Las críticas de David Pérez «Davicine» en el Festival de Sundance 2023:
Mamacruz
En Mamacruz nos presentan a Cruz, una abuela que lleva muchos años, décadas ya, sin saber lo que es un orgasmo. Ella, devota de sus creencias religiosas, no le daba importancia ni tampoco se lo había planteado… hasta que un día navegando por Internet empieza a sentir de nuevo deseos y sensaciones que ya creía extinguidas. Pero, ¿Cómo compaginar sus creencias con este nuevo despertar sexual y sensual que ha llegado de pronto a su vida?
Dirigida por Patricia Ortega, y escrita por la propia cineasta junto a José Ortuño, está protagonizada por Kiti Mánver y completan el reparto Inés Benítez, Silvia Acosta, Mari Paz Sayago y Pepe Quero, entre otros. La película se ha podido ver en Enero de 2023 dentro de la Sección World Dramatic Competition de la programación del Festival de Sundance 2023.
Nunca es tarde para el despertar sexual
Mamacruz es una enérgica y sensible película de la coguionista y directora Patricia Ortega, una celebración del despertar sexual de una mujer dentro de una sátira de la represión religiosa antes de convertirse en una descripción tierna y honesta de la determinación de la mujer de reevaluar y redefinir toda su existencia.
En la película conocemos a Cruz, llamada por su nieta Mamacruz, una mujer devotamente religiosa que lleva una existencia rutinaria con su esposo y su precoz nieta Viky, mientras que su hija Carlota persigue su sueño de convertirse en bailarina profesional en Viena. Un solo clic erróneo al intentar navegar por Internet expone momentáneamente a Cruz a la pornografía on-line. Está mortificada, pero de repente recuerda sus propios deseos. Inicialmente insegura de hacia dónde dirigir su sensualidad recién redescubierta, Cruz mira infructuosamente a su amada iglesia y a su aturdido esposo en busca de satisfacción antes de encontrar consuelo en un grupo de terapia sexual para mujeres y comenzar un viaje tentativo hacia el amor propio.
Una coming of age de la tercera edad
Mamacruz es una íntima, vitalista y alegre comedia que sigue la estela de las exitosas coming of age que tanto éxito están teniendo últimamente, pero dejando a un lado a los adolescentes para centrarse en el «despertar» de la tercera edad, sirviendo de homenaje a las madres y a las abuelas que deciden tomar las riendas de su propio destino. En definitiva, es un homenaje a cada ser humano que defiende su identidad y sus sueños, más allá de los dogmas establecidos, y nadie mejor que Kiti Mánver para ponerse al frente de esta atípica coming of age de la tercera edad.
La veterana actriz Kiti Mánver interpreta a Cruz con una gran franqueza y una tremenda calidez, haciéndonos partícipes en todo momento de su transformación. Mánver logra crear un personaje francamente interesante que roba toda nuestra atención en cualquier escena, tanto en las más íntimas como en las que está rodeada de otros actores, en especial por cómo es capaz de transmitir sus emociones con tan sólo sus miradas y silencios. A simple vista es una mujer de avanzada edad cuya vida transcurre en la monotonía del día a día con su marido y su nieta, pero poco a poco vamos descubriendo diferentes facetas de su vida, así como el resurgir de unas necesidades que parecían haber caído en el olvido, todo desde la sinceridad y la sutileza.
Sexualidad y religión
Mamacruz plantea el tema de la sexualidad combinado con elementos religiosos, algo que puede parecer muy opuesto pero aún así son temas perfectamente complementarios. Por un lado, vemos en la película como Cruz vive su religión de forma ordenada y moderada, siendo feliz en la Iglesia y ayudando al párroco en el mantenimiento y cuidado de todo lo que requiera de sus buenas habilidades en la costura, rodeada en este mundo de mujeres que ven con malos ojos lo que se sale de lo que se espera de las buenas feligresas. Pero por otro lado, también vemos como vive un nuevo despertar sexual y sensual acompañada de otro grupo diferente de mujeres cuyas vidas son más abiertas, sin complejos ni prejuicios, mujeres que no dudan en apoyarse unas a otras reforzando su feminidad y sus necesidades como mujeres.
Así, Cruz vive atrapada entre ambos mundos, lo que para ella puede ser fácil de compaginar si no fuera por su entorno más cercano, que no ve con buenos ojos la combinación de la sexualidad con la religión, especialmente en las feligresas con las que comparte Misas. Mundos diferentes pero reflejados con minuciosidad y un nivel excepcional de detalle, en parte gracias a la impecable fotografía de Fran Fernández Pardo que enmarca delicadamente la frustración de Cruz y da color a su anhelo por romper las barreras que han definido su vida durante tanto tiempo.
Mamacruz es un íntimo e interesante retrato sobre la necesidad de vivir plenamente y cómo alguien puede redefinir toda su existencia gracias a un nuevo despertar sexual y sensual, porque nunca es tarde para descubrirse.
¿Qué te ha parecido la película Mamacruz?