El actor y director Harold Ramis nos ha dejado hoy, tras rendirse ante una vasculitis inflamatoria, diagnosticada en el 2010, y de la que había informado sólo a familiares y amigos allegados.
Harold Allen Ramis nació en Chicago en en 1944, estudió psiquiatría en la universidad de St Louis, y llegó a ejercer en una institución mental durante meses, experiencia con la que siempre bromeó diciendo que le había preparado para saber manejar a los actores de Hollywood.
Su carrera como actor comenzó en televisión, pero a principios de los ochenta dio el salto al cine como director de las comedias El club de los chalados y dirigiendo el guión de John Hughes llamado Las vacaciones de una chiflada familia americana, ambas protagonizadas por su amigo Chevy Chase.
Sin embargo, si hay un trabajo por el que será recordado por toda una generación, es por su papel del doctor Egon Spengler en la película Cazafantasmas y en su secuela, su única experiencia importante como actor.
Siguió haciendo «papelitos» en títulos como Mejor… Imposible o El último beso, pero su carrera estaba enfocada a la dirección y el guión en el género de la comedia. Nos deja una filmografía brillante entre la que destaca Una terapia peligrosa, Atrapado en el tiempo, o La cosecha de hielo.
Nos deja, en palabras del productor Brian Grazer, el padre de la comedia actual norteamericana, un hombre que se definía a sí mismo como una mezcla entre Groucho y Harpo Marx, y cuya única pretensión fue hacernos reír desde la inteligencia y los buenos diálogos. Descanse en paz.
Un grande de la comedia americana que se va antes de tiempo, como tantos. Adiós Harold, hoy cruzaremos los rayos cual cazafantasmas en tu honor.