Las críticas de Laura Zurita:
Vive dentro
Sam es una joven india-estadounidense desesperada por encajar en el instituto. Ella prefiere rechazar su cultura y su familia para ser como el resto de sus compañeros. Cuando un espíritu demoníaco mitológico se aferra a su antigua mejor amiga, deberá aceptar su herencia para derrotarlo.
Vive dentro está dirigida por Bishal Dutta e interpretada por Megan Suri, Neeru Bajwa, Mohana Krishnan, Betty Gabriel, Vik Sahay, Gage Marsh, Jenaya Ross, Beatrice Kitsos, Sangeeta Wyliey y Jared Ager-Foster. La película se estrena en España el 26 de enero de 2024 de la mano de A Contracorriente Films.
Comentario sociocultural
El comienzo de Vive dentro presenta a Samhida, una de los llamadas inmigrantes de segunda generación: nace en EEUU y, aunque conoce sus raíces, está dejando el idioma de sus padres para encajar en su grupo de edad.
Vive dentro, aparte de ser una aportación al género, es un comentario sociopolítico, hablando de un grupo de personas a caballo entre dos culturas que se ven tratados como diferentes por sus vecinos y coetáneos. Samidha se enfrena a una falsa tolerancia que disimula todo lo indeseable con el soniquete de preguntar si acaso es «Un cosa cultural». La presencia que entra en la vida de Samidha puede verse como una alegoría de la diferencia cultural. La presencia es traída desde la India, persigue a las familias que vinieron de allí, y de alguna manera señala a los que toca como extraños, los aísla de la sociedad y los daña. La diferencia entre la apariencia de Sam, tan alegre, relajada y similar a sus compañeros, y la de la antigua amiga a la que amenaza la presencia, mucho más étnica y diferente, es otra manera de comunicar lo que significa la integración. El que fueran amigas en el pasado y no en el presente también es simbólico, ya que Sam se acerca mucho más a amigas que pertenecen a la mayoría.
El principio de Vive dentro es inquietante, con unos hechos terribles de los que no conocemos el contexto, pero sí el resultado. Algo muy importante en la presencia de la que se habla es que es una presencia carnívora, lo que es muy importante en la comunidad hindú, que es en su mayoría cultural y gastronómicamente vegetariana. Enfrentarse con un ser que come carne es algo muy asqueroso y que va en contra de ellos mismos. Ello presta al desarrollo de la película una dimensión ominosa y enajenante, con grandes consecuencias para nuestra protagonista. No hay que olvidar, además, que la manera de enfrentarse a una presencia peligrosa y amenazadora implica el tener que recordar saberes antiguos en oposición directa al sentido común y la aparente realidad de los barrios suburbanos e impolutos que la directora señala insistentemente en el contexto con el que Samidha conecta y quiere conectar.
Así, el terror de Vive dentro es una manera de entretejer mensajes de alienación, de diferencia, de interculturalidad, y la peculiaridad. La directora, aparte de buscar el miedo y el puro entretenimiento, quiere comunicar una manera de ver y de vivir.
Vive dentro es mejor mientras la presencia extraña están sugerida e insinuada, y la película consigue ser inquietante en la primera mitad, en la que mantiene su originalidad y la frescura. En la segunda mitad, en cambio, la película empieza a calcar muchos de los clichés del género, a veces como una copia de películas como The ring, o los distintos Aliens, y sigue caminos ya conocidos y trillados, hasta su final, en la que la peculiaridad cultural recupera la fuerza.
Intento de nueva mirada
Aparte de su dimensión de terror, Vive dentro transcurre en un instituto, con estudiantes (interpretados por actores jóvenes y simpáticos), taquillas, largos pasillos y profesores más o menos simpáticos. Samidha (Megan Suri) tiene un físico atractivo y lleno de expresividad, y su relación con su amiga Tamira (Mohana Krishnan) es interesante y conmovedora.
Vive dentro intenta abrir nuevos caminos para el género, e introducir una voz femenina, joven y culturalmente distinta, y lo consigue en cierta medida. En sus 90 minutos busca ofrecer entretenimiento, una atmósfera inquietante y un mundo propio, que desgraciadamente no termina de desarrollarse totalmente.