Ha nacido un (posible) director estrella
La efectividad que tiene apelar a los miedos primarios
La historia de Mamá te quiere nos presenta a una joven parapléjica que, además, está aquejada de diversas enfermedades crónicas como diabetes, asma, arritmias o hemocromatosis. La chica ha vivido aislada del mundo exterior en casa junto a su madre que ha actuado como cuidadora a tiempo completo. Eso no ha impedido que desarrolle una gran inventiva e inteligencia, así como una inquebrantable fuerza de voluntad. Cada día tiene el sueño de recibir una carta de alguna universidad que la acepte como estudiante y poder así iniciar una nueva vida lejos de esas cuatro paredes. Su madre es una mujer cariñosa y protectora… al menos, en apariencia.
Sí, nos la sabemos de memoria. Nos vendrán a la memoria muchas películas que seguro habrán servido de referencia ambiental como Misery (Rob Reiner, 1990) o Carrie (Brian de Palma, 1976), también otras que probablemente el director no haya visto como Cuerdas (José Luis Montesinos, 2019). No importa. Mamá te quiere es un entretenimiento perverso que sabe cómo potenciar el suspense a partir del sufrimiento de la protagonista. Es algo que conectará con los miedos más primarios en el subconsciente colectivo de los espectadores (no poder moverse, no poder pedir ayuda, estar encerrado, etc).
La relación madre-hija
A menudo el mundo del cine se ha encargado de idealizar la maternidad como algo perfecto y lleno de felicidad. Sin embargo, el terror ha sido capaz de darle la vuelta a la tortilla y llevar al extremo todos los conflictos materno filiales desde una perspectiva mucho más dolorosa, manipuladora o incluso sangrienta. Posiblemente sea Babadook (Jennifer Kent, 2014), la película de género que explora con mayor ambición narrativa las secuelas psicológicas de una maternidad conflictiva alejada de esa visión rosácea de la vida. Los personajes de Mamá te quiere son estereotipos de ese tipo de relación tóxica, la hija indefensa y la madre sobreprotectora. Pero funcionan. Sin embargo, aquí no se habla del miedo a la maternidad, si no del Síndrome de Münchhausen y la necesidad adictiva de sentirse necesario en el cuidado del otro.
A nivel interpretativo Mamá te quiere propone un intenso duelo entre la desconocida Kiera Allen y la siempre estupenda Sarah Paulson. No se cae en la exageración ni el gran guiñol al que muchos recurren en este tipo de películas, Aneesh Chaganty realiza una apuesta más realista en su acercamiento al terror (como ejemplo la escena de la farmacia). Para el desenlace nos reserva una última escena llena de mala leche para cerrar satisfactoriamente una película que te hará pasar un buen rato de evasión palomitera. Te la recomiendo.
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