Las críticas de David Pérez «Davicine» en el AMFF 2023:
Chiara
La extraordinaria historia real de Clara de Asís, o cómo una joven de 18 años consiguió convertirse en Santa tras enfrentarse a la masculinidad religiosa y al mismísimo Papa. Chiara es una película de Susanna Nicchiarelli, directora de la celebrada Miss Marx, participante en la Sección Oficial del Festival de Venecia, que cuenta en su reparto con Margherita Mazzucco, Andrea Carpenzano, Carlotta Natoli, Paola Tiziana Cruciani y Luigi Lo Cascio. La película se estrena en Filmin en agosto de 2023, en exclusiva en España, en el marco de la décimo tercera edición de Atlàntida Mallorca Film Fest.
Una historia que había que contar
Susanna Nicchiarelli quiere devolver a Santa Clara de Asís los méritos que la tradición católica a menudo ha omitido, pues a muchos nos viene tan sólo a la mente la imagen de una seguidora fiel de San Francisco de Asís, con quien fundó la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas, y para ello se inspira en los textos de Chiara Frugoni, una historiadora y académica italiana, especializada en la Edad Media y la historia de la iglesia, con los cuales da forma a esta historia de una valiente y joven rebelde convertida aquí en una heroína feminista.
La película nos lleva a Asís, 1211. Clara (Chiara si lo dejamos en italiano como el título de la película y tal y como se la cita en la película) tiene dieciocho años y una noche se escapa de casa para reunirse con su amigo Francisco (Francesco en italiano): a partir de ese momento su vida cambia para siempre. Con carisma y convicción se libera de las ataduras de su acomodada familia y llega a enfrentarse al mismísimo Papa. Por ella, por las mujeres que la acompañan y por su sueño de libertad. Estamos ante la historia de una Santa, pero también la historia de una niña y su revolución.
Más allá de cine religioso
Muchos espectadores podrían pensar que estamos ante un biopic religioso, una de esas películas que disfrutan más quienes profesan la fe y se deleitan con las historias de santos, pero es encomiable el esfuerzo de la directora para que su película sea accesible a un público amplio y diverso. Chiara es una película agradable de ver para cualquier espectador que reciba con los brazos abiertos un buen drama que entretiene con una gran historia y un gran ritmo que, por momentos, nos evoca al cine musical por la cantidad de escenas repletas de música que marca el ritmo de lo que acontece.
Sorprende que en algunas escenas parezca que estemos más ante un cuento fantástico que ante una historia real por el uso de recursos que hacen menos verosímil la historia, a pesar de la intención de ser fiel a la realidad de los documentos históricos empleados como base del guion. Tan fiel ha querido ser que el idioma que se habla casi todo el tiempo es un dialecto antiguo, y para mostrarnos esta lengua vernácula italiana de la época tuvieron que realizar muchos estudios, demostrando el interés de la cineasta por hacer que la historia fuera más realista (aunque quienes la vemos con subtítulos no apreciamos esos matices de la lengua vernácula), el cual alterna con algunos momentos en latín.
Los años no pasan para los santos…
A lo largo de 17 años van contando la historia de Clara, aunque curiosamente no se esfuerzan en envejecer a los personajes, especialmente el de Clara, interpretada por Margherita Mazzucco (conocida por La amiga estupenda aunque debuta con esta película en el largometraje), quien consigue transmitir un gran carisma y todo el asombro de esta joven rebelde que escribe un nuevo capítulo en la religión.
Se augura un buen futuro a Margherita Mazzucco, aunque se echa de menos que no dote de mayor profundidad a su personaje, puede que más bien por el guion que por su trabajo. Junto a ella cabe destacar a Andrea Carpenzano como Francisco, mostrándose autoritario pero también con cierta fragilidad bajo su fachada exterior, aunque igual que sucede con Mazzucco no tiene demasiadas posibilidades de sacar todo su talento.
En resumen, Chiara es el resultado de una amplia investigación por parte de Chiara Frugoni y de una conversión en imágenes muy apasionada de manos de Susanna Nicchiarelli, aunque por desgracia no logra transmitir la intensidad que sus personajes merecían. Una historia que nos hace ver con otros ojos la historia de esta Santa que aquí nos muestran como la mujer detrás del icono religioso, sirviendo también para cerrar una trilogía femenina que Susanna Nicchiarelli comenzó con Nico, 1988 y siguió con Miss Marx.
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Chiara
