Lo que bien podría ser una mera película de ciencia ficción, como muchas otras, se torna más en un presagio de hacia donde va la sociedad actual, cada vez más interconectada y controlada en la red, y donde todos nuestros actos parece que deben ser mostrados en tiempo real para nuestros amigos… y no sólo ellos. Si actualmente todo el mundo usa Instagram, facebook, twitter y Youtube para mostrar sus viajes, aventuras o simplemente su día a día, la película nos lleva un paso más allá, en donde lo que mostremos genera beneficios acorde al número de observadores que tengamos, lo cual no dista mucho de los influencers actuales que viven con los visionados en sus canales de Youtube o sus seguidores en las redes sociales.
Mucho respeto genera pensar que podríamos acabar como Nerve nos muestra que es la sociedad en un futuro cercano, pero no sólo por cómo plantean que podría llegar a ser, sino por lo creíble que es dados los pasos agigantados a los que nos dirigimos hacia ese futuro. Acostumbrados a ver futuros de cine en donde los coches vuelan, viajamos en el tiempo y los robots cumplen nuestras ordenes, pero ver un futuro en el que todo es tan real, y gran parte de lo que apreciamos ya existe, genera una razonable duda sobre si debemos seguir actuando como lo hacemos para no acabar así.
Los jóvenes del futuro están perfectamente representados por un reparto convincente, en el que obviamente destacan Emma Roberts y Dave Franco, quienes desde hace tiempo no sólo son la sobrina de Julia Roberts y el hermano de James Franco, respectivamente, sino que son mucho más y lo demuestran poniéndose en la piel de dos supervivientes atrapados en un juego virtual de «verdad o atrevimiento» (pero sin «verdad») con una química desde el principio que no sólo hace que saquen adelante sus pruebas convincentemente, sino que además nos ponen la adrenalina a 100 al meternos en sus pieles. Juliette Lewis, con poca presencia, aporta el punto de vista adulto a una era que ya no es la suya, donde todo se ve a través de la pantalla del móvil o la tableta, y es difícil seguir la pista de su hija adolescente.
Nerve es una clara mirada a los problemas con la privacidad en el mundo actual y la parte perjudicial de la cultura de Internet construida a partir del anonimato, pero no por ello falta el drama adolescente de costumbre, con las pruebas de amistad, el triángulo amoroso y los enamoramientos imposibles. Y en contra de lo que pueda parecer, todo ello sirve de motivación para lo que nos muestran, y encaja perfectamente con el tono de la película, siendo en muchos casos necesarios los tópicos de personajes habituales que vemos en las películas de institutos estadounidenses para ponernos mejor en situación.
En plena era digital, donde vivimos conectados a la red, no puede faltar la música que siempre nos acompaña en nuestros dispositivos móviles, y se han encargado de plasmarlo muy bien, pues no sólo contiene un base tecnológica sino una selección impecable de temas actuales con toques digitales que nos meten de lleno en la acción y nos trasladan a un ritmo vertiginoso de superación de pruebas.
En el apartado visual destaca, sobre todo, la forma en que vemos las pantallas de los ordenadores, móviles y tabletas, ofreciendo tanto el punto de vista desde el interior de los mismos, viendo a los actores a través de los mensajes que aparecen sobreimpresos en pantalla, sino también nos muestran en todo momento los mensajes, vídeos, alertas y demás aspectos gráficos que rodean al propio juego «Nerve». El único punto negativo ha sido no traducir completamente todo ese apartado visual de textos que adornan la película, y sorprende que tan sólo se hayan molestado en traducir algunos, dejando el resto solamente subtitulados, lo que no deja de chocar. Hubiera sido preferible una cierta uniformidad, es decir, o todo traducido o todo subtitulado, pero esa es una decisión que se habrá tomado en la versión española, y de la que no tendrán queja quienes la vean en versión original.
La escena de inicio, desde la perspectiva del Macbook de una adolescente, es simplemente perfecta para una película en la que poco a poco se vuelcan en ofrecer más complejidad tecnológica. Iniciándonos en la película con el uso del navegador, de las videollamadas, la lectura de correos o la mera visualización de fotos dentro del ordenador, poco a poco nos van desvelando detalles como la web oscura, las redes de bots, y muchas más cosas, mostrando con fluidez y facilidad temas tecnológicos para quienes no conozcan esta parte oculta de internet, pero que en seguida cualquiera se puede poner en su lugar y entender que hay mucho más de lo que se ve en un principio tras el router al que conectamos para navegar y pasar el rato. Teniendo tan cerca la serie Mr. Robot, está claro que vivimos una nueva era en la que la piratería informática vuelve a ser mostrada de una forma realista, alejándose de la mera ciencia ficción.
Nerve es una película entretenida, con un reparto solvente, que ameniza a cualquier espectador, y a poco que te intereses en lo que ves, te dará que pensar sobre los límites dentro de internet y hasta que punto nuestra creencia del anonimato en la red nos da una falsa sensación de seguridad e impunidad que es menos real que el mundo que nos muestran.