Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Royalteen: La princesa Margrethe
Tras causar un escándalo en un baile, la princesa Margrethe intenta volver a la normalidad mientras lucha por mantener una imagen perfecta y afronta problemas familiares. Elli Müller Osborne (Lobo vikingo) es la estoica princesa en Royalteen: La princesa Margrethe, secuela de Royalteen dirigida por Ingvild Søderlind que cuenta en su reparto con Sammy Germain Wadi, Amalie Sporsheim, Filip Bargee Ramberg, Johannes Gjessing, Mathias Storhøi y Ines Høysæter Asserson. La película se estrena en Netflix el 11 de mayo de 2023.
Historias muy «reales»
Para quien no haya visto Royalteen, se trata de una historia de amor sobre cómo vivir con tus errores, superar tus miedos y reventar Internet. Cuando empiezan a surgir sentimientos entre el príncipe Karl Johan (Mathias Storhøi), Kalle para los amigos, y la recién llegada Lena (Ines Høysæter Asserson), esta se siente encantada, pero también es escéptica, y por muchas razones. Kalle es un príncipe amigo de las fiestas y un habitual de la prensa rosa y los blogs de cotilleos, uno de ellos publicado por la propia Lena de forma anónima hasta que la descubrieron. Lena es dolorosamente consciente de que salir con el futuro rey podría dejarlos en una situación imposible, y no le ha contado ni a Kalle ni a nadie un secreto aún mayor, que también es el motivo de que se fuera de su ciudad natal.
En Royalteen: La princesa Margrethe volvemos a ver a Kalle y Lena, pero se centra claramente en la princesa Margrethe (Elli Müller Osborne). El baile del año pasado tuvo un final muy traumático para la princesa Margrehte, que no se atreve a decirle a nadie lo que pasó la noche en que la hospitalizaron. De pronto, la familia real danesa decide ir a Noruega y la princesa podrá conocer por fin al guapo príncipe danés con el que lleva meses chateando. Mientras en la realeza noruega aumentan los problemas, Margrethe se debate, desconcertada, entre el deber de cuidar de su familia, dar la imagen de una princesa fuerte y su sensación de vulnerabilidad en la búsqueda del amor.
Un drama adolescente repleto de clichés
A pesar de la distancia social y económica que hay entre la protagonista y una gran parte de los espectadores de la película, y claramente ser bastante superficial al no profundizar en exceso en los sentimientos y emociones de Margrethe, no es difícil empatizar con la joven princesa y conectar con sus problemas, al no dejar de ser, en el fondo, una adolescente que no puede llevar una vida normal por pertenecer, en este caso, a la familia real.
Como cabe esperar en una joven en sus circunstancias, y como hemos visto en muchas más películas y series que implican a jóvenes que pertenecen a la realeza, que casi es ya un género en Netflix, Margrethe tiene un comportamiento rebelde e impulsivo para escapar de una realidad que no siempre es de su agrado. A pesar de su comportamiento, es capaz de mostrar una imagen frente al mundo mientras mantiene ocultos sus problemas personales y familiares.
Claramente, esta historia (con variantes) ya se ha contado antes y de mejores formas, siendo un drama adolescente repleto de clichés tanto en lo que cuenta como en cómo lo cuenta, con diálogos predecibles muy por debajo de los que ya acostumbramos a ver en muchas series de adolescentes de mayor éxito.
Trama sencilla y predecible ante la complejidad de lo que cuenta
Elli Müller Osborne da vida a Margrethe, y logra mostrar todas las complejidades que conlleva la vida de la joven que intenta manejar tanto su vida personal como la vida pública aunque, a pesar de la complejidad del personaje, la trama es bastante sencilla y plana, sin sobresaltos ni sorpresas más allá de lo que cabe esperar de una historia como esta. La protagonista es claramente lo mejor de la película y la que parece haberse esforzado más en lograr sacar provecho al personaje incluso con los vagos diálogos con los que cuenta.
Muchos temas delicados podrían haberse tratado con mayor profundidad, como el abuso de drogas, la ansiedad o los problemas de salud mental, pero en Royalteen: La princesa Margrethe tan sólo sirven para mostrarnos algunas facetas más de la protagonista, mientras otros temas se pasan sencillamente por alto, sin posicionarse ni sacar conclusiones al no cerrar demasiados puntos abiertos.
Algo que destaca en la película es el buen trabajo de vestuario y maquillaje sin olvidarnos de la bella fotografía, aunque parece que no invirtieron el mismo tiempo y esfuerzo en el montaje y edición, con primeros planos innecesarios o transiciones entrecortadas que distan mucho de una producción de nivel.
En resumen, Royalteen: La princesa Margrethe es la historia de una joven que debe cargar con un complejo secreto, acercando el drama adolescente a una familia real moderna con la presión adicional que supone para una adolescente vivir en este mundo, aunque la trama es en exceso sencilla y se siente demasiado superficial incluso para los temas tan delicados que trata.
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Royalteen: La princesa Margrethe
