De alma en alma… y tiro porque me toca
El Ying y el Yang
Hay cosas muy interesantes en Transferencia de almas. Lo que más me ha gustado es la construcción del personaje protagonista del fiscal y, claro, la interpretación que hace Chang Chen. El actor de Taipéi tuvo que adelgazar unos 24 kilos para que su cuerpo pareciese realmente el de un enfermo consumido por el cáncer. Contrasta la enorme debilidad de su cuerpo marchito con la lucidez de su cerebro y su determinación durante la investigación. Es un personaje que encaja a la perfección en una trama que apuesta por lo siniestro y oscuro, pero que también lanza reflexiones al aire sobre cuáles son los límites del amor y de la ciencia. Se incide en el Mito de Prometeo, en jugar a ser Dios para evitar o retrasar la muerte. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar para salvar a quién amas? ¿Hasta dónde serías capaz de llegar para alcanzar tus objetivos en la vida?
A partir de ahí, hay varias películas o capas dentro de Transferencia de almas. El guion está lleno de giros y sorpresas. Si eres fan de este estilo de cine, la disfrutarás mucho. En la media hora final hay más twists que en el salón de baile de un guateque con música de los años 60. Puedes llegar a perderte si no estás atento. La ambientación inicial de thriller ligado a la magia negra y brujería puede traernos a la memoria El Extraño (The Wailing) (Na Hong-jin, 2016), pero es una pista falsa, la película deriva más hacia la ciencia-ficción metafísica y folletinesca de Trascendence (Wally Pfister, 2014). Eso ya será cuestión de gustos, a mi la primera me encantó y la segunda me horrorizó bastante. Así que con la película de Cheng Wei-hao tengo sensaciones encontradas, como el concepto taoísta del Ying y el Yang que también es parte fundamental para entender la trama.
Grabar el ARN en otro cuerpo
Transferencia de almas está ambientada en Taiwán en el año 2031, pero no esperes un película de atmósfera futurista. Casi todo sucede en interiores y bien podría acontecer en la época actual. El tono de fatalismo distópico se desprende de los avances científicos que permiten trasladar el alma de las personas a otro cuerpo como quién graba un archivo en un pendrive. En realidad, más que hacer referencia al alma espiritual de la tradición cristiana, es una forma de describir la personalidad completa de alguien. Eso sirve para incorporar alguna reflexión sobre la identidad de género y sobre la esencia de quiénes somos de verdad por encima de nuestra apariencia física.
Creo que se tocan demasiadas teclas. La melodía final es disonante, aunque algunos pasajes suenen de maravilla. En lo particular me atrapa más en lo misterioso y lúgubre, con esa persistente fotografía diseñada por Kartik Vijay llena de tonos azulados y fríos. Y me chirría un poco con sus explicaciones científicas o cuando sobre explota lo melodramático. Le sobra metraje, 130 minutos son innecesarios. Pero como dije antes, por encima de todo, tiene un gran personaje. Chang Chen será lo que recuerde cuando piense en la película dentro de un tiempo. Ese fiscal moribundo que sigue su investigación en silla de ruedas o desde el hospital sin resignarse a su trágico destino. Y la relación con su mujer policía que no acaba de asumir que va a perderlo. Hay una gran historia de amor ahí. Se habla de la fragilidad del cuerpo y de la fortaleza del alma. Ahí tienes algunas de las claves para afrontar este curioso filme que te puede volar la cabeza. Transferencia de almas es una nueva posibilidad que las plataformas nos brindan para acercarnos al cine asiático más desconocido. En este caso, el de Taiwán. Solo por eso ya merece la pena darle al Play.
¿Qué te ha parecido la película?
MALA PELICULA
Me parece muy buenan película. La he disfrutado minuto a minuto.
Muy buena película, sobre todo el fiscal y su mujer hacen muy buenas interpretaciones
Muy buena