dirige la sociedad cuando ve cercano el final.
A nivel visual e interpretativo, está lograda la forma de mostrarnos cómo los humanos vamos cambiando nuestra manera de ser y las prioridades cuando el calor nos empapa la ropa de sudor y vemos en las noticias lo que acabará con nosotros, pero por desgracia la narrativa no acompaña y queda una película pobre que no logra enganchar ni por su ritmo ni por su guion. No son pocos los que comparan esta película con Melancolía, de Lars von Trier, al tener ya previsto que todo se va a acabar, y de ahí que los personajes sigan con su vida cotidiana o sin demasiadas expectativas de futuro al saber que dentro de 30 años todo concluirá y no pueden huir ni esconderse de este final. Y es por ese motivo por el que Calor brutal recuerda más a un mero drama independiente, del que solo sabemos el destino final por las noticias que salen en televisión. Sin necesidad de efectos visuales pueden convencernos del final escrito de la humanidad, pero de nuevo la narrativa impide que sea una película de calidad como para elevarla al nivel de Melancolía.
Desidia en el reparto y el espectador
Al frente del reparto tenemos a Vincent Hospodářský, quien se va encontrando todo lo que acontece delante de sus ojos, en su viaje al campo, sin hacer nada especial para que esas situaciones lleguen a él. Al igual que con la película, todo acontece sin venir a cuento, van sucediendo cosas, una detrás de otra, no siempre con conexión entre ellas, y las reacciones del protagonista son las mismas que las de cualquier espectador, que no es más que una indiferencia sin importar lo que vaya a suceder a continuación.
Las únicas escenas de valor derivan de ciertas situaciones alrededor del protagonista que implican conversaciones y acciones derivadas de la falta de ilusión por no tener esperanzas de futuro claras, algunas surgidas dentro de un bar con conclusión más allá del umbral del mismo, mostrando como no solo el miedo puede ser una reacción al fin del mundo, sino también la liberación de prejuicios que de otra forma algunas personas jamás dejarían atrás. Lástima que esto no se aproveche tanto pudiendo haber sacado más juego e interés en algunos momentos de la película.
En resumen, Calor brutal es una road movie con toques apocalípticos en la que un debutante en el largometraje Albert Hospodářský tenía buenas ideas para realizar una película interesante y con mensaje, pero queda en una producción aburrida y sin demasiado interés por lo que suceda a sus personajes.