Las críticas de Laura Zurita:
Entre dos amaneceres
Después de que un trabajador resulte gravemente herido en la empresa familiar de Kadir, este se ve obligado a tomar una decisión moral que repercutirá en sus sueños, en su familia y en la vida de la esposa del trabajador herido.
Entre dos amaneceres está dirigida por Selman Nacar y protagonizada por Mücahit Koçak, Nezaket Erden, Ünal Silver, Bedir Bedir, Burcu Gölgedar, Erdem Senocak, Mustafa Sönmez, Cihat Suvarioglu y Banu Fotocan. La película se estrena en España el 14 de julio de 2022 de la mano de Bteam Pictures.
Una película intensa con estética documental
Entre dos amaneceres hace referencia a la duración de la acción, 24 horas en la vida de Kadir. Al principio de la película vemos la fábrica en funcionamiento, una fábrica anticuada, pero que parece funcionar. El hermano de Kadir dirige la fábrica con mano firme (de hecho autoritaria). Un día que empieza como uno de tantos cambia la vida de Kadir cuando sucede un accidente fatídico, que hiere gravemente a un trabajador, Murat.
La familia de Kadir se ocupa de llevar al trabajador al hospital y ponerse en contacto con la familia, poniéndose en el papel de patronos protectores y preocupados (no pude evitar pensar en que su retórica se parecía dolorosamente a la del señor Blanco en El Buén Patrón (Fernando León de Aranoa, 2021). En ese punto de la narración, se observa el curioso contraste entre Kadir y su familia, hombres y mujeres vestidos a la europea, con los de la familia de Murat, sus túnicas largas y las mujeres con velos.
Poco a poco se despliegan las posibles consecuencias del accidente, y se complican también las opciones de los patronos, que no quiere enfrentarse a acciones legales por el accidente. Intentan, abusando de su posición y sus recursos, convencer a la familia de Murat de librarlos de su responsabilidad. Para aumentar sus posibilidades de éxito, usan a Kadir, con su juventud y su aire inocente, como agente, con lo que este se va sintiendo cada vez más incómodo. El día, que iba a ser gozoso por la pedida de mano de su novia, se va alargando y complicando cuando las cosas no terminan de salir como él esperaba.
Todo esto se narra con una cámara aparentemente distanciada de los personajes y con una estética casi documental, muy adecuada para una narración cruda, sin ambages, y con una intensa visión social. La tensión va creciendo, el ritmo no decae, y el interés del espectador se mantiene hasta el final. Un final, eso sí, abrupto, con un punto hermético y sin soluciones. Puede decirse que es un final abierto, lo que puede ser positivo, pero desde mi punto de vista da demasiada poca información sobre el desenlace de un día tan importante.
Todos los actores de Entre dos amaneceres trabajan con naturalidad y convicción, pero un par de ellos merecen una mención especial. Por un lado Nezaket Erden como Serpil, la esposa de Murat, destaca en su papel como una mujer humilde y preocupada, que exhibe una dignidad natural en fuerte contraste con las dudosas acciones de los patronos.
Pero el gran protagonista de la obra es Mucahit Kocak como Kadir. Al principio de la película se muestra como el hijo privilegiado de una familia acomodada, con un trabajo fácil, buen nivel de inglés, y un noviazgo con Esma que va viento en popa. Poco a poco, conforme va descubriendo los hechos alrededor del accidente y las actuaciones de su familia, la situación va cambiando de cariz, y, al final de la película, apenas 24 horas después, vemos que todo él se ha transformado en un hombre completamente distinto con una vida diferente. Su actuación es al tiempo discreta y profunda, sencillamente magistral.
En resumen, Entre dos amaneceres es una película llena de interés y genuinamente emocionante, cine social de gran calidad que recomendamos encarecidamente.