Nuevos rostros. Nuevos cortejos. Nuevas intrigas. Lady Whistledown podrá compartir muchos cotilleos frescos con sus fieles lectores cuando se estrene en Netflix la segunda temporada de Los Bridgerton este viernes 25 de marzo, basada en la novela de Julia Quinn «El vizconde que me amó».
La productora ejecutiva Shonda Rhimes garantiza a los fans que la serie sigue siendo la misma de la que se enamoraron en la primera temporada:
Esta temporada hemos hecho un par de cosas especiales y alucinantes que creo que van a encantar a los fans, pero su realidad sigue siendo el glamur de los bailes, la belleza de su mundo, el impresionante trabajo de maquillaje y peluquería… En definitiva, todas las cosas que el público espera de la serie siguen ahí.
De la mano de Shondaland y del creador Chris Van Dusen, llega la segunda temporada de Los Bridgerton, que narra la búsqueda de una esposa adecuada por parte de lord Anthony Bridgerton (Jonathan Bailey), vizconde y primogénito de los Bridgerton. Llevado por su deber de honrar su apellido, Anthony busca a una debutante que reúna unas cualidades imposibles de encontrar, por lo que su empresa parece destinada al fracaso. Hasta que Kate Sharma (Simone Ashley) y su hermana pequeña, Edwina (Charithra Chandran), llegan de la India.
Adelantándose al regreso de este éxito mundial, Rhimes ha hablado de cómo se ha profundizado más en su mundo en la segunda temporada, de la decisión de desviarse de la novela y de hacer que la familia Sharma sea de ascendencia sudasiática, y de la importancia de la representación delante y detrás de las cámaras. Gracias a Netflix os dejamos con esta entrevista a la creadora:
¿Cuándo fuiste consciente de que la primera temporada de Los Bridgerton se había convertido en un fenómeno global?
Ocurrió justo después de que la serie se estrenara en Navidades, y empecé a recibir SMS y correos de personas que me decían que habían visto la serie y les había encantado. Y no fueron unos cuantos mensajes aislados, sino que luego me llegaron mensajes de todas partes sobre la serie, lo cual me hizo mucha ilusión.
Teniendo en cuenta el éxito de la primera temporada, ¿Cómo ha abordado el equipo creativo la segunda?
Hemos mejorado un poco el estilo en cuanto a cómo contamos la historia. En la primera temporada de Los Bridgerton tuvimos que presentar ese mundo a los espectadores, pero ahora ya saben cómo es. En esta nuestro objetivo es que se sumerjan en él todavía más, que sepan mejor lo que ocurre y que vean de verdad cómo funciona ese mundo. Y eso es fantástico.
Gracias a su reparto inclusivo, Los Bridgerton hace una labor fantástica al crear un mundo que se parece mucho más al nuestro. ¿Puedes hablarnos un poco del esfuerzo que significa reunir a un reparto multicultural y por qué es algo tan importante para la identidad de la serie?
No estoy segura de que solo sea importante para la identidad de la serie, creo que lo es para la televisión y las series en general. La idea de no crear mundos parecidos al mundo en que vivimos y de crear sociedades falsas donde todos tienen un aspecto determinado o son de un color determinado o lo que sea me parece poco sincera. Y además es supresora. No nos interesa suprimir a nadie de la historia, nunca. Así es como trabajamos en Shondaland, así es como contamos historias. Y aunque eso es importante en Los Bridgerton, también lo es en toda historia que se cuente. En la tele deberías poder ver a gente como tú.
¿Cómo se ha reflejado esa representación detrás de las cámaras?
En Shondaland nos aseguramos de que el equipo que hay detrás de las cámaras sea tan multicultural como las personas que hay delante. Son de distintas edades y tienen distintas habilidades; nos gusta que el reparto, el equipo técnico y los guionistas representen al mundo real. Creo que eso produce una narración mejor, una narración más auténtica y más compleja. Quieres directores que sean un reflejo del mundo. Quieres a personas que tengan una visión del mundo que no sea fruto de un solo punto de vista. La perspectiva de un hombre blanco no tiene nada de malo, pero la perspectiva de las mujeres de color, los directores de color, los artistas de color y los guionistas de color aporta muchas cosas buenas. Para nosotros es importante incluir eso en nuestro mundo.
¿Puedes explicarnos más a fondo la decisión de hacer que la familia Sharma tenga ascendencia sudasiática y en qué medida su legado indio aporta otro nivel de profundidad a estos personajes?
Fue muy fácil decidir que la familia Sharma fuera del sur de Asia. Quería sentir que el mundo en que vivíamos era lo más tridimensional posible, y que la representación también era lo más tridimensional posible. Buscar a mujeres sudasiáticas de piel más oscura y garantizar que se vieran representadas en la pantalla de manera auténtica y veraz es algo que me parece que se ha hecho muy poco. Creía que ya era hora de garantizar que tuvieran la máxima representación.
Pero no era solo yo. Todo el equipo creativo estaba de acuerdo y muy ilusionado con esa idea desde el principio. Y con la idea de que fueran de otra cultura; incluimos eso en la historia para recalcar que los valores ingleses de nuestros personajes no tienen por qué ser los únicos. Eso queda reflejado en la reacción de Kate frente al té inglés, pero, la verdad, es un modo muy importante de garantizar que aquí todo el mundo está incluido. Netflix tiene un público global. Y ese público es el mundo, literalmente. Quería asegurarme de que, si ves Los Bridgerton en otro país, no pienses: «Vale, esto no tiene nada que ver conmigo». Pues no, por supuesto que tiene que ver contigo. La humanidad que encierra cada personaje debería sentirse como algo universal.