Las críticas de Laura Zurita:
Los niños de Winton
Un joven corredor de bolsa británico, Nicholas «Nicky» Winton (Anthony Hopkins), ayudó a rescatar a cientos de niños de los nazis en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, con la ayuda de su madre (Helena Bonham Carter). Un acto de compasión casi olvidado durante 50 años, y del que Nicky vive atormentado por los fantasmas de los niños a los que no pudo rescatar, culpándose por no haber hecho más.
Los niños de Winton está dirigida por James Hawes e interpretada por Anthony Hopkins, Lena Olin, Johnny Flynn, Helena Bonham Carter, Tim Steed, Matilda Thorpe, Daniel Brown, Alex Sharp, Jirí Simek y Romola Garai. La película se estrena en España el 22 de marzo de 2024 de la mano de Diamond Films.
Un momento álgido de la Segunda Guerra Mundial
Los niños de Winton se basa en el libro «If It’s Not Impossible…: The Life of Sir Nicholas Winton» (Si no es imposible…: La vida de Sir Nicholas Winton), escrito por Barbara Winton, la hija del hombre que da vida al libro. El libro relata la historia de un hombre modesto pero verdaderamente grande. Nicholas Winton, un corredor de bolsa británico, organizó el rescate de 669 niños judíos de Checoslovaquia ocupada por los nazis en 1938-39. Su «Kindertransport» llevó a los niños a salvo al Reino Unido. Esta labor heroica permaneció en secreto durante 50 años hasta que en 1988 se reveló su historia. Winton recibió numerosos homenajes por su valentía y compasión, incluyendo el título de caballero en 2002. Lo más notable del protagonista de Los niños de Winton es que no buscaba reconocimiento, manteniendo su labor desconocida para la mayoría, mientras otros que habían hecho mucho menos buscaban fervientemente la gloria.
Los niños de Winton transcurre en dos planos temporales. Parte de la historia se desarrolla en los albores de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Tercer Reich se extendía por Europa ante la inacción internacional. Los alemanes han ocupado los Sudetes y controlan el resto de Checoslovaquia, amenazando la vida de los refugiados y disidentes. Esta parte es de corte clásico, tranquilo, una narración con un estilo discreto en grado sumo. Mucha más intensidad hay en la otra parte, que se sitúa en el Reino Unido en los años ochenta, con un Winton anciano que rememora sus recuerdos. La ambientación de ambas épocas es impecable, tanto en peinados, vestuario y la dirección de arte, pero aparte de eso, el director ha optado por dar a ambos períodos un aspecto similar, lo que permite transiciones fluidas entre ellos sin cambios abruptos de luz, color o estilo interpretativo. Las transiciones de Los niños de Winton están bien situadas en el tiempo y son claras, de manera que la línea narrativa se sigue fácilmente.
En lugar de centrarse en la ferocidad y crueldad de la represión nazi, Los niños de Winton las presenta con discreción, y prefiere dedicar tiempo y atención a los largos y cuidadosos trámites burocráticos que Winton y su equipo llevaron a cabo para realizar el transporte de los niños. Estas extensas y meticulosas tareas, sin duda abrumadora, era la forma de heroísmo de Winton, que era un hombre trabajador, meticuloso y tenaz, que no soldado ni agente de la resistencia.
Un aspecto impactante de Los niños de Winton es la representación de los campos de refugiados donde vivían aquellos que huían del Tercer Reich. Es claro que los refugiados no eran solo judíos, sino también disidentes, gitanos, homosexuales y personas fuera de la norma nazi. Aunque la reconstrucción de los campos es fiel, como puede verse en las fotografías de la época, las escenas inevitablemente recuerda las imágenes de refugiados modernos, lo que sugiere sutilmente la continuidad de la tragedia de los refugiados a lo largo del tiempo. No en vano, en las escenas de los años 80, la radio retransmite noticias sobre personas que huyen de conflictos, desencadenando así recuerdos en Winton.
No se cae en la tentación del sentimentalismo
No se cae en la tentación del sentimentalismoA pesar de la heroica historia que tiene Los niños de Winton como base, y la dura realidad subyacente, la película evita caer en el sentimentalismo excesivo y previsible. Aunque existen algunas tentaciones hacia el dramatismo, se muestra contención y habilidad en el manejo de los tiempos, lo que le otorga un tono realismo en lugar de ser melifluo y sentimentaloide. En Los niños de Winton, los personajes están ocupados en hacer lo que deben hacer en lugar de lamentarse, darse arengas mutuamente o dar discursos, evitando crear momentos épicos de manera forzada.
La banda sonora se utiliza asimismo de manera tradicional, completando y subrayando la acción sin ser intrusiva. Especialmente la música seleccionada para Winton no solo define su carácter refinado, sino que también revela una especie de burbuja interior en la que vive.
Como vemos en muchas producciones británicas, en Los niños de Winton el reparto es excelente y trabaja de manera impecable. Helena Bonham Carter, que a veces puede ser bastante excesiva, ofrece una actuación contenida y bien modulada como Babi Winton, la madre de Nicholas. Su característica mirada de fuego tiene sentido como expresión de una mujer inteligente y educada, llena de saber estar, pero fiera defensora de su hijo. Anthony Hopkins está sencillamente extraordinario como Nicholas Winton anciano, con su aire de persona común que nunca buscó estar bajo los focos. Comparte personaje con Johnny Flynn, quien interpreta con bravura al joven Winton. Ambos actores colaboran para crear el personaje, compartiendo acentos, gestos y expresiones corporales, dando vida a la misma persona en distintas etapas de su vida. Winton se presenta como algo envarado, pero decidido, ambicioso con sus metas, pero modesto con respecto a su persona, y ferozmente obstinado cuando cree en la tarea que tiene que cumplir.
Los niños de Winton tiene un estilo clásico, contenido y tranquilo, con una excelente calidad técnica. Sus mayores fortalezas residen en su guion, construido sobre una historia sobre un hombre verdaderamente grande, y las excelentes interpretaciones, especialmente las de Anthony Hopkins, Johnny Flynn y Helena Bonham Carter.
¿Qué te ha parecido la película Los niños de Winton?
Los niños de Winton
