Las críticas de Óscar M.: El desconocido del lago
Difícilmente el espectador acudirá a ver El desconocido del lago sin una idea preconcebida por la temática homosexual en la que se sitúa la trama. Sin embargo, si es capaz de obviar las preferencias sexuales de los protagonistas, se dará cuenta que es una película de suspense criminal y sobre todo un grito al miedo que tienen los protagonistas de vivir en soledad.
Quien ideara el refrán «Más vale solo que mal acompañado» no se había enfrentado nunca a la amarga y dura tristeza de no poder compartir su vida con otra persona. Los tres protagonistas lo demuestran claramente: ninguno quiere estar solo a pesar de los desprecios que hace la otra persona con la que quieren pasar su tiempo.
Son capaces de tolerarlo todo con tal de estar acompañados (ya sea para compartir una amistad -como en el caso del personaje que está de vacaciones y el personaje central- o para ampliar su relación más allá del simple sexo -como el personaje central y el amante-, pero también podría extenderse esta necesidad de forma inversa a los anteriores; y hasta podría aplicarse incluso al personaje del policía, centrado en resolver el caso para llenar su existencia), demostrando en el tramo final que cubrir la necesidad de vacío es más fuerte que cualquier acto delictivo.
El desconocido del lago podría considerarse como una versión actual de la mutilada A la caza (título español de Cruising): una película de suspense ambientada en un lugar frecuentado por hombres homosexuales que acuden a conocer y practicar sexo con otros hombres, pero con una historia y un trasfondo tan importante que relega la condición sexual a un segundo plano.
La película no es apta para mentes cerradas o espectadores sensibles a los genitales masculinos (desde casi el inicio los penes de los actores están en primer plano), es alta y necesariamente explícita (a pesar de usar dobles de cuerpo) en las escenas de sexo (no tendría ningún sentido que una película ambientada en un lugar donde se practican relaciones sexuales éstas no sean mostradas), yendo un paso más adelante y vapuleando a propuestas supuestamente más transgresoras como The canyons, y continuando con el estilo natural y sin tapujos de Shortbus.
Esta naturalidad a la hora de mostrar las prácticas sexuales es tan realista que incluye (sin ningún pudor) referencias a la realización de prácticas de riesgo (sexo sin utilizar preservativo), siendo un fiel reflejo de cómo parte de la sociedad homosexual activa ha perdido el miedo a las enfermedades de transmisión sexual y no tiene reparo en poner su salud en manos de un completo desconocido (como bien está representado en una de las escenas).
Tras ver la película, uno puede pensar que el título hace referencia al amante del protagonista, sin embargo, dicho término también puede aplicarse al amigo que está de vacaciones o, si se toma a este personaje como central, al propio protagonista, creando un juego de palabras con el título que es completamente acertado, curioso y hasta divertido.
El actor Pierre Deladonchamps ya ha conseguido varios premios como Mejor actor revelación y no es para menos (puesto que el actor no es homosexual), su naturalidad a la hora de interpretar es absolutamente pasmosa y refuerza el trabajo de Patrick d’Assumçao y Christophe Paou, consiguiendo un realismo necesario para convencer al espectador.
Un aspecto relevante que no hay que pasar por algo es que la película carece de música (volviendo a reforzar el aspecto realista), el director ha sabido usar hábilmente el sonido del viento en los árboles, el murmullo del agua o el canto de los pájaros para transmitir la tensión al espectador, apoyándose en ligeros cambio de luz (se pasa de los brillantes amarillos y verdes a los apagados azules) y situando las escenas más tétricas y sombrías en el ocaso o en la noche.
El desconocido del lago deja una clara reivindicación del cine de temática homosexual sin cortes ni planos esquivos, pero sobre todo destacando la importancia del argumento por encima de las predilecciones sexuales de los protagonistas. Una verdadera joya cinematográfica que sería un error perderse.
La vi en un preestreno. No voy a decir que me aburriera, pero muy malas debían ser las otras películas francesas para que nominaran a ésta a mejor película en Francia…
Aun siendo gay, y por muy bien que estén los protagonistas, me parece que ciertas partes de sexo explícito sobran, no aportan nada a la historia. Dura casi dos horas y la historia se podía contar en menos de 30 minutos. Si fuera un corto estaría muy bien, pero un largometraje…