Hoy, 23 de octubre, The Walt Disney Company pone a la venta por primera vez en Blu-Ray El libro de la Selva Edición Diamante, uno de los clásicos de Disney más esperados y emocionantes, en el cual el pequeño Mowgli y la sabia pantera Bagheera emprenden un trepidante viaje hacia el pueblo de los hombres. La película también está disponible en DVD y en plataformas digitales.
El libro de la Selva, decimonoveno largometraje de los clásicos de The Walt Disney Company, se estrenó por primera vez en la gran pantalla en 1967. Las avanzadas técnicas de animación, junto con los bailes y las pegadizas canciones, fascinaron al público estadounidense, convirtiendo la película en uno de los Clásicos de Disney más exitosos.
Basada en la obra del escritor británico Rudyard Kipling, la película fue dirigida por Wolfgang Reitherman. Este inolvidable clásico de Disney es la última película animada producida por el genial Walt Disney, que no vio terminada su obra pero sí que tuvo tiempo de elegir a los actores que darían voz a los habitantes de la jungla. Así Phil Harris fue el oso Balloo, Sebastián Cabot la pantera Bagheera y George Sanders prestó su voz al malvado Shere khan. El niño Bruce Reitherman, hijo del director de la película, fue el encargado de doblar al pequeño Mowgli, y el cantante Louis Prima puso voz al Rey Louis.
En total, tres años de preparación fueron necesarios para obtener un nuevo clásico, caracterizado por ser visualmente uno de los trabajos más impresionantes del Estudio, con un alto nivel de detalle y precisión.
Trascurrido un año desde la muerte del genial Walt Disney y coincidiendo con las fiestas navideñas, se estrenó con una calurosa acogida del público el nuevo largometraje, las avanzadas técnicas de animación desarrolladas por el Estudio Disney, lograron lo que se proponían: paisajes frondosos de gran realismo. Esto unido a los bailes y al magistral uso de las canciones hizo que solamente en su primera distribución en EEUU ingresase 40 millones de dólares.
La triste realidad es que casi el 90% de las primeras películas mudas se han perdido para siempre y que las cintas realizadas en la primera mitad del siglo XX corren el peligro de desaparecer para siempre. Antes de 1952, las películas se grababan en película de nitrato, un material muy inestable que exigía un almacenamiento muy cuidadoso para frenar el inevitable deterioro. El Libro de la Selva fue la última cinta que supervisó Walt antes de su prematura muerte en 1966. Disney era un artista en toda la extensión de la palabra y su visión de la animación es absolutamente única. Se esforzaba al máximo para que cada aspecto de la producción ofreciese el máximo nivel de calidad artística, no sólo en las historias que contaba sino también en la ejecución técnica de sus películas.
Ub Iwerks, uno de los primeros colaboradores de Walt, fue premiado por la Exposición Sucesiva en la fotografía de animación, método inventado en 1910 que obtenía imágenes en color para fotografías fijas. Pero Walt y Ub se dieron cuenta de que esta técnica era perfecta para rodar dibujos animados ya que en realidad se trataba de un negativo obtenido a partir de una serie de reproducciones fotográficas. Hacia 1930, cuando a Hollywood todavía le quedaban muchos años para desarrollar la tecnología del negativo de color, el estándar de la industria era el Método del Technicolor tricomático para la fotografía en color de acción real. Pero Walt se dio cuenta de que este método era complicado y engorroso para la animación y buscó un procedimiento más eficaz para rodar Blancanieves. Y la solución al problema fue el Método SE. Se trabajaba a partir de un negativo en blanco y negro y la película se exponía a través de una serie de tres filtros de color: rojo, verde y azul. La combinación de estos tres fotogramas era una única imagen a todo color. A pesar de que esta técnica tenía inconvenientes para la fotografía en color, en los años 1930 el Método SE estaba considerado un gran avance técnico.
En la fase de producción de El Libro de la Selva en los años 1960, ya se habían desarrollado otras tecnologías como el Procedimiento del Negativo en Color que se convirtió en el estándar de la industria. Pero a Disney y a Iwerks les gustaba ir contracorriente y continuaron utilizando el contrastado procedimiento de la Exposición Sucesiva.
Gracias a esta sólida base se creó el proceso de restauración que dura entre nueve y diez meses e implica a unos 25 artistas y técnicos, en función del nivel de trabajo que exija. Más de 367.000 fotogramas de negativos SE, que representan cerca de 123.000 fotogramas individuales de trabajo gráfico pasaron originalmente a través de la cámara para filmar El Libro de la Selva.
Hoy, gracias a las avanzadas tecnologías digitales, las imágenes visuales pueden convertirse directamente en una película maestra grabada digitalmente, lo que elimina cualquier paso intermedio y que además restaura toda la viveza del color y el esplendor de cada fotograma de la película, que es sí mismo una obra de arte. A diferencia de las películas de acción real donde los platós y la iluminación desaparecen, los actores envejecen y el tiempo pasa, las cintas animadas conservan un registro duradero del material original dentro de los celuloides de producción y del trabajo gráfico de fondo utilizado para fotografiar la película original. Estas codiciadas obras de arte se conservan primorosamente en la ARL.