No es cine todo lo que reluce se ha desplazado hasta el 69 Festival de San Sebastián 2021. Cada día os contamos nuestras primeras impresiones sobre todas las películas que tenemos la oportunidad de ver, así como todas las cosas interesantes que suceden en estos días dedicados al mejor cine nacional e internacional que se estrenará en los próximos meses. Hoy os hablamos de las películas: The Power of the Dog, The Eyes of Tammy Faye y Todo ha ido bien.
THE POWER OF THE DOG
Dirigida por: Jane Campion
Intérpretes: Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst, Jesse Plemons, Kodi Smit-McPhee
País: Nueva Zelanda-Australia
Perlas
Sinopsis: El carismático Phil Burbank, propietario de un rancho, inspira miedo y asombro en quienes le rodean. Cuando su hermano trae a casa a su nueva esposa y al hijo de esta, Phil los atormenta hasta que se ve expuesto a la posibilidad del amor.
Nuestra opinión: Maravillosa película de Jane Campion y una de las mejores que hemos tenido la oportunidad de ver en esta edición del Festival de San Sebastián. La directora neozelandesa filma un wéstern de hechuras clásicas en su aspecto formal, pero que deconstruye con sensibilidad e inteligencia la formulación del mito del héroe inherente a ese género. The Power of the Dog es un filme que afronta y cuestiona como la masculinidad tóxica y la herencia homofóbica formaban parte del ADN de los hombres que habitaban aquellas grandes llanuras y pueblos polvorientos en plena construcción de los cimientos de un país. Es una manera de mirar al presente desde el pasado, sin caer en el adoctrinamiento ideológico, un pasado que incorpora incluso referencias a la propia filmografía de Campion con una escena en la que volverá a tener protagonismo un piano.
Más allá de las lecturas que regala la película en un subtexto rico en matices, hay que regocijarse también en el esteticismo que ofrece la excelsa fotografía de Ari Wegner, la belleza de la banda sonora compuesta por Jonny Greenwood o las interpretaciones de todo el elenco donde destacan unos asombrosos Benedict Cumberbatch y Kirsten Dunst. The Power of the Dog es una de las películas del año, con el suficiente clasicismo narrativo y la necesaria reivindicación temática para que te sacuda el corazón.
THE EYES OF TAMMY FAYE
Dirigida por: Michael Showalter
Intérpretes: Jessica Chastain, Andrew Garfield
País: EEUU
Sección Oficial
Sinopsis: Una visión íntima del extraordinario ascenso, caída y redención de la telepredicadora evangelista Tammy Faye Bakker. En los años 70 y 80, Tammy Faye y su marido, Jim Bakker, pusieron en pie prácticamente de la nada la red de cadenas religiosas más grande del mundo, así como un parque temático, y gozaron de una inmensa popularidad gracias a sus mensajes de amor, aceptación y prosperidad.
Nuestra opinión: La historial real de Tammy Faye y su esposo era suficientemente apasionante como para que un biopic sobre ellos resultase más interesante de lo que finalmente es The Eyes of Tammy Faye. Para los que no la conozcan, Jim y Tammy, fueron una popular pareja de telepredicadores en los años 70 y 80 cuya cercanía y manera de abordar los evangelios conectó de forma impredecible con las audiencias televisivas estadounidenses. Entre sus proyectos destacó la construcción de un parque temático para creyentes que tenía más visitantes que Disneylandia. Todo parecía perfecto hasta que estalló el escándalo y se desmontó el chiringuito.
El filme reivindica la figura de Tammy Faye y se acerca a ella desde el cariño. Aquella mujer de largas pestañas y maquillaje permanente está encarnada por una irreconocible Jessica Chastain que empieza a dibujar su camino a los Oscar con una caracterización que le convierte en una mutación entre Carmen Sevilla, Aramís Fuster y el Joker. Por desgracia, la película de Michael Showalter no está a la altura de su actriz y casi siempre navega por el biopic familiar y telefilmero con un tono que busca la empatía con el público a través de la comedia ligera para evitar abordar los verdaderos dilemas éticos que la harían interesante. Lo mejor es un desenlace que muestra a su personaje principal en todo su esplendor, sumida ya en el barro del fracaso y convertida en una caricatura de sí misma que resulta tan patética como entrañable.
TOUT S’EST BIEN PASSÉ
Dirigida por: François Ozon
Intérpretes: Sophie Marceau, André Dussollier, Charlotte Rampling
País: Francia
Perlas
Sinopsis: A sus 85 años, el padre de Emmanuèle es hospitalizado tras un accidente cerebrovascular. Cuando se despierta, debilitado y dependiente, este hombre, curioso por naturaleza y amante apasionado de la vida, le pide a su hija que le ayude a morir.
Nuestra opinión: Todo ha ido bien (Tout s’est bien passé) es un filme absolutamente menor dentro de la interesante filmografía de François Ozon. El director francés se muestra torpe e incapaz de encontrar el tono adecuado en este académico acercamiento a la eutanasia que busca en el refugio de la ironía y algunos toques de comedia suavizar la gravedad de los hechos narrados. La trama nos muestra a un hombre que llegado al ocaso de su vida decide morir con dignidad con la ayuda de sus familiares, pero la burocracia y las leyes absurdas no se lo pondrán nada fácil. Las aventuras familiares son tan desapasionadas que la sucesión de secuencias pasa ante nuestros ojos sin que nos lleguemos a implicar emocionalmente en ningún momento. Tampoco adquiere la película un tono crítico o ácido suficiente para denunciar la situación o hacer la plomiza acción más llevadera. La película de Ozon es lo que viene a denominarse un soberano tostón. Tan solo se puede rescatar de la quema el trabajo de su reparto donde destaca una brillante Sophie Marceau.