Las críticas de Daniel Farriol:
Del inconveniente de haber nacido
Del inconveniente de haber nacido (The Trouble with Being Born) es un drama austriaco con elementos fantásticos dirigido por Sandra Wollner (The Impossible Picture) que también co-escribe el guion junto a Roderick Warich (2557, Un caso para dos). La historia nos muestra la ambigua relación entre un hombre y su hija que en realidad es un androide. Está protagonizada por Lena Watson, Ingrid Burkhard (The Eremites, ’38), Jana McKinnon (Beautiful Girl, To the Night), Dominik Warta y Susanne Gschwendtner. La película se estrenó en salas en España de la mano de Filmin Cinema el día 26 de Febrero de 2021. Puedes verla en casa en Filmin desde el día 16 de Abril de 2021.
La mirada de una niña-androide
Del inconveniente de haber nacido no tiene nada que ver con el tratado filosófico del escritor Émile Michel Cioran, aunque la película también conserve un halo de filosofía interna. La joven directora austriaca Sandra Wollner, arriesga con un filme ganó el Premio Especial del Jurado de la sección Encounters de la Berlinale 2020 y que pasó ese mismo año por Zabaltegi-Tabakalera, la sección más alternativa del Festival de San Sebastián. Es una película que nos habla de la identidad y de la memoria, pero que también se adentra sin pudor en la oscuridad de nuestros deseos más íntimos e inconfesables. En su ópera prima, The Impossible Picture (2016), la realizadora ya planteaba una realidad oculta tras la realidad aparente. Allí lo hacía desde la perspectiva de una niña que filmaba a su familia con una cámara de Súper-8 mm. En esta segunda película vuelve a mirar el mundo con los ojos de una niña, añadiendo un poso de complejidad al convertirla en un androide emocionalmente neutro.
El inicio de la historia nos muestra la ambigua relación existente entre un padre y su hija. Son imágenes que pueden incomodar o inquietar al espectador al sugerirse una relación que va mucho más allá de los habituales lazos afectivos. Padre e hija se comportan y hablan como lo haría una pareja sentimental. Él es un adulto cincuentón y ella una niña de 10 años. No estamos ante una película sobre la pedofilia ni sobre relaciones incestuosas como pudiera parecer en un plano superficial. En realidad, nos habla de como proyectamos nuestros anhelos y recuerdos en los demás. El pequeño robot ha sido programado para sustituir a una hija que ya no está, lo que proporciona la oportunidad al hombre de revivir los momentos que pasó con ella sin el filtro de la moralidad. Wollner imagina un futuro desesperanzador y solitario en el que los robots sustituyen a nuestros fantasmas, convirtiéndose en un recipiente hueco sobre el que verter ilusiones y perversiones, un espejo de nuestra propia identidad sin la careta de las convenciones sociales con las que nos mostramos habitualmente a los demás.
La imagen y el sonido en ‘El inconveniente de haber nacido’
Pese a todo lo dicho con anterioridad, Del inconveniente de haber nacido evita caer en imágenes desagradables o demasiado explícitas. Su planteamiento estético es muy elegante y cuenta con la colaboración del fotógrafo Timm Kröger para dejar que sea el espectador quién analice lo que está sucediendo sin mostrar más información de la necesaria en pantalla. De hecho, para evitar causar problemas en la vida cotidiana de la actriz protagonista, la niña aparece en los créditos con el seudónimo de Lena Watson. Además, en la película, su rostro está cubierto por una máscara de silicona trasparente que protege su identidad al tiempo que le otorga una expresión facial tan fría que nos hace comprender que no es humana. No es una película que explote el morbo gratuito, va por otros derroteros que tienen más que ver con lo psicológico que con lo sexual.
De igual modo tampoco lo consideraría como una filme de ciencia-ficción, al menos en la concepción estricta del género. La directora prefiere poner distancia a través de un planteamiento minimalista y cotidiano de los espacios en que se mueve. Las secuencias de interior se ubican en casas de diseño, pero sin elementos futuristas en ellas, bien podrían desarrollarse en la actualidad. Las escenas de exterior casi siempre son nocturnas y se vuelven más abstractas, por ejemplo, vemos a la niña adentrándose en las profundidades de un frondoso bosque envuelta en una atmósfera sensorial y sonora creada por Peter Kutin. La composición del encuadre junto al tratamiento del sonido otorgan a las imágenes de la película cierta sensación de ensoñación y, también, de cuento perverso.
Una versión anti-Pinocho
Del inconveniente de haber nacido se divide en dos partes claramente diferenciadas. La primera gira en torno a esa ambigua relación paterno-filial. La segunda es la relación de la niña con una anciana solitaria. Ambas relaciones son igual de tóxicas y se basan en la manipulación. La anciana despoja al androide de su identidad anterior y le proporciona la identidad de alguien que forma parte de su pasado para rememorarlo. Es bastante enfermiza esa necesidad humana de querer cambiar al otro para que se parezca a quien de verdad tenemos en nuestros pensamientos. Ya lo hacía James Stewart con Kim Novak en Vértigo: De entre los muertos (Alfred Hitchcock, 1958). La única diferencia aquí es que el maleable objeto de deseo es una niña-robot. Que esté programada para obedecer, sin capacidad de consentir o disentir, aún lo hace más perturbador.
Sandra Wollner comentaba en algunas entrevistas que su película era una versión anti-Pinocho. Si en el cuento de Carlo Collodi un trozo de madera cobraba vida y quería sentir lo mismo que un niño de carne y hueso, este robot de silicona es una inteligencia artificial sin necesidad de sentir más allá de lo que impliquen los recuerdos que le implantan. Su existencia es una repetición de hechos ya vividos. Más allá de la provocación o de la polémica, Del inconveniente de haber nacido es una poderosa reflexión sobre la condición humana. Y como el engranaje de la memoria sirve para construir nuestra identidad. No es una película para todos los públicos, pero los buscadores de rarezas se verán recompensados.
¿Qué te ha parecido la película?