Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Día de la madre
Cuando secuestran a su hijo, al que no conoce, la exagente especial Nina decide recuperarlo… y usar sus habilidades letales contra quien se interponga en su camino. Agnieszka Grochowska (Ni una palabra) protagoniza Día de la Madre, thriller de acción dirigido por Mateusz Rakowicz. Completan el reparto Adrian Delikta, Dariusz Chojnacki, Paulina Chrusciel, Pawel Koslik, Arkadiusz Brykalski, Sebastian Dela, Szymon Wróblewski, Konrad Eleryk y Jowita Budnik. La película se estrena en Netflix el 24 de mayo de 2023.
¿La violencia como último recurso?
Nina, una exagente especial, es una mujer fuerte y luchadora. Un día, su hijo Max es secuestrado por un líder de una pandilla que busca venganza, pero él no sabe que Nina es su madre al pensar que sus padres biológicos están muertos. Para salvarlo, Nina también tiene que enfrentarse a él… ¿Hasta dónde será capaz de llegar para salvar a su hijo?
No hay duda que a poco que uno sea espectador habitual de Netflix sentirá que ha visto la película, o que la premisa es demasiado familiar, pues recientemente se ha estrenado en la misma plataforma la película con Jennifer Lopez La madre. Al igual que en esta ocasión, una mujer con habilidades especiales para matar es sacada de su escondite para localizar a su hija del que fue separada, y a partir de ahí se desata la acción.
La primera escena de Día de la Madre comienza con Nina peleando contra un grupo de chicos con ganas de gresca que están molestando a unas jóvenes. Contra todo lo que cabría esperar, ella usa unas latas de cerveza para darles su merecido y ganar la pelea. Una forma perfecta de arrancar una película de acción que promete entretenimiento mientras eleva las expectativas que pudieramos tener en esta historia. Ahora bien, ¿eso implica que es buena la película? La respuesta es sencilla… No.
Buena acción no es lo único que sostiene una película
En plena era marcada por la violencia y la acción de John Wick, muchas son las películas de acción que llegan a los cines y plataformas con la única intención de seguir su camino y captar espectadores. Pero no solo un cúmulo de escenas de acción hacen que estamos ante una buena película, pues se necesita una trama adictiva y una narrativa correcta para que no nos salgamos de la historia en cualquier momento.
Día de la madre no defrauda en lo que se refiere a su puesta en escena de la acción, con peleas a cámara lenta, montaje rápido, movimientos de cámara con puntos de vista atípicos y zooms vertiginosos que ayudan a elevar el nivel de estas escenas, sin escatimar en violencia ni en emplear la protagonista todo tipo de «armas» para vencer a sus rivales. De hecho, cada una de las peleas tienen una coreografía impecable, y la energía que emana es lo que realmente hace que destaque la película, siendo esos los mejores momentos de su metraje.
Pero esta acción se ve perjudicada por una narración plana y lineal que evita que nos mantengamos enganchados a la pantalla, especialmente por lo insulsa que es la premisa. ¿Cuántas películas hemos visto ya de una madre que hace todo lo que está en sus manos para salvar a su hijo? Demasiadas, y muchas mejores que ésta.
A veces es bueno empatizar
Por seguir con el ejemplo citado de la franquicia John Wick, puede que de inicio pareciera ridícula la excusa de matar a su perro para desencadenar una espiral de venganza contra todo el que se pusiera en su camino, pero conseguíamos empatizar con Wick y comprender poco a poco su pasado, y cómo había llegado hasta el momento en el que carga sus armas. En Día de la madre no logramos empatizar con Nina, no sabemos casi nada de ella, y no tiene tiempo de desarrollo el personaje. Es sorprendente que siendo la protagonista no sean capaces de mostrarnos más detalles de ella, o al menos saber los motivos por los que es como es.
Con tan poco espacio para desarrollar el personaje, es de agradecer el esfuerzo de la actriz Agnieszka Grochowska para lucirse en pantalla, resultando sorprendente lo bien que funciona en las escenas de acción, pero no tiene margen para mostrarnos nada más de su personaje por culpa de un pobre guion que no ayuda a que nos emocionemos en ningún momento ni sintamos tensión.
Sin empatía ni emoción por medio, lo único que nos queda como espectadores es animar a Nina a seguir matando pandilleros y criminales para conseguir salir adelante en la misión que se ha impuesto, siempre y cuando nos valga tan sólo ver acción como motor del entretenimiento sin necesidad de una trama digna de perder nuestro tiempo. Y si con Nina no empatizamos al no conocerla, menos conocemos al ridículo villano en cuestión, del que nos dan los detalles justos para que sepamos que se merece todo lo malo que le pase, pero es tan exagerado y superficial que difícilmente lo vemos como un rival digno de una película de acción y no somos capaces de tomarlo en serio.
En resumen, Día de la madre es un thriller de acción polaco con buenas escenas de peleas cuerpo a cuerpo, bien coreografiadas y rodadas, pero con una narrativa tan lineal y una trama tan aburrida que no logra engancharnos. Tenía potencial y prometía mucho, pero al final no cumple.